Francesca
10 de Diciembre, 6:48 AM
"Se siente el aire navideño" (8/8)
El frio cala entre mis piernas por el vestido negro, los chicos están a mi lado, y con los chicos me refiero a todos en general. Lucc, Argelis, Andruiws, Víctor, Yrmarys, Daniel, Andrea, Javier e incluso Daniela. Todos de negro, posandonos de frente hacia el padre, quien está al lado del agujero donde estará la caja vacía, solo por darle un supuesto lugar para descansar a Reyder.
Uno pensaría que un padre estaría destrozado por la muerte de su hijo, pero los padres de Reyder están completamente indiferentes, tiesos como rocas y sin ninguna imperfección en ellos. El padre pide la palabra y empieza a bendecir el supuesto cuerpo de mi chico, para luego pedirme que me acerque a dedicar unas palabras, todos me miran directamente, esperando que empiece a hablar.
-Me pregunto que pensaría Reyder al vernos llorar ante una caja vacía- Empiezo yo, y los padres de Reyder me miran incrédulos -El siempre decía que quería ser cremado, y que sus cenizas fueran esparcidas en su lugar favorito, pero claro, los deseos de un chico que se perdió no son válidos. Reyder no se perdió, fue expuesto a cosas que sus padres pudieron detener, pero ya ellos daban a su hijo por perdido, ¿Quieren saber algo?, Yo siempre dije que daría mi vida por la de el, pero que irónica es la vida, haciendo que el de la suya por la mía- La cara de su madre cambia totalmente, mirándome con sorpresa, al parecer no sabía -Solo para que lo sepan, no derrame ni una lágrima no porque el no me importe, si no porque el no querría que yo llore frente a una caja vacía, gracias por su atención- Termino yo, soltando la rosa blanca que traje dentro de la caja. Poco a poco las personas fueron acercándose al agujero, soltando sus flores, al igual que los chicos, posicionándose a mi lado uno por uno.
Lucc toma mi mano, y me mira con una sonrisa débil, solo haciendo que me salga lo mismo, una sonrisa débil...
Los momentos bonitos juntos pasan por mi mente sin parar en el camino a casa, torturandome cada vez más, haciendo que mis ánimos cada vez recaigan más en la depresión que me causa saber que no tendré sus abrazos de nuevo, sus juegos, sus consejos, su sonrisa, no lo volveré a tener a él...
Al llegar a casa, mi mamá está al teléfono con el seguro, intentando cobrar lo del incidente. Necesita recuperar su establecimiento cuanto antes, estamos en diciembre y muchas familias dependen de las ganancias de esta cadena, lo bueno es que aún tenemos la mas productora, la de lechería, pero ni con esa es suficiente.
Paso a mi cuarto rápidamente y me siento en la cama con las piernas cruzadas. Recibo un recordatorio de mi calendario, diciéndome que en dos meses empiezo la universidad, pero está vez no si se entraré, la carga que tengo en mi es tan pesada que solo se soltar lágrimas en cada momento.
Entro a la galería de mi celular, y busco la carpeta de fotos de ambos, la cual nunca he borrado, y dudo que lo haga algún día. Miro nuestras fotos juntos, nuestras caras graciosas, nuestros besos, nuestros más bonitos momentos, torturandome cada vez más, sacandome cada vez más lágrimas. Veo los videos de nuestras citas, viendo la sonrisa que se le escapaba cada que me veía sonreír también, y como me miraba cuando empezaba a bailar como loca.
Te voy a extrañar tanto, maldita sea Reyder...
-Te prometí seguir, hacer mi vida, pero justo ahora eso es demasiado difícil, ¿Cómo voy a seguir una vida sin ti?...- Menciono yo, recostandome de lado en la almohada. Escucho una voz demasiado conocida en mi sala, pero no me atrevo a salir por más que quiera verlo, y sinceramente no quiero ver a nadie ahora.
Alguien entra en mi cuarto con cuidado, sentandose en la esquina de mi cama, imagino esperando a que diga algo, a qué de una señal de que estoy viva aunque en este momento no quiero estarlo.
-Fran...- Musita el, por lo bajo.
-Gabriel, no quiero ver a nadie...- Refutó yo, cerrando el tema, el calla por un segundo, pero su movimiento siguiente desencadenó una muy fuerte ola de sentimientos. Se recuesta a mi lado desde mi espalda, abrazándome, haciendo que mis lágrimas empiecen a salir sin problemas, desgarrando mi voz en cada sollozo...
-Aqui estoy Fran, suéltalo todo...- Musita el, con cautela y yo me volteo para refugiarme en su cuerpo, siento su calor relajándome tanto y haciéndome caer en un sueño de cansancio tan urgente que lo hago rápidamente, bajo sus leves caricias.
Lucc
El poder del destino se extiende a tales niveles que aveces solo me quedo estático al pensar en ello. La vida me ha quitado a dos amigos sin problemas, dejándome sin una pizca de lágrimas en ambas ocasiones, y aunque las almas no mueren, su energía poco a poco se desvanece. Solo quisiera haber pasado más tiempo con el, lamento no estar en sus momentos difíciles y solo espero que esté en un lugar mejor, ya sea arriba o abajo.
Me siento en el mueble de mi sala y mis padres me miran mientras tomo mi café con calma.
-No quiero que vuelvas a trabajar ahí- Comenta mi madre viendo su teléfono.
-Aun así volveré- Respondo yo, haciendo lo mismo que ella.
-Lo se, y agradezco que quieras ayudarnos, pero es demasiado peligroso, esas instalaciones no volverán a ser las mismas- Refuta ella con firmeza.
-Exactamente, no serán las mismas, porque serán mejores, ya me cansé de que duden de mis decisiones- Termino la discusión, y ella me mira con una mirada rara, no distingo la emoción que transmite.
Termino mi café y dejo la taza en el lavavajillas, y al acostarme en mi cama, recibo un mensaje de Samuel, diciendo que si quiero salir con el, aunque al principio dudo de salir en estos momentos, pero luego me recuerdo que debo distraerme y que a Reyder no le gustaría que estuviera así por mucho tiempo.
Aviso a mi mamá, quien me da el visto bueno y me dispongo a vestirme lo más rápido posible. Al terminar, tomo mis llaves y mis audífonos antes de bajar las escaleras de dos en dos, llegando rápidamente al auto de Samuel, y el me recibe con un abrazo fuerte y grande.
-Pensé que te había perdido- Comenta el con amor, y yo solo lo miro directamente, antes de besar su mentón sin intenciones amorosas.
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Bueno mis Viboritas, llegamos al final del maratón también final de este libro. Estamos ante los últimos 6 capitulos de este libro, espero que les haya gustado y por favor, voten en sus favoritos.
Afemex Fuera, Viboritas 😔
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Diario de un homosexual
Teen FictionUna piscina, 5 amigos, dos chicas, dos chicos y yo ¿Se escucha normal, cierto? Pues ese día no fue nada normal, para mí ese día cambio cada parte de mi vida, dándole un toque de color, pero claro que este día no pudo haber cambiado nada si el no hub...