Alexis II, el hombre designado para entrenar a Félix, aguardaba dentro de la casa ansioso por el regreso de ambos. Observaba por la ventana cómo el sol se despedía lentamente, dando paso a la tarde. De repente, un gesto instintivo lo llevó a tocarse el pecho, justo sobre su corazón. Se dirigió rápidamente al baño, donde se miró en el espejo y se quitó la camiseta, revelando una marca idéntica a la de Félix, pero de un color diferente. Mientras se vestía de nuevo, con la mente llena de preocupación, se preguntaba qué le estaría sucediendo al joven.
Recorrió la casa en busca de respuestas, observando cómo la luz de la marca en su pecho se intensificaba. Con una mano sobre su pecho, trató de ocultar la brillantez de la marca, pero su confusión solo aumentaba.
—¿Qué está pasando?. —Se cuestionaba en su mente, buscando desesperadamente una explicación.
Con la mente llena de incertidumbre, seguía buscando respuestas, tratando de entender la situación y encontrar una solución.
Mientras corría, atravesó un callejón y emergió en un mercado que ya se estaba desmontando. En el cielo, una luz azul brillaba intensamente. Se apresuró hacia el lugar y quedó sorprendido al ver a la princesa Diana abrazando a Félix, quien se retorcía y se sujetaba la cabeza como si estuviera sufriendo un intenso dolor, gritando con fuerza.
—¿Qué está ocurriendo aquí? —preguntó el hombre mientras se acercaba lentamente.
—M-Maestro... De repente perdió el control... ¿Hay algo que podamos hacer?. —La princesa estaba visiblemente asustada y abrazaba a Félix con más fuerza.
—¡Suelta a ese niño!
Al exclamar, la princesa soltó rápidamente a Félix y el hombre lo tomó del cuello, tirándolo al suelo. Aunque Félix intentaba librarse, le resultaba imposible. El hombre colocó la palma de su mano en la frente de Félix, haciendo que una llama azul, similar al color del cielo, se encendiera mientras se sentaba sobre él. En ese momento, el niño que había aparecido de la nada estaba completamente confundido.
—¿Qué estás haciendo? —preguntó con dudas en voz baja.
—Solo... Estoy tranquilizando al niño... —susurró el hombre.
Félix finalmente se calmó y cayó en un profundo sueño. Alexis, el hombre que lo había tranquilizado, lo recogió y lo cargó en su espalda.
Mientras dormía profundamente, Félix experimentaba un torrente de imágenes en su mente. Se veía a sí mismo siendo sostenido por una mujer, que era claramente su madre, en lo alto de la torre más alta del castillo, contemplando el cielo nocturno. De repente, una bola de fuego en forma de ave explotó en el cielo.
Varios caballeros llegaron a la torre y se llevaron a la mujer y al niño. Mientras escapaban del castillo, los caballeros le entregaron un mechón de cabello a la mujer. En medio del caos, la reina del castillo observaba cómo las casas de los aldeanos ardían, mientras en la distancia un hombre vestido con una túnica negra, que ocultaba su rostro, sacaba una varita y conjuraba un caballo oscuro que los perseguía. Se vislumbraba un ave chocando con el caballo, desapareciendo.
Fuera del castillo, el rey extendía una mano, de la que emanaba humo, con un profundo suspiro.
—¿Es todo lo que tienes?. —Preguntó el rey, visiblemente confundido.
Aquel sujeto con la túnica oscura retrocedió, mordiéndose los labios con odio mientras se alejaba. A medida que se distanciaba, aparecían frente a él varios caballos, con soldados montados sobre ellos.
La mujer que estaba con el bebé se encontraba profundamente confundida. Observó cómo los caballeros que la acompañaban se sacrificaban, quedando rezagados, al igual que su hijo mayor.
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Stray Kids I: Royalty
FantasíaHistoria: 100% Debut: 26/05/2021 Final: 13/04/2023 ***** Carta Lectores: Ser de la realeza no se trata simplemente de tener títulos nobiliarios o disfrutar de lujos desmedidos. Ser un príncipe va más allá de eso; implica enfrentar desafíos, asumir r...