19│Simplemente DoYoung

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Esa mañana despertó más temprano de lo usual y nadie puede culparlo por eso, así como no pueden culparlo de estar ahí en esa cama, subiendo sigilosamente hasta quedar prendado como un osito koala abrazando a Johnny.

DoYoung recarga la mejilla en el pecho del mayor, mientras con los ojitos cerrados olfatea como un cachorro el cuello y cabello de Papi, intentando hacerlo despertar. No funciona, pero no se rinde y acompaña su labor con pequeños ruidos que asemejan un perrito llorando, hasta que por fin Johnny da indicios de despertar y lo hace con una gran sonrisa, aunque sinceramente confundido.

-Papi, necesito algo.

Adormilado, Johnny responde-. ¿Qué pasa, mi amor?

-Dije que necesito algo.

Johnny abre un poquito más los ojos, ahora mirando como en su pecho hay un cachorrito que se acurruca contra su cuerpo.

-¿Qué necesitas?

El pequeño no detiene sus acciones, ahora buscando ser acurrucado entre los brazos que pronto lo rodean, como una acción inconsciente que sin embargo, siempre encaja a la perfección. DoYoung no trastabilla ni un poco en su respuesta, formulada de unos pequeños labios abultados y con la voz bajita:

-Atención.

⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀

(...)

⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀

-¡Papi, Papi!

Johnny alza la vista de los reportes entre sus manos, dejando de lado momentáneamente todo lo que esas hojas pudieran informarle para mirar como por la puerta del estudio entra corriendo un pequeño con cabello de algodón de azúcar. Las gafas de lectura se le resbalan por la nariz y Johnny empuja ligeramente estas hacia arriba, sin quitarle la mirada de encima a DoYoung.

-Dime, mi cielo.

Agitado, el menor respira con dificultad, de pie frente a Johnny quien espera su respuesta con un montón de hojas entre las manos. DoYoung toma mucho aire y con toda la convicción que tiene, habla.

-Encontré, algo que es tuyo.

Johnny alza una ceja, curioso-. ¿Ah, sí? -DoYoung asiente con la cabecita-. ¿Y qué es?

Por un momento, el menor no se mueve ni habla, Johnny mirando fijamente a Johnny. Una pequeña sonrisa escapa de sus labios y contra todo pronóstico, DoYoung se señala con un dedo antes de gritar:

-¡Soy yoooo!

⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀

(...)

⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀

-Papi.

-¿Sí, bebé?

-Papi.

-Dime, cielo.

-Papi.

Johnny aparta su atención de la computadora donde previamente trabajaba para encontrar a DoYoung sentado en el suelo bajo su escritorio, mirándolo hacia arriba y con las manos jalando hacia abajo la tela de su camiseta.

-¿Qué estás haciendo ahí, conejito?

DoYoung cubre con ambas manos sus labios, intentando esconder una risa que lo traiciona.

-Estoy tramando un malvado plan...

-Pero si tú eres un ángel, ¿qué tan malvado puede ser lo que hagas? -tira hacia atrás de la silla, para ponerse de pie y tomar entre sus brazos al pequeño castaño que le rodea la cadera con las piernas, haciendo que por fin Johnny entienda el malvado plan.

-DoYoung...

-¿Sí, Papi?

Johnny traga saliva-. ¿Por qué no traes bóxer?

Unos pequeños labios se cierran alrededor de su cuello, haciendo estremecer a Johnny quien debe sujetar a DoYoung con fuerza si no quiere que ambos lleguen al suelo por culpa de los temblores en sus piernas.

DoYoung susurra quedito contra su oído-. Es parte de mi malvado plan para alejarte del trabajo...

Daddy's Little Boy│JohnDo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora