───── 𝐌 𝐔 𝐒 𝐀 ─────
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𝖱𝖺𝗇 ╰───── 𝗠𝗨𝗦𝗔 ─────╯ 𝖧𝖺𝗂𝗍𝖺𝗇𝗂
Todo comenzo con una obsesión, y un secuestro. Los problemas del pasado aún están de pie con un nuevo reto o más bien nuevos jue...
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───── 𝐂 𝐀 𝐏 𝐈 𝐓 𝐔 𝐋 𝐎 19 ─────
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— Hormigueo — 混乱
El plan ya estaba hecho, la idea ya estaba dada y los preparativos ya estaban listos. Solo faltaba que la hora inicie para ellos poner el marcha el plan.
Shina vestía con un hermoso vestido elegante negro, abierto en la falda con escote asimétrico. También, en sus brazos unos guantes largos con pulseras de perlas en la muñeca y un collar de perlas en el cuello al igual que sus aretes. Portaba una capa afelpada en cada lado de sus brazos. Y en sus pies unos hermosos zapatos plateados.
Su cabello era peinado por Ludovic quien también la vistió.
—Listo —se alejó un poco viendo su creación— ¡Bellísima!
Shina se levantó de la silla acercándose al espejo viéndose en él. Sonrió al verse tan elegante.
—Nunca creí que me vería vestida así de elegante.
—Es esencial la elegancia en esa fiesta —aclaró—. Tu belleza debe aprovecharse y está es una excelente forma de hacerlo.
—Muchas gracias.
—Oigan —Rindou entró a la habitación— ¿Ya están listos?
—Así es.
—Debemos repasar el plan, vamos a la sala.
Los tres fueron a la sala donde se encontraba Ran. Ambos hermanos también vestían elegantemente con trajes de seda: Ran de un bordo con camisa negra y corbata marrón. Rindou de azul marino con camisa negra y corbata marrón. También, vestidos por Ludovic.
—La idea es que el señor Ludovic entretenga a su amigo y a la gente mientras. Rindou vas a escabullirte al cuarto de seguridad donde están las cámaras y desactiva todo. Ahí, Shina activará la alarma de incendios. Yo y el señor Ludovic impediremos que el taladro escape.
—Perfecto, recuerden eviten pelear. Sean cautelosos —advirtió el Francés— A esa gente la protegen tipos peligrosos.
Los tres asintieron. Agarraron sus respectivas cartas y salieron del departamento rumbo a la fiesta que ya había comenzado. La plaza de la concordia era habitada por figuras importantes de alto estatus. Había varios vehículos estacionados y sobre todo guardias custodiando al igual que patrullas de la policía.
Bajaron de su vehículo y caminaron a la entrada del hotel. Mostraron sus invitaciones a lo que los hombres que cuidaban la entrada las verificaron para comprobar que no sean falsas.
—Adelante.
Ya estaban dentro de la fiesta. El ambiente era extravagante y llamativo. El aroma era embriagador y la música inundaba los oídos al igual que el murmullo de los invitados.
