Every Lifetime || Drinny

22. Llama.

Aporte hecho para el Drinny-Con 2021, organizado este año por la página de Facebook "DrinnyZone".

Disclaimers: Harry Potter, los personajes, los nombres y los signos relacionados son marcas comerciales de Warner Bros. Entertainment Inc., los derechos de autor de la historia "Harry Potter", pertenecen a J.K. Rowling; por lo tanto, son usados sin intención de lucro alguno, la historia paralela, al igual que los personajes originales, me pertenece en su totalidad, y no pueden usarse sin mi autorización, cualquier tipo de adaptación de esta historia está prohibida.

Summary: Una llama, eso era lo que el centauro le auguraba a Draco en su camino, una llama capaz de quemarlo todo solo para iluminar su camino.

Día 22: Centauro.

A Draco no le gustaban para nada los centauros, pero ese principalmente le desagradaba en demasía ¿Por qué razón? Simplemente porque había sido el centauro que había salvado a Potter en su primer curso y por lo tanto, sabía que había salido corriendo como un cobarde de la figura encapuchada que resultó ser Quirrell, el profesor de Defensa Contra las Artes Oscuras, que tenía a Voldemort con él.

Quizás por eso la emoción de que quitaran a Trelawney como maestra de adivinación le duró poco, ya que ahora tenía que soportar al idiota de Firenze.

Además de que algunas de las chicas decían que para ser un centauro era demasiado atractivo, Pansy, incluso, se había atrevido a decir que tenía toda la pinta de un Malfoy, salvo por los ojos que en lugar de grises eran espectacularmente azules, un poco más pálidos y podrían pasar por grises.

Aquello lo enfureció, y más porque el dichoso profesor, no le quitaba la vista de encima en esa clase, sin darle más vueltas a ese pensamiento, decidió informarle a su padre tan pronto como tuviese oportunidad.

El humor de Draco se fue deteriorando, estaba cada vez más enfadado, ese asqueroso centauro no dejaba de prestarle más atención que a los demás estudiantes de su clase ¿qué le pasa? ¿Acaso le gustaba? Aquella idea le dio un intenso escalofrío.

Siguió prestando más atención a la plática de Daphne y Pansy que a las explicaciones que estaba dando aquella bestia mitad caballo tan repugnante.

—Sin duda es mejor en adivinación que la profesora Trelawney ¿no lo crees? –Preguntó Pansy.

—Sí, dice Millicent que a ella le hizo una predicción bastante acertada el otro día –chismorreó Daphne –he estado queriendo pedirle que haga una para mí, me muero de la curiosidad por saber qué dirá.

Draco puso los ojos en blanco, mujeres y su obsesión por saber lo que les depara el destino, como si eso fuese bueno, él no necesitaba ser adivino para saber que el suyo auguraba una muerte segura, con Voldemort de vuelta.

—Señor Malfoy –lo detuvo Firenze antes de que se marchara –me gustaría charlar con usted un momento.

Draco gruñó mientras se quitaba las ramas de la túnica, ya que el chiflado de Dumbledore le había arreglado aquella aula para simular un bosque, y los hacían recostarse entre las ramas a observar el techo encantado con el cielo.

Sus compañeros terminaron de salir del aula, aunque algunos quisieron hacerse tontos para escuchar un poco de lo que fuese que le quisiera decir, el centauro se quedó callado hasta que no hubo nadie más que ellos en el salón.

—No tengo todo el día –gruñó enfadado Draco.

—Lo sé, hay algo importante que tendrás que hacer esta tarde –informó –las estrellas me lo han dicho...

—Sí, ¿puede omitir toda esa estupidez? Yo no soy una chica desesperada por saber lo que me depara el destino.

—Lo sé, tu destino ha tenido una línea oscura últimamente, pero hay una llama acercándose cada vez más a iluminar tu camino, joven Malfoy.

—Una llama, así que incendiaré algo –se burló.

—Es una mujer –lo observó directamente a los ojos –con los cabellos tan rojos como las flamas, y en efecto quemará todo a tu alrededor, tus ataduras, pero serás incapaz de verlo al inicio, esa llama será capaz de guiarte a través de esa oscuridad que se instaló en tu ser en forma de un ser temible.

Draco se tensó ante las palabras del centauro, aquello reafirmaba su desagrado por esa especie, quería irse lo más rápido posible para que dejara las estupideces de lado.

—Esta tarde comenzará la llama de aquel incendio, en una campanada que desestabilizará tus sentidos.

Draco no prestó más atención se alejó apresurado y temeroso por las palabras de su profesor, una vez que la puerta cerró a sus espaldas, se echó casi a correr antes de que decidiera que no lo había dejado ir porque sus ridiculeces aun no terminaban.

Ginny Weasley estaba completamente divertida con sus hermanos, probando uno de los tantos inventos que estaban comercializando, habían sido tan buenos con ella para dejar que los probara mientras ellos daban las explicaciones y seguían con las ventas.

—Ya es tarde –dijo George –y cara de sapo no tarda en darse cuenta de esto –informó tranquilo, así que nos veremos después, en otro día si les interesa algo de nuestros productos.

Ginny sonrió divertida cuando sus hermanos le dejaron unos cuantos para divertirse, así que fue hasta sus amigos y comenzó a charlar con ellos.

—Los gemelos están bastante decididos a vivir de esto, ¿no? –Cuestionó Neville.

—Sí, lo están –aceptó ella tranquila –a mí me conviene –sonrió encantada, mostrando los productos –totalmente gratis.

—No estaría mal probar algo –comentó Luna, en su tono tranquilo.

—Pero no quiero desperdiciarlo –comentó haciendo mala cara.

La cara de Ginny se iluminó al ver acercarse a la víctima perfecta para no desperdiciar aquello, Malfoy iba un poco apresurado como si estuviera escapando de algo, así que encendió uno de los explosivos y lo arrojó, el rubio iba tan distraído que no notó cuando una enorme campana se formó frente a él, el badajo golpeó en la campana provocando un sonido tan fuerte que lo dejó completamente aturdido.

Ginny corrió hasta el rubio que había sido golpeado por el badajo una vez que había golpeado a un lado de la campana, lo golpeó a él en la cara.

Aquello no salió como hubiese deseado, así que tenía que dar la cara, lo ayudó a levantarse ante la atenta mirada de sus dos amigos, que estaban preocupados por meterse en problemas, después de todo, era Malfoy, y meterse con él sin duda auguraba serios problemas para quien se atreviera a meterse con él.

—Yo... tú te entrometiste, Malfoy.

Draco observó con atención a la persona frente a él, sus cabellos tan rojos como el fuego, tragó saliva, porque si el centauro tenía razón, ahí era donde comenzaría todo lo que había predicho para él.

Hola, hola, aquí con el aporte del día, ya estamos a pocos minutos de que cambiemos de día, je, je, en fin les diré que soy mala desarrollando tramas en mil palabras y esta viñeta lo demuestra, esta idea nació hace unos ayeres -como cinco años- pero sería la profesora Trelawney quien le diría todo eso a Draco, mentira, de diferente forma porque iba a ser un longfic que dejé en el olvido, como a todo lo que alguna vez le veo potencial xD en fin, ojalá les guste y gracias por el apoyo.