───── 𝐌 𝐔 𝐒 𝐀 ─────
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𝖱𝖺𝗇 ╰───── 𝗠𝗨𝗦𝗔 ─────╯ 𝖧𝖺𝗂𝗍𝖺𝗇𝗂
Todo comenzo con una obsesión, y un secuestro. Los problemas del pasado aún están de pie con un nuevo reto o más bien nuevos jue...
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───── 𝐂 𝐀 𝐏 𝐈 𝐓 𝐔 𝐋 𝐎 15 ─────
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— Caso resuelto — 解決したケース
— La idea es alocada, no conocemos al enemigo y ya estamos aquí para discutir al respecto —aclaró Manjiro sentándose en su sitio—. Cómo saben, hace una semana recibimos estos mensajes del enemigo citandonos a un juego, claro, si nos negamos a jugar todo nuestro progreso y seguridad se irá al carajo. Por lo tanto…
— ¿Por lo tanto?
— Vamos a tener que jugar.
El silencio invadió la sala donde solo se encontraban los miembros importantes de la organización. Confundidos sin poder entender el porqué fueron involucrados, sabiendo que se mantenían constantemente con la guardia alta.
— ¿Así y ya? —preguntó mochi arqueando la ceja.
— Así y ya —respondió.
— Y exactamente ¿En qué consiste el juego?
El líder miró a Kakucho mostrándole las tres hojas, dónde se encontraban los tres acertijos. Las depositó sobre la mesa y los importantes asomaron sus cabezas para poder leer.
— Juego 1: Acertijos. Hay que adivinar de qué país proviene cada una de estas tres cartas.
Takeomi fue el primero en agarrar una de ellas y leerla para sí mismo, mientras le daba una calada a su cigarrillo. Antes de hablar exhaló el humo por su boca.
— Está es parte de una canción, la conozco por el mundial de Brasil, de 1950.
— Apoco viviste ese momento —su hermano estaba sorprendido.
— No, no lo viví. Conocí a un hombre que me contó sobre eso hace años.
Mikey agarró la hoja y con un plumón rojo escribió, Brasil.
— Ya tenemos uno ¿Los siguientes?
El siguiente en agarrar fue Kakucho. Leyó con atención el texto y por su expresión se notaba un poco confuso.
— Creo que a esto lo leí en un lado, en un libro puede ser —aclaro el pelinegro volviendo a leer.
Mochi se asomó un poco para poder leer mejor.
— Es uno de historia —pensó en voz alta—. Recuerdo leer ese párrafo en un libro de historia.
— Tienen la tarea de buscar ese libro.
— Entendido jefe —hablaron al unísono.
La última hoja la agarró Sanzu. Ya que, quería ser de utilidad también. Examinó la hoja y cada escritura de ella, llegando al fin a una conclusión.
