Capitulo Trece◞魂

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─────     𝐂 𝐀 𝐏 𝐈 𝐓 𝐔 𝐋 𝐎  13     ─────

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—  𝖫𝖺𝗌 𝗊𝗎𝖾𝗆𝖺𝖽𝗎𝗋𝖺𝗌 𝖾𝗇 𝗆𝗂 𝗉𝗂𝖾𝗅  —
私の肌のやけど


— ¿Es en serio? —habló la rubia cruzada de brazos viendo la situación en la que se encontraba.

Ran suspiró agarrando los hombros de la muchacha por su espalda observando la casa donde se esconderían por un lapso de tiempo hasta que las cosas se calmen.

— Sé que la situación no te gusta, pero es lo que tenemos ahora así que por favor conformate.

Ella suspiró y asintió entrando a la casa. Era de madera con paredes de yeso y papel tapiz de flores muy bonitas. Y como decoración, había varios muebles perfectamente cuidados y las alfombras en el suelo le daban el toque acogedor a la vivienda. Inhaló el olor a lavanda que provenía del florero arriba de la mesita mientras notaba como la luz hacía que las cortinas se vean más bonitas.

— No me quejo, es hermoso —sonrió la rubia.

— Que bueno que te guste —habló el peli lila entrando a la casa— porque justo estaba por preguntarte si tenías alguna queja.

— No, no tengo ninguna.

— Bien, sígueme.

Camino delante de ella subiendo por las escaleras de madera. Lo siguió sin ningún problema al segundo piso donde había un pasillo con tres puertas.

— La de la derecha es una habitación, la de la izquierda es otra habitación y la del fondo es el baño superior —se dirigió a la habitación de la derecha abriendo su puerta—. Aquí dormirás.

Frente suyo había una cama de dos plazas, cortinas iguales a las de la sala, una alfombra acogedora y una mesita de luz con una lámpara. La muchacha entró para poder inspeccionar más, y noto el closet. Se acercó para comprar si había ropa y efectivamente estaba habitado de prendas femeninas muy bonitas, además de zapatos.

— Es linda —se giró para ver al mayor— ¿Dónde dormirás?

El por su parte mostró su típica sonrisa carismática apoyándose en el marco de la puerta con los brazos cruzados.

— Dormiré en la otra habitación o ¿Quieres que duerma contigo?

— En la otra habitación estás bien —rió la rubia— creí que estaría sola escondida aquí.

— ¡Ja! Eso ni lo sueñes de mi no te liberas.

La contraria rodó los ojos acercándose a la cama acariciando con sus manos las suaves sábanas. Al comprobar que es suave se tiró sobre está quedando boca arriba. Ran, arqueó una ceja aun mirándola desde el marco de la puerta.

         𝐌𝐔𝗦𝗔◞魂Donde viven las historias. Descúbrelo ahora