La brevedad de un ocaso ha sido extendida
detrás de los árboles, cerros, costas y mares,
delante de hombres y el peor de los males,
en medio de mí, ¿acaso he estado con vida?El sueño sin paz que zozobra sin luz
nombra crispado su dueño: un lóbrego
anciano que vaga apretando su cruz,
¿cuerpo? Disfraz que sobra en mi juegode susurros y salmos, miedosos y calmos,
una daga punzaba constante en el pecho,
unos galgos ladraban, instante al acecho,
hidalgos al vulgo dan piadosos descanso.
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Numen
Poetry¿Qué tan seguido dejas volar tu mente, cuántas veces dejas correr al corazón? Los dedos hacen equilibrismo bajo esta norma silente. En que priorizar solo el latido o sola la corriente suele ser, contra uno mismo, un acto de traición.