🥺 I'll Never Love Again 🥺

164 15 2
                                    

Estoy más débil que nunca, solo siento el tacto de mi madre en mi brazo dándome ánimos para que siga a delante y no me rinda

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Estoy más débil que nunca, solo siento el tacto de mi madre en mi brazo dándome ánimos para que siga a delante y no me rinda. Creo que hasta aquí llegué porque mi cuerpo no responde del todo muy bien. Desearía que todo hubiera terminado diferente, es decir, mi madre me acepta, por fin tengo un novio que amo, hubiera podido casarme y adoptar bellos hijos y vivir plenamente.

-¿Caleb? -pregunto, la voz aún me funciona y eso porque no me he deshidratado del todo.

-No sé donde esté cariño, ya lleva tiempo afuera.

-Quiero buscarlo.

Me levanto un poco para poder sentarme sobre la camilla.

-Cariño, estás muy débil, yo lo haré ¿si? No te preocupes.

Aún así quiero sentarme, he estado tanto tiempo acostado que aseguro que mi espalda ya está llena de moretones. Mi madre me ayuda acomodando la camilla eléctrica para que se suba poco a poco y poder sentarme. No estoy cómodo, quiero que Caleb esté presente, si ya no despertaré después de este día, lo mínimo es que mi chico esté conmigo.

-¿Quieres agua? o ¿te traigo algo?

Niego, quizá ya no estoy nada bien solo una pequeña parte de mí se alegra de que mi madre me esté cuidando, al final le importo.

-¿Me quieres mamá?

Ella se acerca a mí tomando mi mano.

-Por supuesto que te adoro Mason, tú eres mi sueño hecho realidad.

-¿Qué hay de todo lo que piensas de la comunidad?

Ella se nota un poco incómoda con el tema.

-Lo sé, sé que dije muchas cosas horribles...

Lanzo un suspiro, creo que ya he empezado a sentir un nudo en la garganta.

-No sabes cuánto me arrepiento Mason, de haber sabido que eras diferente no hubiera dicho ninguna de esas cosas horribles. Es que nunca lo imaginé, nunca te mostraste, bueno quizá un poco por el hecho de que no te gusta ningún deporte.

Intento reír pero me duele el pecho e incluso comienzo a toser.

-Espero no estés diciendo esto solo por que quizá esté muriendo.

-No claro que no cariño, vas a estar bien, enfermo, sano, yo igual te amo demasiado.

Le creo, a fin de cuentas es mi madre y yo también la quiero muchísimo. Por un momento pensé que jamás lo iba a aceptar, no sé me veía echado de casa, desheredado, viviendo en la calle. Muchas cosas me vinieron a la mente cuando se los dije, y hablando de ello...

-¿Qué hay de papá y mis hermanos?

-Yo me encargaré de ello, es decir, tiene que haber respeto entre la familia, es nuestro principal valor.

Mi Único DeseoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora