Mint ஜ Hyunin

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La siguiente semana había sido sin duda, la peor en todos los años de vida del chico de apellido Hwang.

Si ya llevaba unos días constantemente cansado ahora, no lograba mantener su cuerpo en pie por mucho tiempo; su cabeza le pedía a gritos mantenerse descansado, pero por más de que quisiera seguir su consejo, le era prácticamente imposible con todos sus pendientes por hacer.

Normalmente, a pesar de no ser un chico muy activo, tampoco consideraba que tenía una pésima condición física,  por lo cual nunca había tenido  que exprrimentar una sensación parecida; todo era tan agotador, que hasta caminar para abrir la puerta de su departamento y recibir el paquete de comida le costó como nunca antes.

Sumado a ello,  si físicamente ya se sentia mal, la situación en la que se encontraba emocionalmente tampoco era era mucha ayuda. Quizás era un poco drástico y dramático decir que se encontraba con el corazón destrozado, pero es que la poca o hasta casi nula comunicación que había tenido con Changbin toda aquella semana ha afectado mucho su estado.

Se habían convertido en algo parecido a dos desconocidos, Seo sólo le dirigía la palabra cuando era estrictamente necesario y generalmente aquello era por temas de trabajo.

Cuando Hyunjin llegó a casa después de clases a su departamento, camino de forma rápida hasta su habitación. Tanto Lee como Jisung se encontraban en la sala principal y a pesar de que sus amigos le dijeron que se sentara con ellos a comer los postres que el mayor había comprado, el más alto decidió seguir directo, no quería ser un mal tercio y mucho menos se encontraba dispuesto.

Hyunjin rápidamente se tiro en su cama mientras sacaba su teléfono del bolsillo trasero. El reflejo de este contra su piel antes de encenderlo, dejó ver el inmenso tatuaje que recorría su cuello. Hyunjin paso uno de sus dedos recorriendo cada flor del sendero, dando un leve suspiro cuando llegó a los tonos negros.

"Perdoname" susurró.Puede que sus palabras no tuvieran valor, pero era todo lo que se le ocurria decir en un momento así.

Tener eso en su piel no significaba únicamente un cambio físico en su cuerpo sino, que comenzaba afectar emocionalmente su vida diaria. Los tatuajes no eran algo poco común dentro de la sociedad,  sin embargo si aquellos relativos a cualquier tipo de flor. No todas las personas sabían de que se trataba o acerca de esta enfermedad,  pero si existian personas en la calle  que lo miraban de reojo casi como juzgandolo.

De hecho este fue el motivo por el cual Hyunjin los primero dias pensó en taparlo, pero la verdad estaba harto de tener que maquillarlo. Y si la vida decidió que era su castigo, tenía que poder afrontarlo.

Aun así, el de de cabellos cenizos paso toda aquella semana culpandose por ello, cada vez que tenía la oportunidad de verse en algun reflejo hasta el punto de sentirse molesto, como odiandose a si mismo por ser el causante principal de toda la situación.

Aquella misma semana también investigo sobre lo que estaba padeciendo y se sintió aún peor al saber que el omega era el que sufría más de los dos.

Por que justo lo que marcaba su piel, era lo que a su omega  le crecía en el cuerpo.

Dos golpes en la puerta lo sacaron de sus pensamientos y antes de que Hyunjin pudiera impedir el ingreso de la persona que efectuaba el gesto, Minho ya había entrado al dormitorio casi por completo.

—  Perdona la intromisión —  habló el mayor, el alto  paso rápidamente a sentarse en su cama.

— Te dije que estoy bien, hyung — no quería ser grosero, pero era obvio a lo que el contrario venía  —  Vete a estar con Jisung, no dejes a la ardilla sola por casa.

Minho río y camino hasta sentarse cerca del menor.

— Sung ya se fue.

Hyunjin lo miro y suspiro avergonzado a sabiendas de que quizás su ida había sido por que Minho se lo habia pedido. Odiaba tener que ser una carga para sus amigos.

— A pesar de todo, es muy bonito —  hablo el castaño despues de un corto silencio.

Hwang lo miro curioso sin entender y el rubio no hizo más que alargar su mano hasta tocar la tinta que recorría su piel.

—  ¿Consideras que es bonita la marca que simboliza la muerte de alguien? — inmediatamente, Minho alejo su mano quedándose en silencio — Porque esto es la prueba de que no merezco el amor que me tiene.

— Y no niego lo obvio —  Hyunjin se acurruco más en su cama —  ¿Pero si entiendes que puedes cambiar su futuro?... Nada esta dictado hasta que tu te dignes hacer algo.

— Para hacer algo tendría que amarlo, Minho — Hyunjin contesta — Y no es algo que estoy dispuesto hacer.

El mayor lo miró y suspiro asintiendo, parecía estar intentando pensar en que decir.

— De todas maneras, solo revisa constantemente que ninguna de las flores de tu piel oscurezca — dice, mientras se levanta de la cama para caminar hacia la puerta de la habitación  — No seas egoísta — Hyunjin se mantuvo en silencio  — Y sigue los consejos de Changbin...

El menor inmediatamente levantó su vista hasta topar con la del chico que lo miraba con compasión.

— Él siempre dice que aquellos que creen en el amor están destinados a encontrarlo.

🍃

Seungmin se recargo en la ventana de su bus escolar en busca de un poco de calma, los últimos días habían estado llenos de tantos sucesos que mentalmente necesita un respiro. Aun asi, había decidido regresar a su casa para cambiar su uniforme antes de ir hasta el hospital.

Por más de que quisiera la solicitud que le pidió al colegio para cuidar de su mejor amigo fue denegada no era su padre, ni su tutor legal; así que había tenido que estar viendo la manera de poder cumplir entre ambas cosas y viajar para no dejar al menor solo.

Dio un leve suspiro al observar como las gotas comenzaban a caer con irregularidad y sacó su sombrilla al llegar a la parada donde se debería bajar. Entre todo y sus pensamientos a lo largo, logró determinar a una  figura recargada en la puerta de su departamento que llamó sin duda su atención

Seungmin comenzó acercarse con curiosidad hasta que finalmente una de sus peores pesadilla se hizo realidad.

— ¿Hyung? —preguntó el pelirrojo algo confuso  — ¿Que haces aquí?

El mayor atendió a su llamado con una gran sonrisa.

— Min — Jae alzó la mano y saludo  — Hoy me dieron el turno libre de la tarde — comenzó a relatar —Pase a ver a Innie.

Seungmin trago grueso y comenzó a sentir la angustia recorrer su cuerpo.

—   ¿No viene contigo?

— Este bueno... Jeongin... eh tuvo que quedarse en el club — el menor m busca rápidamente alguna excusa con la cual poder mentir —  No se a que horas regresará hyung, pero yo de ti no lo esperaría.

Jaebeom apesar de no recordar que su hermano estuviera en algun club escolar, solamente asintió con una ligera "o" que pronunciaba su boca.

—  Pero no te preocupes Seung — el azabache sonrie alegre —  Vine a quedarme con ustedes hasta tarde.

— ¿Qué?

— Si, ¿Pasa algo? — preguntó dudoso.

— Eh, no solo... — Seungmin corto su hablar tenso, abriendo la puerta del departamento. Jae lo seguía a sus espaldas.

—  Espero tengas hambre, ¡Compre pollo! —  el de cabellos oscuros mencionó levantando ambas bolsas con alimentos.

Y para ese momento, Seungmin no tuvo mas opcion que dar un fuerte suspiro antes de decir:

— Hyung... tenemos que hablar.