🧊Capitulo 40🧊

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Esquivo el ataque, y casi salgo de la colchoneta. Me pongo de nuevo en posición de ataque y Gilbert se vuelve a lanzar a mi.

Esta vez me detiene y me tira al suelo, él queda encima de mi, se queda mirándome los ojos y sonríe en plan badboy. Pero no le sale igual que a Alexi, Alexi es mejor.

Me entran unas enormes ganas de empujarle y enseñarle de lo que soy capaz.

Se levanta y me da la mano, me ayuda a levantar y empezamos de nuevo. Esta vez espero que ataque y cuando lo hace el impulso con el que se ha tirado a mi me ayuda, cuando está cerca de mi me voy a un lado y le empujó la espalda para que siga derecho.

Funciono y se callo de morros contra el suelo, y fuera de la colchoneta.

-Jaque mate.- digo sonriéndole.

El me mira desde el suelo y luego sonríe, se levanta y niega con la cabeza.

-Buena estrategia.-dice y me mira con deseo lo que me revuelve el estómago y no como Alexi lo hace, sino de una forma totalmente distinta y no para bien sino para mal.

Me encojo de hombros y finjo una sonrisa.

-Ahora la prueba con armas, supongo que con esta eres buena.- dice pasando a mi lado- por que casi me matas con un cuchillo- susurra cuando pasa por mi oído.

Le sigo hasta ir a una mesa llena de armas blancas, miro toda la mesa y no puedo negar que me interesa y me emociona esto de armas.

Paso mis dedos por una espada realmente hermosa, con una hoja de doble filo y la empuñadura de color dorado. Luego hay unas catanas hermosas, hay cuchillos normales, grandes y pequeños.

También hay un tipo de cuchillo con tres filos, como si fuera un tridente. Eligió esa y una catana, para mí es más fácil las armas, me gusta utilizarlas y soy muy hábil con eso según Jay.

Mi especialidad es utilizar los dos tipos de armas, soy muy buena utilizándolas, la más pequeña es más ágil y más fácil de camuflar, en cambio la grande, tiene más potencia, más fuerza para cortar y es un poco más pesada.

Un torbellino de emoción me recorre cuando cojo las dos armas y sonrió ante el frío tacto del metal.

Levanto la vista y veo a Gilbert, que ha cogido una espada normal y un cuchillo pequeño.

-Aquí se vale de todo. Podremos salir heridos, es decir, podemos herirnos mutuamente. El que primero derribe al otro y le apunte en la garganta o el corazón gana.- explica mientras camina hacia el centro de un círculo rojo, bastante amplio para poder movernos y facilitar las patadas.

-Podemos salir del círculo rojo, pero sería mejor que no.- explica mientras mira el filo de la hoja de la espada.

Camino hacia el. Nos ponemos en forma de combate y empezamos, el se tira a mi con la espada.

Con mi catana esquivo el golpe y logro que su espada caiga al suelo, él me mira divertido..

Levanto mi catana e intento hacerle un corte limpio en el pecho pero lo esquiva.

-Que elegancia..- comenta Gilbert, eso es lo que siempre me dice Jay cuando entreno con él y las armas. Dice que tengo una Elegancia natural para las armas y los movimientos de ataque con estas.

Sonrió y me lanzo a el, con mi catana le hago un corte en la pierna, me tiro al suelo y me deslizo con facilidad entre sus piernas, le aviento una patada en la parte trasera de la rodilla haciendo que caiga, me levanto y llevo el 'tridente' hacia su hombro haciendo un corte.

Gruñe de dolor pero luego sonríe y se da la vuelta quedando frente a mi, no desaprovecho la oportunidad y le aviento una patada en ella manilla haciendo que caiga de lado. Todo el odio que siento por él se lo estoy transmitiendo y me esfuerzo por no matarle.

Para mi gran sorpresa él se levanta con una sonrisa dé psicopata y luego se lanza hacia mí con el cuchillo. Retrocedo de un salto y me agacho, él me avienta una patada que recibo en el estómago, me lanza lejos y me deja sin aire.

El dolor te hace más fuerte. Me repito en mi mente.

Me levanto pero al hacerlo baje la guardia y él aprovechó para rajarme el muslo, ahogó el gruñido de dolor. 

Me lanzo a él al tiempo que él también lo hace, me tiro al suelo haciendo que mi cuerpo resbale, con la empuñadura le golpeó la rodilla, cae y aprovechó volviéndome a él.

Esta de espaldas y no ha reaccionado, me subo encima de él y le pongo la catana en la nuca haciendo un poco de presión haciendo que salga un poco de sangre.

-Jaque mate.- digo y él sonríe mirándome de reojo.

Suelta las armas y ríe un poco, poniéndome los pelos de punta.

-Vale. Has ganado.- dice y yo me doy cuenta de que empezaba a ejercer más presión sobre la catana.

Quítate!
No! Conciencia no.
Quítate!

Me quito de encima y sonrió victoriosa, el muslo me duele por el corte y se me va a formar un moretón en el estómago de la patada que me dio.

-Has superado las pruebas, felicidades.- dice Gilbert levantándose de un salto y quedando frente a mi.

-y ahora que?- preguntó

-Ahora la marca de lealtad.- dice y siento como la sangre se ve baja a los pies.

-qu..que.?- tartamudeó.

Se quedo un momento analizando mi expresión de horror y luego frunce el ceño.

Estoy esperando a que descubra mi plan y que me mate...

-nah. Eso es cuando lleves más tiempo con nosotros.- dice sonriendo burlón, suspiro tranquila.-buena elección de armas..- me señala las manos, bajo la vista y veo la catana con mango negro y el tipo 'tridente' plateado.
Me encojo de hombros y lo sigo a la mesa de armas para dejarlas de nuevo.

-cuéntame...¿por que has aceptado mi trato? Me querías matar.¿por que ese cambio de decisiones tan drástico?- pregunta mientras organiza las armas en la mesa. Me quede helada ante esa pregunta, contuve el aire y entre en pánico...

Estamos jodidas
Ahora que? Conciencia tú eres la de las excusas
Joder, estamos muertas.

Jaque mate cabrónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora