⚜️Capítulo 16⚜️

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ALEXANDRE

-No puedo más, tío, duele demasiado- me quejo

-Vamos solo una semana, Alex- dice Linda y ruedo los ojos

-Por eso!- refunfuñó.-Me dan la alta hoy, si , ¿no?- preguntó y ella asiente mientras sigue asiendo lo ejercicios con mi pierna, ya me han quitado las varillas de metal y empezamos hace una semana- Genial! Ya podré comer de verdad-

-Pero procura no utilizar mucho la pierna hasta que consigamos que esté bien- advierte y asiento.

Tras terminar Linda me sube a mi habitación y me encuentro a Maze mirando por la ventana.

-Hola, fiera- saludó con una sonrisa, agh! Ya quiero estar en casa con Lax y Maze y mi padre.

-Hola, capullo- y se sonroja al ver a Linda, que supongo habrá puesto una cara rara por mi apodo, rio un poco y con ayuda sin apoyar la pierna me subo en la cama.

Nos deja solos y sonrió al ver que se sienta al borde de la cama.

-¿Mejor?- pregunta mirándome mi pierna

-Hoy me dan el alta pero tendré que venir a la terapia hasta que me recupere.-

-joder, ¿ya no podrás hacer nada de deporte así como fútbol americano?-

-Supongo que no- digo un poco decepcionado.

-Encontraremos otra cosa para pasar el tiempo-

-pues a mi se me ocurren muchas maneras de pasar el tiempo, donde tú salgas como un pingüino- digo y se sonroja.

-Alexi!- me reprende y yo me rio.

-Esperemos que te den el alta y vamos a ir con lo chicos a comer. Como antes, sin chicas... solo nosotros.- dice soñadora.

-Ya quiero que me den el alta.- digo dejando caer mi cabeza en la almohada y mirando el techo.

-Pues vamos a ver como sigue esa pierna- dice y la miro, camina hacia mi pierna y levanta la manta. Se queda mirando mis puntos y se muerde el labio inferior muy sexymente, vuelve a taparme la pierna.

-¿Que?- preguntó al ver que sigue con el labio mordido.

-Nada- se que me quiere decir algo pero no...

-Te conozco Maze, ¿que pasa?- preguntó

-Que tengo que decirte algo pero ahora no quiero dañarnos la comida con los chicos- dice como niña pequeña.

-Pues me lo dices después- sonrió de lado, como se que le encanta. Se muerde el labio nuevamente pero esta vez con una mirada que conozco muy bien, y quiere hacer lo mismo que yo en este momento.

-Estamos en una habitación de hospital, te lo recuerdo.- digo para molestarla.

-Si si lo se ¿que?-

-Que se lo que piensas, y estás pensando lo mismo que yo, pero insisto estamos en un HOSPITAL- la molesto y se sonroja.

-Ya claro- rueda los ojos- ni siquiera se en que crees que estoy pensando-dice pero se muy bien que miente

-Si tú lo dices- digo irónicamente y ella rueda los ojos.

Y entra Linda con mi doctor, ambos traen una sonrisa, empiezan a darme indicaciones de lo que tengo que hacer fuera de aquí y le dicen a Maze que me cuide y no me deje hacer nada que no pueda.

Me dan las muletas y Maze coge mi mochila de entrenamiento donde está toda mi ropa. Se la pone al hombros y lleva nuestro libros en mano, esperamos el ascensor.

-Que buena amiga eres- la mosqueo y ella entrecierra los ojos.

-Ya ves.- dice sonriendo pero mosqueada, la empujó un poco y ella rueda los ojos.

-Me gusta tu pelo revuelto, amiga- digo mirando su moño mal hecho, me inclino más a ella.

-Si ya ves, a hora ya no te gusta- se suelta su melena para molestarme.

-Así me gusta mucho más- murmuro cerca de su oído.

-Ay! Alex, de verdad!. Estamos empezando de cero y empezamos como amigos así que por favor deja que me controle- dice y me carcajeo

-¿Y si no quiero que te controles?- murmuro con la voz un poco ronca.

-Alex, no quiero lastimar tu pierna- dice pero con la voz excitada sonrió y me separo de golpe, el ascensor llega y entramos, miro la puerta.

-Tenemos un problemita, ¿trajiste tu moto o el coche de tu hermano?- digo mirando mi pierna

-Tranquilo, tengo todo fríamente calculado- según dice eso el ascensor llega al aparcamiento, camina lento esperándome, y vamos al choche de su hermano.

Deja la mochila y libros en la parte de atrás y de repente me tiende la mano.

-¿Que?- preguntó mirando su mano y sonriendo de lado.

-Ay, Alex estas insoportable, dame las muletas y súbete- dice divertida y le tiendo las muletas, me subo de copiloto y ella mete las muletas atrás para luego subirse de conductora.

-Ponte el cinturón- me regaña

-Vale, ya-digo poniéndome el cinturón, ella coloca nuestra Playlist y sonriendo enciende el motor.

-Conduces igual que tu hermano- comentó mirando como coge el volante con una mano, mientras con la otra la apoya en el borde de la ventana y se pone la mano en la barbilla.
-Sois igualitos, siempre ponía así la mano- digo con melancolía pero felicidad.

-Él fue el que le enseñó, un malísimo profesor... Nah, mentiras, era de lo mejorcito- dice sin despegar la mirada de la carretera.

-Él era de lo mejorcito el muy cabron- digo mirando por la ventana. Nos quedamos en un olvido silencio con la música de fondo.

-Me voy dentro de un mes.-suelta de repente, y se me baja la sangre a los pies.

-¿Que?- preguntó con la voz rota.

-No es lo que piensas, podrías venir conmigo... bueno ese era mi plan, pero siempre quise estudiar allí, tengo un piso, es pequeño pero es acogedor para Lax, tú y yo... es mi sueño Alexi, si no quieres venir conmigo te entiendo, pero te juro que no te dejare atrás, jamás lo haría de nuevo, estaré contigo así sea en videollamada las 24 horas- dice y el nudo formado en mi pecho se desata un poco.

-Lo tengo que pensar...- es lo único que digo y noto como se desanima.

No hay nada que pensar, sabemos ambos que queremos irnos con ella. Es Manhattan, la ciudad de los sueños...
Solo quiero ver cuánto hace para convencerme, conciencia.
No se por que sigues poniéndome pruebas...
Por que tengo miedo...
Y si no afrontas el miedo a que te quieran, te consumirá el miedo.

Y pasamos el resto del camino en un silencio un poco tenso, pero no incomodo... con ella nada es incomodo.

Jaque mate cabrónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora