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"𝙍𝙤𝙢𝙚𝙤 𝙮 𝙅𝙪𝙡𝙞𝙚𝙩𝙖"




Volvimos al lugar de aquella vez, ya se estaba haciendo nuestro favorito, cada que Sebastián tenía tiempo libre, íbamos a bailar, esas clases que le prometí valieron la pena, pues conforme pasaban los días, los pasos de Sebas iban mejorando.

Aquí estábamos riéndonos de nosotros mismos por perder el paso, noches como esta me ayudado bastante, pues me hace olvidar de mis problemas, por una vez en la vida me siento plenamente feliz, y eso es gracias a Sebastián.

— ¿Que tanto piensas? — bailabamos al ritmo de "deja vu", sonreí.

— En que, gracias a ti, ahora mis días son más felices — lo mire.

— Y los míos igual, gracias por dejarme un espacio en tu vida.


No sabía que responderle, me límite a sonreír, nunca imaginé estar así con él, que con solo su presencia me llena de paz y tranquilidad.

— Chingado, quiero besarte, pero solo de pensar que me lo negaras me...


No deje que terminará, fui yo quien comenzó aquel beso, sentía la necesidad de hacerlo, de probar sus labios.


— Carajo! Se siente tan bien — reí y me separé de él.

— Creo que es hora de irnos no crees — jale de su brazo para ir a la mesa.

— Lo que usted diga mi Reyna — tomamos nuestras cosas y salimos de ahí.

Se incorporó a la carrera, en el trayecto no soltaba mi mano, una pequeña parte de mi se sentía feliz, de tal acción; después de varios minutos llegamos a mi departamento, con ayuda de el baje de su carro.

— Otra noche maravillosa a tu lado — me abrazo por la cintura.

— Lo mismo digo — rodé su cuello con mis manos.

Quedamos por unos segundos así sin decir nada, no era para nada incómodo, al contrario me gustaba estar simplemente así.

Será que pueda darme una oportunidad con Sebastián.



— Tengo que irme ya.

— Está bien — Me acerco más a él y deposito un corto beso en mis labios — lo siento tenía que hacerlo.

Rei y me despedí de él, subí a mi departamento, abrí la puerta y todo estaba en completo silenció, supongo Sharon no está, ya se le esta haciendo costumbre no estar a diario.

Camine a mi habitación sin prender las luces.

— Te divertiste con tu noviecito — habló, grite del susto y deje caer mi bolso al suelo.

No podía distinguir quién era, solo podía ver la silueta levantándose del sillón; hasta que prendió la pequeña lámpara.

— Menso me asustaste — dije tocándome el pecho, mi corazón latía como loco.

— Te hice una pregunta — por su tono de voz estaba más que claro lo borracho que estaba.

— No tengo por qué responderte, además tú qué haces aquí, quien te dejo entrar, por qué Sharon no está — hable rápido, tenerlo aquí me ponía los pelos de punta.

— Mi amor tengo llaves — mostró el duplicado que le di cuando se mudo conmigo.

— Ya Jesús, estás borrachisimo, tienes que irte.

— No me iré — se acercó a mi — por qué él — acarició mi mejilla, sus ojos estaban rojos, brillaban a causa de las lágrimas que se acumulaban en ellos — por qué Sebastián.

— ¿Sebastián que? — pregunté sin entender.

— Él y tú tienen tiempo saliendo, a ese maldito bar, donde bailan y ríen, aquel cabron bar donde se besaron hoy — como podía saber eso, lo mire asombrada, sus lágrimas ya se hacían presentes.

— Como sabes eso, además lo que haga no debe por qué importarte, déjame ser feliz como tú lo haces — era yo la que ahora ya tenía sus ojos húmedos.

— Los eh estado siguiendo, y no sabes cómo me encabrona verlos tan juntos, quisiera ir y romperle la madre, al que supuestamente se hace llamar mi amigo.

— No sabes lo que dices, estás muy borracho — me límite a decir, no quería alterarlo más.

— Por que no bailas conmigo como lo haces con él — me tomo de la cintura acercandome más a él.


Hazlo, para que se pueda ir sin ningún problema.

— Si lo hago, te irás — asintió, obviamente no quería que lo hiciera pero mi orgullo es más fuerte.

— Yo escogeré la canción — camino conmigo hacia la sala.

Prendió el pequeño radio que había en el mueble, conectó su teléfono, mientras buscaba la canción, me dedique a mirarlo; podría estar todo el día admirando su belleza.

— Listo — se acercó a mi con dificultad — esa será nuestra canción, siempre que la escuches, recuérdame.

Aún más de lo que ya lo hago?.

Tomo mis caderas, pose mis manos en su cuello, y comenzamos a bailar al ritmo de "Romeo y Julieta" , su aroma tan varonil mezclado con el alcohol era exquisito, no quería mirarlo a los ojos, apoye mi rostro en su pecho, y susurro en mi oído.

— Ni el amor de Romeo y Julieta llegó hacer tan grande, te voy hacer sincero, y confieso no te miento, te extraño... — tarareó la canción, haciendo que Miles de mariposas revolotearan en mi estómago.

Quisiera detener el tiempo, y que esto nunca acabará, por qué tenerlo así, quizá no se vuelva a repetir, para que negar lo que siento por el, por más que trate de odiarlo no puedo, mi amor por el sigue.

— Hay Jesús, en que momento llegamos a esto, pudimos haber echo tantas cosas juntos.

— No sabes cuánto me arrepiento de haberte dejado, te extraño mas que nunca.

— No podemos cambiar nada de lo que paso.

— Te Amo Joselin.

Me separé de él, alce mi rostro para poder mirarlo bien, la canción había acabado, acaricié su rostro.

— Te Amo Jesús.














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Holisssss ✨
Cómo están?
Gracias por su apoyo ❤️
Que tal este cap?
Espero que les guste ❤️

-MoniZuñiga ❤️

𝐃𝐨𝐧'𝐭 𝐒𝐭𝐚𝐫𝐭 𝐍𝐨𝐰 || 𝑱𝒆𝒔𝒖𝒔 𝒂́𝒏𝒈𝒖𝒍𝒐 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora