Every Lifetime || Drinny

16. Doscientos Seis.

Aporte hecho para el Drinny-Con 2021, organizado este año por la página de Facebook "DrinnyZone".

Disclaimers: Harry Potter, los personajes, los nombres y los signos relacionados son marcas comerciales de Warner Bros. Entertainment Inc., los derechos de autor de la historia "Harry Potter", pertenecen a J.K. Rowling; por lo tanto, son usados sin intención de lucro alguno, la historia paralela, al igual que los personajes originales, me pertenece en su totalidad, y no pueden usarse sin mi autorización, cualquier tipo de adaptación de esta historia está prohibida.

Summary: Peor que perros y gatos se llevaban Draco y Ron, así que cuando Ginny supo que se habían encontrado, nada bueno saldría de eso.

Día 16: Huesos.

Extrañeza, eso era lo que pasaba por la mente de Ginny Weasley, y es que su novio nunca era así de impuntual, media hora tarde y no había indicios de que llegaría, observó su móvil una vez más en espera de un mensaje de disculpa y de que llegaría en determinado tiempo, una llamada, nada.

Suspiró, sacó dinero del bolsillo de sus jeans y dejó lo suficiente sobre la mesa de aquel bonito restaurante, al menos no había sido una pérdida de tiempo y sí había podido comer algo, jamás se enfadaba con su estómago, era algo que había aprendido con sus hermanos, hacerlo costaba bastante caro.

Regresó hasta la oficina para seguir con su trabajo, tendría que ver a Draco por la noche aunque no era el mejor plan, ya que tenía trabajo a primera hora y la distancia entre su apartamento y el de él era bastante, y claro, pasar la noche con él no era opción desde que su amigo Zabini se había instalado con él sin siquiera consultarlo todo porque su drenaje un día había colapsado.

Bostezó después de un rato haciendo lo mismo, no podía esperar porque la hora de salida llegara, al menos su trabajo quedaba cerca del apartamento de su novio.

Meditaba sobre si llevar algo de cenar o preparar algo ya que por lo menos siempre había buena despensa en los gabinetes de aquel apartamento, Blaise Zabini estaba en camino de convertirse en uno de los mejores chefs de la ciudad, así que no podía tener la despensa vacía, aunque siempre se quejaba de lo que ella preparaba, así que terminó optando por comida rápida, así lo enfadaría más que con sus guisos caseros y corrientes, como solía decirlo Zabini.

Su celular sonó distrayéndola de su risa y plan malvado, el número era del mismísimo demonio, bueno, Zabini, como si le hubiese leído la mente de sus planes diabólicos.

—Ah, me contestaste, pensé que no lo harías al menos a la primera.

—Estaba pensando en ti, tenía miedo de morir sino lo hacía.

—Ah, pensabas en mí, ¿piensas hacerme caso por fin y dejar al desabrido de tu novio? –Cuestionó interesado.

Para nadie era un secreto que Zabini siempre había querido salir con ella, pero nunca le llamó la atención a Ginny tanto como para darle una oportunidad, todo lo contrario a cuando éste mismo le presentó a Draco, que en menos de una semana habían salido en una cita y comenzado a salir formalmente un mes después.

Hacían cuatro años de eso. Pero Blaise no dejaba de insistir cada que tenía la oportunidad, si terminaba con Draco, él tenía que ser la primera opción, por derecho de antigüedad.

—La verdad es que me debatía en qué te enfurecería más si mi comida casera o comida rápida, para llevarle a Draco –sonrió.

—Ah, no importa, si la comida viene con tu compañía la toleraré como sea –soltó –pero no es por eso que te llamo.

—Claro, dime ¿Qué quieres? Tengo que trabajar.

—Por lo que tengo entendido, Malfoy te dejó plantada.

— ¿Cómo es que lo sabes? –Elevó una ceja, aunque él no pudiera verla, y mejor, porque no se cansaría en decirle lo sensual que eso la hacía lucir.

—Ah porque tuve que ir por tu novio al hospital –se escuchó algo al fondo –si claro, también por tu hermano el idiota.

—Tengo seis hermanos, Zabini –soltó enfurecida –agradecería mucho los detalles al respecto de cual es.

—Decir que uno pelirrojo tampoco ayuda ¿cierto? –Se burló –el menor de todos tus hermanos.

— ¿Qué pasó? –Cuestionó nada feliz, si involucraba a Draco y a Ron aquello no pintaba para nada bien.

—Creo que es mejor que traigas mucha comida, para tu hermano, están bien, si eso te preocupa.

—Por tu tono de voz, me sorprende que terminaran en el hospital y no en una comisaría –se apretó el tabique nasal.

—Es mejor que corras en cuanto termines, no fue nada grave, así que no te preocupes de más.

Estaba preocupada y enfadada, Draco no había llegado a su cita por estar con Ron, y sabiendo lo mal que se llevaban esos dos, la hacía enfadar ¿por qué rayos Draco había estado con Ron? Realmente aquello la tenía inquieta, si hubiese sido realmente serio, la habría llamado a ella y no a Zabini, cualquiera de los dos, su hermano o su novio.

Llegó al apartamento con un montón de bolsas de comida porque Ron estaría dispuesto a comerse los muebles si no había suficiente para él y su estómago con un agujero negro.

Draco le sonrió desde el sofá, pero no hizo ningún intento de moverse, su hermano iba a ponerse de pie pero por la mueca de dolor supo que le era imposible alcanzar las bolsas por su propia mano.

Las puso en la mesa de noche, al alcance de los dos, con los ojos entrecerrados que evito que los dos hombres se movieran, más por temor a lo que hiciera ella que por lastimarse.

—Bien ¿Qué rayos pasó y porqué estaban juntos?

—El idiota de tu hermano vino a molestar.

—Tú hiciste esa estúpida publicación que me metió en problemas con Hermione –bramó Ron –y ahora por tu culpa, tenemos más de tres huesos rotos –soltó enfadado.

—Claro, por mi culpa, tú fuiste el que nos arrojó por la ventana, idiota –bramó.

Ginny suspiró, dejó la comida para que la pudieran tomar y se sentó alejada de su novio, no quería golpearlo por ser tan tonto y responder a un berrinche de Ron.

—Además, no creo que necesitemos los 206 que tenemos en realidad –soltó Ron.

—Claro, es ¿para qué tener 206 huesos, si solo ocuparás diez? –Gruñó Draco.

—Bueno, se supone que tienen un cerebro, pero no ocupan ni la mitad ¿cierto? –Soltó Ginny.

Los dos hombres se quedaron callados sin decir más, se limitaron a comer en silencio sin pronunciar más palabras o terminarían con todos los huesos rotos a causa del enojo de la chica sentada frente a ellos.

No sé que acabo de escribir, de nuevo, lo siento pero la ardilla no me dio para mucho con este prompt, así que bueno, es todo lo que la rata dio, ja, ja, en fin, gracias por el apoyo, y por fin pude estar al día, a ver si puedo seguir diciendo lo mismo con el avanzar de los días.