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Hyunjin no logro dormir cómodamente por dos noches seguidas, se sentía inquieto y con un fuerte dolor en el pecho. Su lobo interior no lograba encontrar un equilibrio haciéndolo sentir intranquilo y disperso, algo que a decir verdad normalmente nunca sucedía, la mayor parte del tiempo siempre estaba sereno.

Cuando despertó por la mañana a pesar de dormir menos de dos horas el cansancio en su cuerpo pesaba, cree que con una sensación similar haber corrido unas cinco maratones seguidas, era inusual y un poco antinatural. Sin embargo, aun cuando se sentía de esa manera bien sabía que no podía faltar a sus clases más aún cuando últimamente sus calificaciones no eran las mejores.

Con el estómago un tanto revuelto decidió no desayunar esa mañana, comería algo por la tarde o al llegar a clases. Fue directo hacia el baño y tomó un ducha rápida intentando no verse tan demacrado, se supo una sudadera que le había robado a Minho hace un tiempo y sus típicos pantalones negros, encaminándose finalmente hasta su primera clase del día.

Cuando llegó al salón, se extrañó al no encontrar a la persona que todos los días se sentaba a su lado y acostumbraba a ser el primero en llegar, su amigo era muy ordenado y el mejor de la clase. Más que nada porque Changbin debía mantener la beca que con sudor se había ganado.

La clase dio inicio, tan solo cinco minutos antes que el más bajito llegara, Seo era un completo lío todo sudoroso y un tanto agitado.

— ¿Se te han pegado las sabanas? — pregunto, Hyunjin con un tono sarcástico.

Changbin lo miro con molestia, sin contestar nada ante las constantes risitas del más alto. Aunque lo molestara, Hwang a pesar de todo lo entendía, Changbin trabajaba con esfuerzo y dedicación todas sus tardes para ayudar a su familia con los gastos de la casa, era un hijo ejemplar y sin duda el mejor amigo, era normal que sesintiera un tanto cansado de vez en cuando.

Las clases siguieron su curso normal, de una manera un tanto rápida y ya para la hora del almuerzo, como era costumbre no comieron en el comedor de la Universidad.

— Hyung debe estar en su turno —habló Changbin, mientras caminaba a paso rápido.

Jaebeom era seguramente la persona con el corazón más puro que Hyunjin pudo haber conocido, el mayor trabajaba en una acogedor restaurante de comida China que quedaba a unas cuantas calles de su instituto. Changbin fue su canal de conexión, ya que con este eran muy buenos amigos de hecho con su ayuda, el más bajito logró conseguir su actual trabajo. Sin duda era un gran ejemplo a seguir para cualquiera, sabía que la razón de toda su dedicación se basaba en que Beom trabajaba con un amor y una dedicación inmensa para así poder pagar la colegiatura de su hermano menor (apesar de no verlo mucho por su arduo trabajo ) Del mismo modo, era la persona más amable y sencilla del mundo y prefería la felicidad de muchos antes que la suya.

— Pensé que no vendrían — sonrió, al verlos entrar al lugar.

— ¿Y comer la comida insípida de la cafetería? — Changbin lo miro asqueado, haciendo que el mayor solo comenzará a reír.

— Por cierto, — mencionó — pensé que Jae hyung, estaría aquí —  Hyunjin cambió de tema, al no ver a su mayor por ningún lugar.

— Ha comenzado el festival cultural en la escuela donde trabaja, tiene que pasar mucho tiempo con sus alumnos del club de canto — contestó, Beom algo apagado.

Hasta donde Hyunjin sabía, el mayor conoció a su omega hace tan solo unos dos años gracias al club de canto que Youngjae impartía en un instituto donde usualmente hacía su trabajo comunal. instituto al cual en su tiempo fue su hermano menor.

Changbin asintió comprendiendo la situación — Aunque tampoco he podido ver a Innie últimamente —  acotó tomando del refresco que el de lentes le pasaba — No ha pasado por la cafetería.

— ¿Innie? —  Hyunjin se atrevió a preguntar, antes de que Jaebeom contestará.

—  El hermano de Jay B hyung —  aclaro el más bajito. Hwang sabía de su existencia pero esta era la primera vez que escuchaba directamente su apodo.

Así ambos, volvieron  su mirada al mayor, observando su semblante pensativo — Tampoco me he podido comunicarme con él últimamente —  dijo pensativo.

—  Tal vez este muy ocupado con su instituto, no te preocupes — agregó, Changbin tratando de calmarlo. Sabía que Jeongin era todo para su mayor y el simple hecho de pensar que algo malo puede estarle pasando acabaría en segundos con su felicidad.

Jaebeom asintió para continuar con tranquilidad su trabajo y Changbin procedió a comer lo que había encargado. Sin embargo de los dos, el único que no puedo concéntrese plenamente bien en su comida fue el más alto, porque desde el momento en el que el nombre de Jeongin fue mencionado Hyunjin sintió algo bastante irregular. Su respiración fue difícil de mantener por varios segundos y la sed de su garganta fue en aumento.

Cuando se despidió de sus amigos para regresar a su dormitorio, no encontró a Minho en el lugar, todo estaba ordenado como usualmente le gustaba pero no habían rastros de que estuviera por casa.

Posiblemente este con Jisung, pensó.

Así que tirando su mochila al sofá que se encontraba en la entrada y tomando una de las botellas con agua fría que guardaban en la heladera, Hyunjin se encaminó hasta su habitación. Una sed insaciable lo llevaba molestado desde que salió del restaurante y por más vasos de agua que había tomado aún lo seguía incomodando; abrió la botella y bebió el líquido con rapidez, queriendo quitar después de ello su sudadera ante el calor excesivo que comenzó a sentir casi de la nada.

No obstante un dolor punzante en su estómago fue más rápido, llamando su atención cuando decidió correr hasta el baño y vomitar toda la comida de su almuerzo. Sintiendo a cada segundo su cuerpo un poco más pesado, Hyunjin resbalo su espalda por la pared del baño hasta quedar sentado en el frío suelo.

Hasta sentirse cansado, como si estuviera enfermando.

Mint ஜ HyuninDonde viven las historias. Descúbrelo ahora