Capítulo 13: Bandido de la taberna.

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Arco II: El verdadero sueño.

Dos meses después:

—¡Más rápido, hazlo! —Darek elevó la voz, visiblemente agitado.

—S-Señor... Esto aún parece imposible... —Félix comenzó a jadear mientras retrocedía, con la vista borrosa. Darek simplemente sonrió y se dirigió hacia un árbol para apoyar su espalda, exhalando profundamente.

—¿Te vas a rendir? —Inquirió Darek.

—N-No... —Murmuró el niño.

—No te escuché...

—¡Dije que no me rendiré!. —Respondió con determinación.

—Eso es lo que quería oír. —Darek asintió con aprobación.

Félix se puso en pie, colocando las manos en las caderas mientras comenzaba a estirarse. Observó el río con detenimiento, se acercó lentamente para contemplar su reflejo. —¿La princesa Diana estará bien?

—Apenas se fue hace una semana. ¿Por qué no habría de estarlo? Está en su hogar.

—Sí, pero...

La pregunta de Félix fue interrumpida por una voz familiar. —¿Cómo va su entrenamiento? —inquirió la voz.

—El joven ha progresado bastante. —Respondió rápidamente Darek.

—¡Eso es estupendo!. —Exclamó la voz con emoción, mientras se acercaba lentamente por detrás de Félix, quien estaba sentado junto al río, contemplando su reflejo.

Félix alzó la mirada al reconocer a la persona que se acercaba, dibujando una sonrisa de alegría. —Claro que sí, hermano.

Se puso de pie, estirándose para aliviar la tensión en su espalda. Frente a él estaba Alexis, su hermano mayor, sosteniendo dos botellas de cuero en su brazo extendido. Le entregó una a Félix y la otra a Darek, exhalando profundamente.

—Tengo buenas noticias. —Anunció Alexis, dirigiendo su atención a su hermano menor.

—¿Qué noticias son esas?. —Inquirió Félix, dando un sorbo a su botella mientras mantenía la mirada fija en su hermano mayor.

—Dentro de unos días iremos de visita al reino mariposa —anunció Alexis.

Félix se atragantó con el agua que acababa de beber y giró la cabeza, comenzando a toser. —¿No es un poco repentino? La princesa dijo que nos llamaría para la fiesta de primavera.

Alexis suspiró, observando a su hermano menor. —Sí, pero los miembros de la realeza suelen recibir noticias antes.

Félix frunció el ceño, confundido, y cruzó los brazos. —Pero yo no soy de la… Oh…

Al notar la vacilación de Félix, Alexis se quedó quieto, mirándolo con curiosidad. —¿Qué ibas a decir?

El niño tomó otro sorbo de su botella y exhaló profundamente. —Solo… Que… olvidé que también soy de la realeza… No importa.

Darek se acercó, terminando su bebida y colgando la botella en su cinturón. —En fin, ¿Podemos irnos? El entrenamiento ha terminado.

Alexis contempló el cielo, teñido de anaranjado por el atardecer, y extendió la palma de la mano hacia el sol, suspirando suavemente. —Sí, ya podemos retirarnos.

Félix estaba radiante de alegría, colgando la cuerda de su botella de agua alrededor de su cuello y ajustándola para que quedara a la altura de su cadera. Alexis tomó un collar y se lo puso a su hermano menor, mientras entregaba otro a Darek. Todos se colocaron los collares y se dispusieron a volar por el cielo, transformados en caballos.

Stray Kids I: RoyaltyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora