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🎬Narrador omnisciente:

Sus ojos avellanos de abrieron con lentitud y delicadeza, acostumbrándose a la luz que se estrellaba contra su fino rostro. Apretó las sábanas contra su cuerpo, disfrutando de la calidez que estas aportaban contra su figura, respirando con tranquilidad e intentando despertarse por completo.

Su cabeza dolía sin saber el motivo, sintiendo las leves punzadas en su interior. Miro con los ojos entrecerrados a su alrededor, sin reconocer en el sitio en el que estaba.

Con cuidado destapo la fina sabana color blanca de encima suya, sentándose en el filo de la cama, percibiendo una pequeña molestia en la cadera. Miro con curiosidad alrededor de la habitación, hasta toparse con una figura tapada por sabanas hasta la cintura, dejando el pecho al descubierto del sol de la mañana reflejando en los abdominales algo marcados.

Abrió los ojos con impresión, mirando hacia abajo con inquietud. Por alguna extraña razón, su cuerpo desnudo era lo que hacía contacto directo por las sábanas color perla, sintiendo estas acariciar sus muslos rojos.

Y ahí fue el momento donde todos los recuerdos de la noche anterior inundaron su mente.

Con algo de nerviosismo se sentó en aquel sofá con colores oscuros, esperando a que su acompañante de pelo lila volviese de recoger la comida que el repartidor había traído con amabilidad.

Sin poder evitarlo, sus ojos vagaron por todo lo que podía llegar a ver. Eran muy buenas vistas las que había en aquel apartamento, que, con suerte, pudo ser en la última planta. Como el suyo, que coincidencia. Al entrar hace un par de horas, no le había dado tiempo suficiente a ver todo el lugar, por lo que ahora aprovechaba los pocos minutos que tenía para escanearlo de esquina a esquina.

-Se nota que te gusta mi apartamento-Escucho una voz algo suave detrás de él, por lo que se giró para ver cómo Mitsuya pasaba por su lado para colocar las bolsas con comida sobre la pequeña mesa de ratonera-

-P-perdón, se me es inevitable no fijarme. Realmente es precioso-Se rasco la nuca, intentando evitar la mirada por el joven de orbes morados-

-Me halaga saber que tengo buenos gustos-Le respondió con una sonrisa, evitando sacar a la luz los nervios que se habían acumulado de la escena anterior-Espero que te guste lo que he pedido-

-Oh, no te preocupes, creo que de momento me gusta todo. O al menos lo que he llegado a probar-Hablo mientras sacaba la comida de las bolsas de papel, dejándolas a un lado, y observando lo bien empacado que venían los alimentos-Incluso sin verlos creo que estará bueno-

Escucho la risa de Mitsuya al lado suyo, haciéndole sonrojar levemente. Sin esperar más, empezaron a comer en un cómodo silencio, disfrutando de la deliciosa comida que había pedido Takashi. El sabor salado inundaba su paladar, haciéndole cerrar los ojos con tranquilidad.

Mitsuya le miro de reojo, disfrutando la expresión del menor. Delicada, fina y sin tener que esforzar nada para hacerla ver bonita. Porque no podía negarlo, Kimura Haiden era guapo, aunque el mejor terminó sería lindo y tierno. Le gustaba el hecho de que él también prefiera colores pastel para teñirse el cabello, era algo que a él también le pegaba.

- ¿Has pedido algo de beber? -La pregunta por parte de Haiden le saco de sus pensamientos, viendo como este le miraba con algo de curiosidad-

-Ah, sí, no-

- ¿Sí o no? -Cuestiono con algo de duda y burla a la vez, haciendo sonreí nervioso a Mitsuya-

-No, no he caído en eso. Pero tengo cerveza en la nevera, por si quieres un trago-Se levanto del cómodo sofá, andando a la cocina que no se encontraba tan lejos de la sala-

¿𝐐𝐔𝐄́ 𝐏𝐀𝐒𝐀𝐑𝐈́𝐀 𝐒𝐈...? . 𝐓𝐎𝐊𝐘𝐎 𝐑𝐄𝐕𝐄𝐍𝐆𝐄𝐑𝐒Donde viven las historias. Descúbrelo ahora