FIONA Y CAKE

16-UN VIAJE AL INFRAMUNDO

Fiona estaba ahí, fría y muerta sobre los brazos de Marshall y con una flecha que le atravesaba la espalda y le salia por el pecho haciendo que se la poca sangre que le quedaba en el cuerpo saliese. Marshall estaba llorando sobre su cuerpo, llorando porque el amor de su vida estaba incluso más frio que él. Sin saber que hacer, Marshall la llevó al Castillo Chuche.

[CASTILLO CHUCHE]

Marshall-. Chicle por favor ayudala, esta muerta.

Gumboll-. ¡¿Qué ha pasado?! Dios Fiona.

Menta-. Yo puedo ayudaros.

Ambos chicos se quedaron contemplando a la Mayordoma Menta como si tuviera una extremidad de más.

Gumboll-. ¿A qué te refieres?

Menta-. A que puedo salvar a Fiona de la muerte.

Marshal-. ¡Enseñanos como!

Menta-. Venid conmigo.

Menta les condujo hasta una salita en la que la única iluminación que había era gracias a unas pocas velas encendidas en el silencio.

Menta-. Solo puedo enseñárselo a uno y ese sera el que quiera más a Fiona.

Gumboll-. ¡Ese soy yo!

Menta-. Alteza, siento decirle que eso lo tengo que decidir yo...

Gumboll-. Lo siento.

De repente Menta les pone la mano en el corazón a los dos (aun sabiendo que a Marshall no le late)

Menta-. Marshall ven conmigo, Príncipe por favor sal de la habitación.

Gumboll-. Marshall ayudala, no dejes que muera.

Marshall-. No lo haré, no la dejaré morir.

Gumboll sale de la habitación a pesar de no querer hacerlo y una vez que lo hace y la puerta se cierra Menta comienza a susurrar palabras en un idioma que Marshall no conocía, en ese momento aparece un portal delante de ellos que lleva a otro mundo.

Marshall-. ¡¿Qué es esto?!

Menta-. Es un portal al inframundo...la señora Muerte tiene el alma de Fiona y tienes que luchar por conseguirla.

Marshall-. ¿Y si lucho y fallo?

Menta-. La perderás para siempre. Pero si ves que las cosas van muy mal dile que vas de parte de mentita, pero solo puedes decirle que me conoces en casos de extremo peligro.

Marshall-. ¡¿Extremo peligro?!

Menta-. ¡Chico deja de hacer preguntas, pierdes tiempo!

Sin pensárselo dos veces Marshall saltó por el portal que le condujo al Inframundo. Se encontraba delante de un castillo construido completamente con huesos y calaveras, decidió entrar en el castillo en busca de Muerte y entró en la primera sala que encontró. La señora Muerte estaba ahí, sentada en una especie de trono con un montón de instrumentos colgados en la pared de su espalda.

Muerte-. Marshall, Rey de los vampiros. Te estaba esperando,se a que as venido.

Marshall-. Pues si lo sabes dame lo que quiero.

Muerte-. Querido, si yo te doy lo que quieres, ¿tú que me das a mi?

Marshall-. ¡¿Qué quieres?!

Muerte-. Jugar...si gano me quedo con su alma y si ganas te la doy.

Marshall-. ¿Y a qué quieres jugar?

Muerte-. Elije un instrumento.

Marshall-. Yo solo toco mi bajo-hacha

Muerte-. Está en esa pared.

La muerte eligió una bateria y él tocaría su bajo-hacha. Después de tocar por varios minutos decidieron que Marshall era el ganador, Muerte cogió su alma y se la entregó.

Muerte-. La próxima vez no la podrás salvar, ni a ella, ni a él...

Marshall-. ¿Él?

Muerte-. Jajaja pronto lo descubrirás...

Cuando Marshall regresó al Castillo Chuche empezó a hablar con Mentita.

Marshall-. Mentita, me a dicho que la próxima vez no les podré salvar.

Mentita-. ¿Les?

Marshall-. No le entendí pero, ¿qué haré? Fiona siempre anda poniendose en peligro.

Mentita-. Ahora es cosa tuya protegerla.

De pronto Gumboll irrumpe  en la habitación.

Gumboll-. ¡Fiona!

Marshall-. ¡Gumboll haz que despierte, hazla pruebas, haz algo!

Gumboll-. Sí.

Después de esperar durante horas, Gumboll entra en la sala donde Marshall está esperando y comienza a gritarle y a intentar golpearle.

Gumboll-. ¡¿En que estabas pensando?!, ¡es una niña! Juro que te mataré, me iba a casar con ella y ahora lo has estropeado todo.

Marshall-. ¿Qué pasa? Yo no e hecho nada, en realidad la he salvado. ¿Y cómo que casarte con ella bola de chicle?

Gumboll-. Marshall, Fiona está embarazada.

Marshall-. ¿Qué?