Y es ese momento en el que no sabes qué cara poner por que te están cantando el feliz cumpleaños, no sabes si sonreír, cantar con ellos, o no hacer nada...
Pues estoy así mirando a todos, a gente que no he visto en mi puta vida pero bueno, pero hombre, que están cantando.
Después de unas cuantas felicitaciones más partieron la tarta, comimos y ahora estamos aquí, son las 11:30 de la noche y no se como a pasado el tiempo tan rápido. Los mayores, o sea los padres y tal se han ido para que podamos tener una fiesta de verdad.
Y como ya sabéis mi novio es un chico de fiestas y las planea todas, entramos y pusieron luces de colores, música a tope y a empezado a llegar mucha gente que reconozco de la universidad.
-Y está gente?- preguntó al oído de Alexi para que me escucho por encima de la música.
-invitados! Vamos a hacer una fiesta que te vas a acordar toda tu vida.- dice sonriendo.
El salón se empezó a llenar incluso el patio trasero, todo el mundo ya casi estaba borracho y en una esquina estaban esnifando de todo.
Me separé de Alexi para ir a por un trago, cuando regrese donde lo había dejado ya no estaba, así que busque con la mirada y encontré a Lín con los Jonkis.
-Lín !- le regaño y él voltea a verme, con su pulgar se limpia los restos de polvo y sonríe.
-Venga ten un poco. Pruébala.- me dice y yo ruedo los ojos.
Nunca la he probado pero desde hace mucho tengo ganas de hacerlo.
-solo una.- digo y me siento junto a él, los demás me hacen una línea fina con el polvillo.
Me agacho a la altura de la mesa y pongo mi dedo índice en un agujero de la nariz, luego empiezo a esnifar toda la línea.
Se siente muy raro, cuando me levanto me limpio los rastros de polvo y después de un rato me empieza a hacer efecto.
Todo me parece más divertido y quiero hacer de todo, empiezo a reírme con Lín.
Pero siento una mano en mi hombro y me asusto, luego veo quien es y me derrito.
-Alexandre..- digo pegándome a él como una sabandija.
-Dios, Maze.- me dice- joder! Quien coló le ha permitido esto?!- pregunta cabreado.
-eh, colega tranquilo.- dice Lín
-Sabes que esto no es bueno! Joder yo ya soy adicto, y no quiero que ella lo sea.- dice y yo me quedo atónita, sabía que a mi novio le gustaba de vez en cuando hecha una esnifada, pero no me había dicho que era adicto y eso me duele.
-Adicto?-preguntó mirándolo a los ojos.
-Dios, Maze, no quería que enterases así. Pero joder, soy adicto... no lo puedo evitar.- confiesa y el subidón de le bajo de golpe.
-Me lo hubieras dicho, joder, Alexandre yo te amo hasta la peor parte de ti. Tú conoces mis problemas y me ayudas, ¿por que no me lo dijiste? Lo hubiésemos superado juntos... pensé que no había secretos entre nosotros.- le digo y me voy de allí.
-Mazekeen!- grita pero la música no deja escuchar tan fuerte. Salgo de allí, voy al patio en busca de aire fresco y tranquilo pero es lo mismo que adentro.
Hay gente en el suelo, chicas y chicos vomitando o besándose, unos bailan y otros ríen.
Salgo del patio a la calle me abrazo a mi misma por el frío que hace. Empiezo caminar calle abajo y una lagrima se me escapa.
No confío en mi... No confía lo suficiente para decirme sus problemas.
Claro si está a toda hora ayudándome a mi con sus problemas yo no le he ayudado y no le he escuchado. En parte es mi culpa, soy una puta odiosa...
Joder... tengo que prestarle más atención a mi novio, no solo centrarme en mi y mi vida...
Me doy la vuelta peor lo que me encuentro me deja pasmada...
-que??- preguntó con un hilo de voz.
En frente de mi se encuentra una persona, a aunque no se si describirlo como un humano.
Es grande, de hombros anchos, parece más una sombra... no se le ve el rostro y mide más o menos dos metros... sus manos son pequeñas y con dedos larguísimos.
-que eres..- preguntó en un hilo de voz.
No responde solo siento su mirada... me da miedo pero también le noto tenso por mi.
Levanto mi mano para acercarla a eso.. cuando mi mano toca el brazo. Es como si traspasara una neblina negra, no siento nada y no logro tocarle.
Solo logro que se vuelva más borroso. La cosa emite un gruñido y me asusto dando un salto atrás, pero cuando empiezo a escuchar pasos la cosa ya a desaparecido.
-Maze!- grita Alexi mientras corre hacia mi.
Yo cloró hacia el y me tiro abrazándole con brazos y piernas.
-lo siento... lo siento por no centrarme en tus problemas, por ser tan egoísta.- me disculpo
-No es tu culpa.. Maze, ha sido un año duro para ti. Y discúlpame por no contártelo.- murmura en mi cuello.
-No más secretos..- prometo
-No más secretos- promete también.
Empezó a caminar de nuevo a su casa conmigo en brazos.
-Y como paso?- preguntó.
-Todo paso antes de conocerte.- se sincera. Y yo me quedo callada para que continúe.
-Después de la muerte de mi madre, me drogé y me enganche. Siempre consumo cuando estoy solo y nadie se da cuenta... no soy bueno para ti Mazekeen.- dice tristemente
-No digas eso! Tú me mereces y mereces mucho más. Y oye- le miro a los ojos y le cojo el mentón haciendo que pare y me mire.-Lo superaremos, superaremos esto juntos.- digo y él me deja un beso en los labios.
-y cuéntame tus problemas, no los dejes solo para ti. Estoy yo, Alexi estoy aquí para todo lo que necesites así como tú has estado para mi.- digo mientras entrelazo mis manos en su cuello y luego le beso, un beso profundo y de esos que te derriten por dentro y transmiten todo lo que no se puede decir en palabras.
-Te lo prometo.- dice cuando nos separamos. Su mano baja a mi trasero y aprieta, sacándome un gemido.
-tengo la regla, Alex.- le regaño.
-Y a mi no me da miedo la sangre.- dice coquetamente.
-Alexi!- le regaño y me pongo roja. Él se carcajea y vuelve a caminar hacia su casa.
ESTÁS LEYENDO
Jaque mate cabrón
Novela JuvenilEra una chica normal, estaba en mi primer año de universidad, solo tengo 18 años. Esa noche cambio mi vida, me lo arrebataron todo... por ello me vengaré y juro encontrarte, juro matarte por lo que me has hecho. No pienso tener compasión contigo ca...
