Mason tiene un deseo muy grande el cuál se va a cumplir, emocionado vive al día lo que ha pedido solo que no se ha dado cuenta de que hasta los deseos vienen con un precio el cuál tomará la difícil decisión de si seguir con lo que tiene o dejarlo y...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Encontrado en clase de diseño editorial, que es mi favorita, la profesora tiene una actividad interesante, una que me resulta un tanto complicado por el hecho de que ella misma pregunta por qué es lo que queremos en el futuro. Quiero pensar que soy muy joven, pero el tiempo va tan rápidamente que inclusive siento como el aire en mi rostro choca mientras resbalo por un largo tobogán. Mis compañeros responden muchas cosas, así como tener su propia marca de ropa, zapatos, otros tener un despacho, otros tener una buen trabajo.
-Mason ¿qué hay de ti?
Trago saliva. Sobre todo porque todos me miran, odio ser el centro de atención.
-Yo pues...
Mi único futuro y el que más anhelo en estos momentos es seguir mi relación con Caleb, quizá cuando termine la universidad tener un buen trabajo, pedirle que se case conmigo. Comprar una casa, muebles, auto, formar una hermosa familia, obviamente quiero tener dos hijos, compartir el resto de mi vida con ellos y al final, morir de anciano pero con una sonrisa muy grande en el rostro porque conseguí lo que quise.
-No tengo la más mínima idea, si tuviera que decir algo cercano, es que, quiero tener mi propia librería. Mi abuelo, era amante de los libros, yo no suelo leer tanto, pero me mostró algunos que dieron un giro a mi vida.
Comienzo a escuchar risas a mi al rededor y unos cuantos murmullos "¿es enserio?" "¿Una carrera para abrir una librería?" Estoy totalmente acostumbrado, desde siempre las voces que me destruyen no son precisamente de mi cabeza, son reales.
-Muy bien Mason, gracias por compartirnos.
Al terminar la clase la profesora se acerca conmigo, creo que nota mi tristeza. Y es que aunque esté acostumbrado a que hablen a mis espaldas, quisiera que esas palabras fueran cosas buenas.
-¿Por qué no complementar tu librería con tu propio sello editorial?
La miro mientras guardo mis libros y cuadernos.
-Es mucha inversión, creo que debería vender al menos 300 libros por día.
-Se puede Mason, aunque no lo creas aún hay mucha gente que lee.
Me pongo a pensar que, quizá no sea mala idea. Por lo pronto debo de terminar la carrera y concentrarme en mis materias. Además de cómo seguir mi relación con Caleb.
Hoy después de clases organizamos un picnic, en mi lista de cosas que debo hacer con mi pareja, está el tener una comida romántica bajo las nubes en un césped verdoso con los pájaros cantando.
-¿Qué tal te fue en clases? -pregunta.
-Bien, no me quejo.
No quiero conversar sobre el hecho de que me pone mal que la gente se burle de mí. Solo quiero hablar cosas positivas entre nosotros, lo malo, puede quedar solo en mi cabeza.
-¿Qué hay de ti? Del trabajo y de clases.
-Todo genial, terminé exámenes y me va de maravilla.
