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El sonido de la lluvia del exterior junto a la suave brisa que entraba por los pequeños agujeros de casa lo hizo acurrucarse más entre sus sabanas. Se encontraba solo en casa viendo de reojo una de las películas que Seungmin le recomendo, aunque no sabía realmente de que iba al estar prestandole especial atención en video juego de su teléfono.

Jeongin estaba aburrido, cada día parecía seguir la misma rutina dentro de casa, donde le era casi imposible encontrar nueva o interesante tarea que hacer, anhelaba y era lo que más le gustaba cuando podía estar hablando con alguien, pero para su desgracia, el mayor le había dicho que quizás no podría llegar hoy por la tarde y a decir verdad se encontraba decepcionado, necesitaba aunque fuera por un momento su compañía.

Agobiado y fatigado, se levanto del sillón por algo de comer, no obstante casi al instante el timbre de la puerta principal llamo su atención, la lluvia había comenzado a disminuir, pero no recuerda haber pedido algún paquete por lo que a paso rápido, camino para abrir expectante de que se trataba.

Con velocidad quito el seguro y abrió la puerta para observar como rápidamente un chico entraba en el lugar.

—¿Qué haces aquí? —cuestionó, el estado del contrario no era el mejor, parecía que su sombrilla no había hecho mucho por protegerlo.

Seungmin quito su chaqueta y sacudió el agua de su cabello

—¿Qué crees tu? — refutó — Sabía que si no venía te enojarias conmigo, y me llamarías toda la tarde reclamandome, eres como un niño pequeño.

Jeongin río y rápidamente le entregó un pequeño pañuelo para que se secara un poco.

—Me halaga saber que soy tan importante.

Kim le hecho una mirada rápida.

— Eres un estúpido.

Sin importarle si aún seguía mojado, con una pequeña risita, el menor abrazo a su amigo. Le era reconfortante saber que el contrario se encontraba allí por él, el pelirrojo sin dudas era todo lo que necesitaba para sentirse mejor en segundos.

— ¿Jaebeom, sabe qué estas aquí?

Seungmin negó.

— Ni siquiera tenía planeado venir, pero al final del día el profesor Wang me llamó diciendo que realmente no tenía por qué hacer su examen, mis notas ya eran suficientes para pasar su materia.

— Tengo un nerd como amigo — sentenció.

Seungmin rodó los ojos.

—No esperaba que dijeras menos —aún abrazado a Jeongin, Seungmin cambio de posición rodeandolo ahora por la espalda para caminar en rumbo a la sala de la habitación.

—Cualquier momento es bueno para molestarte.

—No tienes remedio, Jeongin — murmuró ya soltandolo para arrecostarse a su lado.

El menor lo miro divertido y con una de sus sonrisas hizo el mundo de Seungmin caerle encima. Su corazón latía a paso acelerando, aunque buscará detenerlo y cambiarlo; Seungmin era consciente de que en esta vida, el menor jamás llegaría amarlo.

—Sabes... — Llamó

—¿Uhm?

— Últimamente no hueles a ti.

Jeongin lo miro curioso mientras intentaba cambiar la película.

—¿A que te refieres?

—Tu olor de omega —contestó — Usualmente es muy fuerte y bastante agradable, olor a menta, no es la típica esencia de omega dulce, pero ya no se
siente tan intenso.

Mint ஜ HyuninDonde viven las historias. Descúbrelo ahora