11. Los Pocionistas.

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Aporte hecho para el Drinny-Con 2021, organizado este año por la página de Facebook "DrinnyZone".

Disclaimers: Harry Potter, los personajes, los nombres y los signos relacionados son marcas comerciales de Warner Bros. Entertainment Inc., los derechos de autor de la historia "Harry Potter", pertenecen a J.K. Rowling; por lo tanto, son usados sin intención de lucro alguno, la historia paralela, al igual que los personajes originales, me pertenece en su totalidad, y no pueden usarse sin mi autorización, cualquier tipo de adaptación de esta historia está prohibida.

Summary: Querer convertirse en el mejor pocionista del mundo mágico no iba a ser nada sencillo para Draco.

Día 11: Poción.

Hijos, la peor pesadilla para algunas personas que no está entre sus planes tenerlos, pero son demasiado descuidados como para no tener un método funcional, eso no le pasó a Draco y a Ginny, más bien, ellos decidieron que deberían tenerlos, tampoc...

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Hijos, la peor pesadilla para algunas personas que no está entre sus planes tenerlos, pero son demasiado descuidados como para no tener un método funcional, eso no le pasó a Draco y a Ginny, más bien, ellos decidieron que deberían tenerlos, tampoco se pusieron mucho de acuerdo en cuantos deberían tener, simplemente un día el rubio despertó y ya tenía tres hijos, dos niños y una pequeña.

Levantó la mirada para observar a sus hijos que corrían como locos de un lado a otro, el mayor contaba con ocho años, la mediana con seis, y el más pequeño con cuatro años, normalmente se llevaban bien, pero había ocasiones en que la casa parecía campo de batalla; ese día se estaban llevando particularmente bien, así que gritó su millonésimo "Cálmense" que fue olímpicamente ignorado por sus hijos.

Los ojos grises de Draco se desvió de sus hijos para observar la poción en la que estaba trabajando, tenía que remover por veinte minutos, y no tenía ni cinco en aquel trabajo, poner un encantamiento para que se siguiera removiendo no era opción ya que podía afectar la efectividad de la poción, y era algo que no quería y no podía darse el lujo de hacer, ya tenía gran camino a coronarse como el mejor pocionista, además de que estaba buscando el puesto de maestro de pociones, ya que Ginny tenía la oferta de impartir la clase de vuelo.

Le agradaba aquella visión, sumando que sabía que sería un dolor en el trasero de sus hijos en cuanto tuviesen la edad de ir a Hogwarts y tener que soportarlos ahí por otros siete años que pudieran haberse librado de ellos por unos cuantos meses; sí, querían la medalla a los padres más acosadores que pudiesen existir.

— ¡Deja eso que no es tuyo! –gritó el menor de sus hijos.

El rubio volvió a levantar la mirada, ahora sus hijos estaban en el puente de comenzar a llevarse mal, y necesitaría estar ahí, así que fue hasta ellos después de encantar la poción para que siguiera removiéndose.

Le tomó sus buenos cuarenta minutos calmar a sus hijos para que dejaran de insultarse con nombres de gnomos, del más horrendo al más repugnante de los que vivían en el jardín de la madriguera.

Le tomó otros quince prepararse un té y despejarse un momento para poder regresar a trabajar, ya con la determinación de comenzar la poción de nuevo, le dio un gran trago al líquido sabor durazno, así que hizo mala cara, pero era el único que quedaba, tenían que ir de compras, o pedirle a su suegra que las hiciera por ellos, prohibiendo que comprar más té de durazno.

El silencio fue una bendición, pero la paz mental duró menos que un pájaro cerca del sauce boxeador, aquello solo auguraba problemas, serios problemas, él prefería el caos, porque al menos sabía que hacían sus hijos, pero el silencio, el silencio podía traer grandes desgracias.

Los buscó en la parte de arriba, donde según su creencia habían ido sus hijos, pero no, en el jardín tampoco estaban, así que se alteró al saber que estaban en su oficina, la poción seguía al fuego, aquello sería el fin de su vida, si algo malo les había pasado, Ginny lo castraría y después lo despellejaría vivo.

No supo si reír o llorar ante lo que estaba ante sus hijos, tomó su varita e invocó un patronus.

"Ginny, te necesito en casa ahora miso, no hagas preguntas, solo ven, ¡YA!"

La bruja no tardó demasiado, casi nueve minutos, entró corriendo una vez que le indicó donde estaban, el mago tenía los brazos cruzados, mientras sus hijos seguían jugando tranquilamente delante de ellos.

La cara de Ginevra fue un poema, del susto, a la sorpresa y de ahí a una carcajada que sacó a los niños de sus actividades, que era dibujar.

—Pero, ¿qué rayos? –Cuestionó, sujetándose la panza.

—Lo mismo me pregunto –soltó, serio.

—Mira mami –soltó su hija, señalándose la cabeza.

—Sí, cariño, ya lo vi –soltó, aguantándose la risa –Draco, ¿pero de qué rayos era esa poción?

—Del sueño –comentó, encogiéndose de hombros.

Ginny suspiró, se cubrió el rostro, intentando borrar la imagen mental de sus hijos, para no reírse hasta que se orinara de la risa.

— ¡Tengo cabeza de champiñón! –Gritó su hijo más pequeño, comenzando a correr en círculos –la poción de papi me hizo la cabeza de champiñón.

—Ah, no, mi poción no hizo eso –soltó enfadado Draco.

—Mi hermano tiene cabeza de brócoli –soltó el niño divertido –soy un niño champiñón.

—A ustedes les fue bien –bufó la niña, cruzándose de brazos.

—Me gustan las manzanas –la tranquilizó Draco.

—Solo a los ancianos les gustan las manzanas, papá –gruñó.

Draco suspiró cansado, tenía que llevarlos a San Mungo para asegurarse de que el efecto se les pasaría, sabía que lo regañarían los sanadores y medimagos, pero no había de otra.

—Ve el lado positivo –soltó Ginny, haciendo que su marido lo observara con mala cara.

—No tiene un lado positivo –bufó.

—Claro que sí, pueden vendérsela a George, una poción para convertir en vegetal o fruta la cabeza de tu enemigo –soltó divertida.

—Por los calzones de Merlín –suspiró Draco, poniendo los ojos en blanco cuando su esposa se largó a reír –todavía falta que nos digan que no nos quedaremos con tres hijos con cabeza de hongo, brócoli y manzana, la niña manzana será un dolor en el trasero, y sin tener que llegar a la pubertad –informó.

—Es cierto, pero posiblemente a niño brócoli le vaya bien en la vida como alguien de vida sana.

Al final del día, el efecto de la poción fue reversible, no hubo reacciones secundarias y podía comercializarse bastante bien en la tienda de George, que patentó el invento de sus sobrinos y les daría un buen porcentaje de las ventas, así que el mal humor de los niños se esfumó al hacer cuentas de las ganancias que tendrían y que no deberían trabajar nunca.

Al final del día, el efecto de la poción fue reversible, no hubo reacciones secundarias y podía comercializarse bastante bien en la tienda de George, que patentó el invento de sus sobrinos y les daría un buen porcentaje de las ventas, así que el m...

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Hola de nuevo, ¿Cómo van? Espero que muy bien, muchas gracias por su apoyo, ojalá estos aportes que por mucho que intento, siguen siendo cutres, sean de su agrado.

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