No joder no..... no debí mostrarle. Soy gilipollas...
Me cojo el pelo y tiro un poco de él, mi respiración se vuelve irregular.
-Alexandre...- murmuro
Me miro d e nuevo al espejo pero ya estoy normal.
Bajo a la cocina y lo que encuentro me deja sorprendida, asustada y confusa.
-Alexandre?- preguntó con la voz rota.
-hola, cariño. Por fin bajas, creo que te quedarías observando los ojos un millón de años- dice mientras hace los huevos revueltos.
-No me temes? No me odias?- preguntó acercándome cuidadosamente a él.
-por que te iba a temer? Por que mi novia es mitad serpiente? Tío eso es flipante y alucinante! Me encanta.- dice con una sonrisa de lado.
-y por que te fuiste de la habitación?- preguntó.
-por que me entro el hambre y tú te estabas observando los ojos y colmillos, demasiado tiempo. No quería distraerte.- dice encogiéndose de hombros.
Mi pecho se alivia pero sigo confusa.
-Alexandre... esta reacción es demasiado normal, demasiado tranquila.- digo
-joder... Maze he visto muchas cosas antes de conocerte, también vi a tu hermano unas cuantas veces. Me decía que no era nada que eran alucinaciones mias, siempre me flipo esto y dentro de mi quería que eso fuera verdad. Que personas con poderes existieran, y fíjate! Mi novia es mitad serpiente!- dice emocionado.
Rio y él también.
-eres rarísimo Alexandre Hapin Joks y por eso te amo.- digo feliz.
-Mazekeen Quinn Militiza, yo también te amo, serpiente.- dice y se acerca a besar mis labios, le sigo el beso y luego le ayudo con el desayuno.
Siento un gran alivio pero sigo con la duda en mi cabeza.
Cuando nos sentamos a comer debido preguntar.
-en serio? Así sin más? Me vas a creer y no te vas a poner loco o molesto o no se..- digo comiendo un trozo de pan.
-Maze, ya lo he aceptado, sospechaba de que existían personas con poderes. He visto muchas cosas durante años..- dice comiendo una cucharada- cosas que no tienen explicación, y joder, te amo, aunque fueras un puto extraterrestre no dejaría de amarte.- dice cogiéndome la mano.
Sonrió y siento una lagrima en mi ojo, joder...
Me empieza a doler la barriga pero disimulo y como. Hasta que se me pasa un pensamiento negativo por la cabeza, Alexandre noto mi cambio de humor en la conversación.
-que pasa?- pregunta
-No se lo puedes decir a nadie, Alexandre.- aviso y el asiente- júralo.- pido
-lo juro, fiera, tranquila. Es nuestro secreto.- dice y se levanta cogiendo nuestros platos, los ova y yo le ayudo a secar y guardar.
Cuando terminamos un fuerte dolor de barriga me hace parar, agh! Lo reconozco ese dolor, son los putos cólicos... puta regla. ¿Por que las mujeres tenemos que sufrir? Y los tíos que?
-¿que pasa? Te has puesto un pelin pálida.- pregunta
-nada.- digo y paso por su lado, agh! Al menos se que no estoy embarazada...
Entro al baño y estoy manchada, y no tengo las compresas en el baño. Joder! Que puta suerte la mía, joder.
Y ahora?
Única opción Alexi.
Respiro hondo y gritó su nombre.
Golpea y asoma la cabeza.
-me traes una compresa, está en mi cajón de ropa interior.- digo con vergüenza y sintiendo mi cara arder, él sonríe y luego sale.
A los pocos segundos vuelve con la compresa y sale.
Cuando salgo del baño está en la cama apoyando en un brazo mientras lee un libro de mi biblioteca.
-Gracias..- murmuro con vergüenza y él sonríe.
-Maze, no tienes por que tener vergüenza conmigo, y menos de esos temas. Eres mi novia, te amo y eso es normal en las chicas, algo natural.. a demás ya te he visto hasta el apellido.- dice dejando el libro boca abajo en su pecho desnudo.
Esas palabras me reconfortaron y le sonreí, me acosté a su lado y apoyé la cabeza en su hombro.
Me movía cada ciertos minutos por el dolor de los putos colicos, hasta que Alexandre se dio cuenta.
-que te pasa ahora?- pregunta tiernamente
-los putos cólicos- le respondo y él se levanta de la cama, dejándome sola.
Agh! Putos tíos que no entienden.
Después de unos 15 minutos entro Alexi por la puerta con una olla y un trapo.
Le miro y el sonríe.
-Mi madre me enseñó a calmar los cólicos de las chicas. Cuando estaba enferma y le llegaba la regla, yo la cuidaba y ella me enseñaba trucos para que no le doliera..- sonríe triste mientras deja la olla en el suelo y mete el paño.
Cuando esta un poco húmedo me dice que me levante su camisa y yo le hago caso, tengo ropa interior así que da igual, me coloca el paño caliente en la barriga, bueno más abajo.
Me quejo por lo caliente que esta.
-Tranquila, esto te calmará los cólicos, fiera.- dice y me da un beso en la frente.
-Eres perfecto... más perfecto imposible.- le digo sonriéndole.
-lo se.- contesta
-agh! Y tenías que dañar el momento con tu ego. A ver si yo te tendré que bajar esos humos.- digo mirando sus ojos color hielo.
-Oye! Que tu ego está más arriba que el mío.- se queja
-pues aprendí de ti, idiota.- le digo.
-aja.- dice y vuelve a quitarme el paño y hace el mismo proceso varias veces hasta que el agua se enfría.
-Ve ha ducharte. Hueles horrible.- se burla de mi y le saco el dedo de en medio.
Le hago caso y me ducho, cuando salgo me pongo un pantalón negro ajustado ya que lo ajustado hace que me duela menos.
Y una sudadera de Alexi color vinotinto.
Le lanzó la toalla y se va a duchar, mientras tanto organizo la habitación. Bajo y voy a saludar a Ryan que acaba de llegar con los chicos (Apolo, Frin, Jay, Lín) les saludo a todos con un abrazo.
-Felices 19 niñata!- gritan todos y yo sonrió, me dan un regalo cada uno y los dejo en el comedor.
-joder chicos, yo en vuestro cumpleaños no os di nada. Me siento la peor.- digo
-Tranquila, no pasa nada. Sabemos que ha sido un año duro para ti, nos basto con que estuvieras con nosotros. - responde Lín por todos.
Abrazo de nuevo a todos y subo los regalos a mi habitación, los dejo en el escritorio justo cuando sale Alexi del baño.
-los chicos han venido están abajo, nos esperan para irnos.- le explico y él se viste rápido con una sudadera verde militar y un pantalón gris.
Nos ponemos las zapatillas, coje no lo necesario y bajamos.
-Toma- dice Frin pasándome una venda negra como la que me paso Gilbert.- No puedes ver a donde vamos.- explica y yo asiento con un poco de miedo.
Esto de estar con los ojos vendados me traen malos recuerdos... pero son los chicos, mi familia. Confío en ellos y los quiero.
ESTÁS LEYENDO
Jaque mate cabrón
Teen FictionEra una chica normal, estaba en mi primer año de universidad, solo tengo 18 años. Esa noche cambio mi vida, me lo arrebataron todo... por ello me vengaré y juro encontrarte, juro matarte por lo que me has hecho. No pienso tener compasión contigo ca...
