───── 𝐌 𝐔 𝐒 𝐀 ─────
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𝖱𝖺𝗇 ╰───── 𝗠𝗨𝗦𝗔 ─────╯ 𝖧𝖺𝗂𝗍𝖺𝗇𝗂
Todo comenzo con una obsesión, y un secuestro. Los problemas del pasado aún están de pie con un nuevo reto o más bien nuevos jue...
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───── 𝐂 𝐀 𝐏 𝐈 𝐓 𝐔 𝐋 𝐎 17 ─────
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— Partida 2 — 第2試合
Se sentía el aire fresco, los llamativos colores y sobre todo el aroma nuevo a la brisa del mar. Haruchiyo, Kakucho y Mikey son los que deben investigar los siguientes movimientos del Varón en las tierras brasileñas.
Los muchachos caminaban entre la multitud por el aeropuerto de Santos Dumont rodeado de comerciantes, quienes, querían llamar su atención con distintas baratijas y accesorios.
—¿Puedo comprar eso?
—No, concéntrate.
Mikey buscaba alguna señal lejos del foco de atención. Algo que no sería común con lo que estaban viendo ahora. Pero, no lograba ver nada. La contaminación visual no le permitía enfocarse.
—Mierda, no logro notar nada.
—No eres el único, jefe —aclaro Kakucho—. Tampoco veo algo fuera de lo común.
—Creo que es mejor opción irnos directamente al hotel que nos reservaron. Quizás ahí tengamos algo.
Ambos miraron a Haruchiyo.
—Al fin se te enfrió el cerebro, andando —Con está aclaración de Mikey, los muchachos cambiaron su rumbo.
Tomaron un taxi y le indicaron al conductor de la dirección a su destino. El viaje no fue muy largo. 9 minutos al hotel Windsor Florida no eran mucho. Al llegar y subir a sus respectivas habitaciones. Se quedaron un momento en silencio dejando sus pertenencias sobre las camas.
—Bien —habló Mikey— Empiecen a buscar alguna pista o algo.
Comenzaron su búsqueda por la habitación. Pero, no había señales de nada. Levantaron los colchones; movieron las camas, incluso movieron los muebles dando vuelta todas las habitaciones. Pero nada. La puerta de la habitación sonó, lo que tomó por sorpresa al trío. Mikey miró a Sanzu dándole señales de que atienda mientras sacaba un arma de su maleta.
Haruchiyo se fue acercando agarrando la perilla forzándola hacia abajo abriendo la puerta. Una muchacha se encontraba detrás de la puerta.
De piel morena, ojos cafés y cabello rizado de un castaño claro que en sus puntas terminan en rubio.
—Permiso —La muchacha entró en aquella habitación desordenada sin dejar que Sanzu protestará— ¿Que es este desastre? Y ¿Son los jugadores?