13

542 87 10
                                    

Para el mayor de los Yang conciliar el sueño las últimas noches fue una cuestión casi imposible. Si no hubiera sido porque tuvo que llamar a su novio para que viniera a tranquilizarlo, es probable que no lo hubiera logrado.

Decir que estaba asustado era sin duda poco para todos los problemas que creía comenzar a tener a causa de la situación de su hermano. Jaebeom se mantenía estresado; tanto de pensar en lo grave que era todo, como de pelear con el menor.

Y es que su: "No me voy a operar" fue la respuesta menos esperada, pero más clara que recibió.

La cual sin duda, fue la causante de crear una fuerte discusión que se dio dentro de aquellas cuatro paredes, pero es que Jae no lo entendía, ¿Porque estaban peleando por algo que para él tenía una solución tan sencilla?

—¿Hoy tampoco vas a dirigirme la palabra? —cuestionó al levantarse y  encontrar al menor haciendo el desayuno.

Jeongin suspiro con pesadez sin mirarlo, sirviendo la comida en ambos platos de la mesa.

—Eso depende de ti —Soltó, tomando asiento con la mirada en su teléfono.

— ¿No te parece que no me ha quedado más opción qué aceptarlo?

— No lo hace — contesta, rápidamente — Tienes que ser claro.

El pelinegro llevaba ya tres días en su casa despues de ser dado de alta en el hospital y a decir verdad, aquello no era tan malo. No obstante, Jae no lo había dejado volver a su instituto ya que según él, sería aún muy riesgoso en su condición. Él se encargaría de sus medicinas y de cuidarlo día con día; con bastante ayuda de Seungmin, claro.

Sin embargo, aunque en parte era bueno ser atendido en su condición, significaba tener que aguantar las caras de preocupación de su hermano y el claro gesto de desacuerdo respecto a su decisión, pero es que Jaebeom apesar de que entendía que no podía actuar en contra de lo que quería su hermano por más de que no le pareciera ya que al final de cuentas no era su vida, se mantenia sumamente preocupado.

— No voy a decir que estoy de acuerdo — Jaebeom es honesto — Pero no me referiré más a ese tema si es lo que quieres.

Jeongin bajo la mirada de su teléfono.
Sin embargo, antes de poder hablar para referirse al tema, el contrario había levantando la mano hasta su frente tocando el área

— Hoy estas menos caliente que ayer —  afirmo el mayor y esa era la señal de que lo mejor sería cambiar de tema.

No es que a Jae no le importara lo que diría el de cabellos oscuros, pero era muy temprano para entrar en discusión y por sus ultimas palabras estaba claro que era lo que menos quería. Prefería centrar su atencion en saber el estado de su hermano y a Jeongin la verdad, es que el cambio no llegaba a molestarlo, prefería dejarlo también así.

— ¿Cómo te sientes?

El menor sonrió sutilmente antes de contestar.

—La verdad últimamente me siento mejor — respondió sin ningún indicio de mentira, Jeongin por primera vez se encontra bien.

Por alguna razón su cuerpo se sentía menos agotado y pesado, llegado a vomitar cuatro veces como mucho en el día, quería llegar a creer que los medicamentos por fin hacían realmente efecto en su cuerpo, si bien todavía crecían dentro de él las espinas parecía que en menor medida.

No obstante, debía aceptar que una parte de él, esperaba con todas las fuerzas de su corazón que aquello no fuera el resultado de solo las pastillas.

Por su parte, el mayor dejó ver una de sus grandes sonrisas, aliviado de alguna manera por la salud de su hermano. Odiaba saber que verdaderamente no podía hacer mucho por salvarlo.

Mint ஜ HyuninDonde viven las historias. Descúbrelo ahora