🧊Capitulo 43🧊

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No joder no..... no debí mostrarle. Soy gilipollas...

Me cojo el pelo y tiro un poco de él, mi respiración se vuelve irregular.

-Alexandre...- murmuro

Me miro d e nuevo al espejo pero ya estoy normal.

Bajo a la cocina y lo que encuentro me deja sorprendida, asustada y confusa.

-Alexandre?- preguntó con la voz rota.

-hola, cariño. Por fin bajas, creo que te quedarías observando los ojos un millón de años- dice mientras hace los huevos revueltos.

-No me temes? No me odias?- preguntó acercándome cuidadosamente a él.

-por que te iba a temer? Por que mi novia es mitad serpiente? Tío eso es flipante y alucinante! Me encanta.- dice con una sonrisa de lado.

-y por que te fuiste de la habitación?- preguntó.

-por que me entro el hambre y tú te estabas observando los ojos y colmillos, demasiado tiempo. No quería distraerte.- dice encogiéndose de hombros.

Mi pecho se alivia pero sigo confusa.

-Alexandre... esta reacción es demasiado normal, demasiado tranquila.- digo

-joder... Maze he visto muchas cosas antes de conocerte, también vi a tu hermano unas cuantas veces. Me decía que no era nada que eran alucinaciones mias, siempre me flipo esto y dentro de mi quería que eso fuera verdad. Que personas con poderes existieran, y fíjate! Mi novia es mitad serpiente!- dice emocionado.

Rio y él también.

-eres rarísimo Alexandre Hapin Joks y por eso te amo.- digo feliz.

-Mazekeen Quinn Militiza, yo también te amo, serpiente.- dice y se acerca a besar mis labios, le sigo el beso y luego le ayudo con el desayuno.

Siento un gran alivio pero sigo con la duda en mi cabeza.

Cuando nos sentamos a comer debido preguntar.

-en serio? Así sin más? Me vas a creer y no te vas a poner loco o molesto o no se..- digo comiendo un trozo de pan.

-Maze, ya lo he aceptado, sospechaba de que existían personas con poderes. He visto muchas cosas durante años..- dice comiendo una cucharada- cosas que no tienen explicación, y joder, te amo, aunque fueras un puto extraterrestre no dejaría de amarte.- dice cogiéndome la mano.

Sonrió y siento una lagrima en mi ojo, joder...

Me empieza a doler la barriga pero disimulo y como. Hasta que se me pasa un pensamiento negativo por la cabeza, Alexandre noto mi cambio de humor en la conversación.

-que pasa?- pregunta

-No se lo puedes decir a nadie, Alexandre.- aviso y el asiente- júralo.- pido

-lo juro, fiera, tranquila. Es nuestro secreto.- dice y se levanta cogiendo nuestros platos, los ova y yo le ayudo a secar y guardar.

Cuando terminamos un fuerte dolor de barriga me hace parar, agh! Lo reconozco ese dolor, son los putos cólicos... puta regla. ¿Por que las mujeres tenemos que sufrir? Y los tíos que?

-¿que pasa? Te has puesto un pelin pálida.- pregunta

-nada.- digo y paso por su lado, agh! Al menos se que no estoy embarazada...

Entro al baño y estoy manchada, y no tengo las compresas en el baño. Joder! Que puta suerte la mía, joder.

Y ahora?
Única opción Alexi.

Respiro hondo y gritó su nombre.
Golpea y asoma la cabeza.

-me traes una compresa, está en mi cajón de ropa interior.- digo con vergüenza y sintiendo mi cara arder, él sonríe y luego sale.

A los pocos segundos vuelve con la compresa y sale.

Cuando salgo del baño está en la cama apoyando en un brazo mientras lee un libro de mi biblioteca.

-Gracias..- murmuro con vergüenza y él sonríe.

-Maze, no tienes por que tener vergüenza conmigo, y menos de esos temas. Eres mi novia, te amo y eso es normal en las chicas, algo natural.. a demás ya te he visto hasta el apellido.- dice dejando el libro boca abajo en su pecho desnudo.

Esas palabras me reconfortaron y le sonreí, me acosté a su lado y apoyé la cabeza en su hombro.

Me movía cada ciertos minutos por el dolor de los putos colicos, hasta que Alexandre se dio cuenta.

-que te pasa ahora?- pregunta tiernamente

-los putos cólicos- le respondo y él se levanta de la cama, dejándome sola.

Agh! Putos tíos que no entienden.

Después de unos 15 minutos entro Alexi por la puerta con una olla y un trapo.

Le miro y el sonríe.

-Mi madre me enseñó a calmar los cólicos de las chicas. Cuando estaba enferma y le llegaba la regla, yo la cuidaba y ella me enseñaba trucos para que no le doliera..- sonríe triste mientras deja la olla en el suelo y mete el paño.

Cuando esta un poco húmedo me dice que me levante su camisa y yo le hago caso, tengo ropa interior así que da igual, me coloca el paño caliente en la barriga, bueno más abajo.

Me quejo por lo caliente que esta.

-Tranquila, esto te calmará los cólicos, fiera.- dice y me da un beso en la frente.

-Eres perfecto... más perfecto imposible.- le digo sonriéndole.

-lo se.- contesta

-agh! Y tenías que dañar el momento con tu ego. A ver si yo te tendré que bajar esos humos.- digo mirando sus ojos color hielo.

-Oye! Que tu ego está más arriba que el mío.- se queja

-pues aprendí de ti, idiota.- le digo.

-aja.- dice y vuelve a quitarme el paño y hace el mismo proceso varias veces hasta que el agua se enfría.

-Ve ha ducharte. Hueles horrible.- se burla de mi y le saco el dedo de en medio.

Le hago caso y me ducho, cuando salgo me pongo un pantalón negro ajustado ya que lo ajustado hace que me duela menos.

Y una sudadera de Alexi color vinotinto.

Le lanzó la toalla y se va a duchar, mientras tanto organizo la habitación. Bajo y voy a saludar a Ryan que acaba de llegar con los chicos (Apolo, Frin, Jay, Lín) les saludo a todos con un abrazo.

-Felices 19 niñata!- gritan todos y yo sonrió, me dan un regalo cada uno y los dejo en el comedor.

-joder chicos, yo en vuestro cumpleaños no os di nada. Me siento la peor.- digo

-Tranquila, no pasa nada. Sabemos que ha sido un año duro para ti, nos basto con que estuvieras con nosotros. - responde Lín por todos.

Abrazo de nuevo a todos y subo los regalos a mi habitación, los dejo en el escritorio justo cuando sale Alexi del baño.

-los chicos han venido están abajo, nos esperan para irnos.- le explico y él se viste rápido con una sudadera verde militar y un pantalón gris.

Nos ponemos las zapatillas, coje no lo necesario y bajamos.

-Toma- dice Frin pasándome una venda negra como la que me paso Gilbert.- No puedes ver a donde vamos.- explica y yo asiento con un poco de miedo.

Esto de estar con los ojos vendados me traen malos recuerdos... pero son los chicos, mi familia.  Confío en ellos y los quiero.

Jaque mate cabrónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora