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Lana se sentía mucho más tranquila desde que reveló su secreto a su hermana. Nunca nadie se podría imaginar esta historia y ambas esperaban a que nadie supiera que en el pasado fueron compañeras de trabajo. Era probable que se enteraran. Siempre hay gente que postea algo en Internet que se hace viral.

Marina se encontraba lidiando con su novia.

-Abigail, por favor detente...-. Habló la pelinegra con una almohada en su rostro, cansada de escuchar a su novia.

-¡No! no sabes la reputación que puedo llegar a tener por esos malditos rumores. Que por cierto, yo también creería que ustedes tienen algo en secreto, son tan raras cuando están juntas y se nota-. Abigail soltaba palabras con una sobrecarga de rabia. No quería quedar como la cornuda.

Le importaba más su carrera que el hecho en si.

-Entiendo, te entiendo perfectamente y entiendo que no quieras arruinar tu reputación, pero Abigail... Debes entender que son cosas que tienen que suceder y si existen rumores de que estamos separadas, debemos ignorarlos y ya. Además... he sentido que estamos algo distanciadas-. Abigail dejó de maquillarse y miró por el espejo de mano a Marina.

-He estado trabajando ¡no como tú! te la pasas con Lana y su hermanita-. Espetó.

-¿Disculpa? pensé que eran buenas amigas, ahora te molesta que yo pase tiempo con ellas-. Marina se sentó, sus cejas estaban arrugadas. Estaba molesta.

-Disculpa aceptada-.

-Eres tan infantil. Dios... ¡yo tenía entendido que te gustaría hacer un trío con ella o como sea!-. Pensó y razonó: -A ti no te importa esto.. tú estás obsesionada con tu trabajo y hasta yo soy parte de tu trabajo, porque sabes que harás especular a las personas "Oh la increíble modelo Abigail resulta ser lesbiana" A ti te importa tu trabajo, antes no era así. Abigail, si estás cansada solo tienes que decirlo-. Se levantó de la cama y miró por la ventana, necesitaba respirar aire fresco. La discusión era acalorada y le estaba quitando aliento.

-Marina Diamandis, desde que Lana llegó a tu vida, actúas bastante raro. Esto no da para más. Yo no soy tonta, te conozco como la palma de mi mano, a mi no me vas a mentir y odio que me mientas en la cara. Yo... yo no puedo más. No me importa, pero esto termina aquí-.

-¿Qué...?-. Marina la miró asustada.

-Lo que escuchaste. Marina, sé que algo me ocultas y odio que no me digas, pensé que teníamos confianza-.

No sabía si realmente estaba pasando eso. Abigail tenía razón y Marina le dió la razón en su mente. Desde que Lana llegó, ella se alejó y se volvió más esquiva. Por razones obvias, le aterraba su historia pasada y volver a sentir lo mismo; recordó los momentos buenos y malos; soñaba con haber muerto por culpa del ex; volvió a tener ataques de ansiedad desde que volvió.

No la estaba pasando bien, pensaba demasiado. Ni su mente ni Lana le dieron tregua.

-Vete de mi casa, por favor...-. Abigail se limpió una lágrima que cayó por su mejilla.

Marina caminó hasta la puerta con sus ojos llorosos, deseaba darle el último abrazo y pedirle perdón, decirle la verdad. Abigail no podría entenderlo, pensó Marina.

Salió por la puerta y al salir al aire. Se encontró con unos guardaespaldas de Abigail que estaban 24/7 con ella. La ayudaron a salir sin que los paparazzi se lanzarán encima, le sacaron bastantes fotos. Fotos que subirían a Internet, ahora debía aclarar mil rumores o quizás no lo haría.

Lloraba porque acabar con alguien luego de 3 años era extraño. Era doloroso decirle adiós a alguien que te ayudó a superar muchas cosas. Lloraba porque lastimó a alguien.

[LARINA] No Le Digas A Nadie  [Marina G!P] [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora