Daddy's Little Boy│JohnDo

21│Pequeño (Parte 2)

Pocas cosas se aprecian en la vida del modo que deberían. Una de ellas es sin duda la sonrisa de una madre, el calor de sus brazos después de tiempo separados y la paz que genera ser tomado entre ellos.

DoYoung inspira el aroma dulce de su madre mientras la abraza con fuerza, sintiéndose con tan solo ese gesto desinteresado y de amor puro, en casa

-Mi hombrecito... -lo mira con fervor, despejando con sus manos el cabello que se le pega a la frente, cosa que aparentemente después de tanto tiempo no deja de sucederle.

-Hola mamá -abrumado y con una enorme sonrisa, DoYoung se deja hacer quedamente por su madre, quien debe ponerse de puntitas para alcanzarlo.

De pie en el marco de la puerta, Johnny observa la cálida escena en silencio, con una suave sonrisa en los labios. La señora Kim es siempre muy dulce cuando ve a su hijo, no importa cuánto tiempo haya pasado desde la última vez ella siempre lo recibirá con un fuerte abrazo y muchos mimos.

-Johnny querido, ven, ven aquí -lo llama con los brazos extendidos y, a pesar de que es una mujer pequeña y delgada, Johnny se acerca de la misma forma para ser abrazado.

-Señora Kim, siempre es un gusto verla..

-Pues deberían darse ese gusto más seguido -con los brazos en jarras y el ceño ligeramente contraído, la madre de DoYoung señala hacia el techo, acusadoramente-.¡Hace mucho tiempo que no me visitan!

Ambos comparten suaves sonrisas cómplices, apenas Johnny tocando el hombro de DoYoung mientras su madre da media vuelta entrando a la casa-. Hemos estado algo... ocupados.

-Trabajan demasiado, ese es el problema -caminando hacia la sala de estar, la madre de DoYoung continúa su ya clásica letanía de todas las visitas-. Mucho trabajo para ver a Eomma, ¿eh?

DoYoung apresura unos pasos hacia su madre, a quien abraza por la espalda fuertemente, dejando su barbilla recargada en el hombro de ella-. Aaah, mamá, no digas esas cosas. Te amamos y nos encanta verte -con una gran sonrisa, DoYoung mira hacia atrás donde Johnny avanza a pasos calmos-. ¿Verdad, amor?

Johnny detiene su andar por un momento, totalmente tomado por sorpresa. Una pequeña muestra de afecto, casi sin pensarlo y sin embargo, fue capaz DoYoung de desetabilizar todo su sistema. Incapaz de hablar, Johnny asiente a tropezones.

-Ah...sí -se aclara la garganta, metiendo incómodamente las manos a los bolsillos de su saco.

Una vez llegando al comedor, en la mesa están sentados los miembros de la familia del futuro esposo de su madre. Son al menos 10 personas y la ansiedad comienza a apoderarse de su cuerpo, sintiendo como de repente la corbata le aprieta demasiado el cuello, el suelo se siente demasiado hondo y el sudor frío le recorre el cuello. DoYoung traga saliva y se lleva el dedo índice por inercia al cuello jalando de la camisa hacia afuera, cuando el suave toque de la mano de Johnny lo tranquiliza, logrando que el aire le vuelva a los pulmones.

-Hey -una dulce sonrisa y una caricia por la espalda-, puedes hacerlo, estoy contigo, ¿de acuerdo?

DoYoung asiente, con una pequeña sonrisa en los labios.

-Por favor, tomen asiento -la señora Kim los llama, con una bandeja de estofado en las manos, colocándola sobre la mesa.

Johnny toma del meñique al castaño y así avanzan hasta la mesa, recorriendo el mayor la silla para el pequeño quien toma asiento diligentemente sin quitarle los ojos de encima a Papi, hasta que este se sienta a su lado en el comedor.

-Él es mi hijo, DoYoung -lo presenta su madre, orgullosa, dirigiéndose a los presentes en la mesa. El castaño asiente con una sonrisa y una venia educada-. Y él es Johnny, su novio.