Mason tiene un deseo muy grande el cuál se va a cumplir, emocionado vive al día lo que ha pedido solo que no se ha dado cuenta de que hasta los deseos vienen con un precio el cuál tomará la difícil decisión de si seguir con lo que tiene o dejarlo y...
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Pasan los días y no puedo evitar sentirme tan feliz y llegando a una realidad que jamás pensé que sucedería. Caleb por fin me ha pedido ser algo más que su amigo, cómplice, compañero. Me ha pedido ser su novio de una manera muy peculiar y es así como lo quería porque algo como que una cama llena de rosas y una cena muy especial, ya es algo cliché. Esta vez mi corazón está un poco más tranquilo aunque mi salud está delicada, porque a pesar de todo, sigo vomitando lo que como, he perdido mucho peso porque incluso al verme al espejo, noto que mis costillas se notan más, que mis clavículas se resaltan más de lo normal y que mi energía ha estado disminuyendo gracias ello y no sé realmente como evitarlo.
El fin de semana estoy listo para salir de casa ya que Caleb me ha invitado a ir a "go karts" que están muy de moda en esta enorme ciudad. Sin embargo, mi madre nota mi estado al marearme por bajar tan rápido las escaleras.
-Wow ¿Mason? estás...
-Bien -interrumpo -es solo que tropecé un poco.
-¿Estás bien hijo? Te noto diferente, bueno además de que estás mucho más delgado.
-Si mamá, recuerda que no quiero subir de peso.
-Pero ni siquiera estás comiendo sano.
-Claro que si, en la escuela sirven verduras en la cafetería.
Tomo mi chaqueta del sillón.
-Me preocupas un poco Mason ¿hay algo que quieras decirme?
Soy gay mamá y ya tengo un novio que me hace bastante feliz, eso quisiera decirte, no tengo el valor porque creo que me echarás de casa y dirás que soy una abominación del diablo. Quisiera ser de esa clase de chicos mentalmente fuerte donde inclusive olvidan a la familia y salen adelante completamente solos. Pero no puedo, es decir, no tengo talento, no quiero relacionarme con personas, no creo que pueda trabajar, son muchas cosas el ser independiente.
-Voy a salir con un amigo, no tardo.
No se nota ni un gramo convencida, aún así.
-¿Vas a salir con Freddy?
-No mamá, es un nuevo amigo, pronto te lo presentaré.
O eso espero. Desearía en estos momentos tener el valor de decirle que su hijo está enamorado de un chico y que es muy feliz.
-Cuídate, te espero más tarde.
Me acerco dándole un beso en la mejilla y un fuerte abrazo. En cuanto me doy la vuelta siento aún su mirada, no me queda de otra mas que cruzar la puerta y seguir mi camino. Siento que si se lo cuento al mundo, nada será suficiente, mi madre merece saberlo primero y un día pronto estaré más que listo.
En el camino, me encuentro con Freddy, no me lo esperaba porque en realidad no teníamos un plan juntos.
