Capítulo 8

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Narra Mark:

Después del beso que me dio Perth, él me dijo que estaba dispuesto a escucharme y literalmente corrí a mi habitación para poder gritar de felicidad. Le conté todo, incluso con lujo de detalles; ya no quiero hayan mentiras ni malos entendidos entre nosotros.

Dábamos vueltas en el centro comercial jugando como si fuéramos niños; mi esposo me compró cada cosa que le pedí y eso me hizo sentir muy especial. Iba pensando en que debí amenazarlo con el divorcio hace más de medio año, para poder disfrutar de días así, hasta que apareció Pineare.

- ¡Cálmate Perth! ¿Acaso olvidaste cómo nos divertíamos? - No pude evitar reír.

- ¿Perth contigo? ¡No me hacía caso a mí que era recatado; menos a ti que eres una cualquiera e interesada!

- ¡ERES UN IDIOTA!

Ella me gritó llamando la atención de todos los que estaban a nuestro alrededor y después trató de golpearme, pero Perth intervino. Me agarró del brazo jalándome con fuerza para terminar detrás de él y Pineare que no pudo detenerse, tropezó cayéndose y golpeando su boca.

Perth y yo estábamos impactados con lo que acababa de pasar, jamás pensamos que ella me atacaría, pero Perth solo trataba de protegerme. Ella por su parte, se recuperó de la impresión; luego se levantó llorando y gritando que nos demandaría por los daños a su rostro.

- ¡No seas ridícula Pineare! ¿Tú demandarnos? ¡Ni siquiera te has graduado de la universidad! - Atacó Perth.

- ¡Perth Cálmate!

- No, ya me callé por mucho tiempo; coqueteaste con mi esposo, lo manipulaste, lo usaste, lucraste con su buen corazón y aún con todos los favores que hizo por ti, te atreviste a amenazarlo.

- ¡Veo que te lo dijo todo! - Se acerca a ella y sigue hablando.

- Eres un ser humano despreciable, no te vuelvas a acercar a nosotros... Seis meses y ya gané cinco casos, así que puedo hundirte fácilmente.

- Las dudas sobre Mark nunca se te quitarán.

- ¿Quieres ver?

Después del reto, Perth se regresa a mi lado y me roba un beso casi asfixiante, ahí frente a todos en el centro comercial. Me encantó ese beso espontáneo, así que lo correspondí con gran deseo, pero se nos olvidó que estábamos rodeados de personas, hasta que él se detuvo y me llevó al estacionamiento.

Pensé que quería volver a casa, sin embargo me llevó a un lugar escondido y oscuro allí mismo, donde volvió a besarme. Levanté mi pierna tratando de enrollarla en su cintura y él me ayudó agarrando mi muslo, deslizando su mano hacia mis glúteos mientras bajó a besar mi cuello.

- Volvamos a casa; estamos en un lugar público, temo que alguien pueda vernos.

- ¿Quieres desnudarme aquí Perth?

- Me siento tentado a hacerlo.

Me agarró de la mano y yo me recosté en su hombro para caminar así de románticos hacia el auto de Perth. No había descansado bien por estar triste, así que tan pronto entramos, me quedé dormido y me desperté hasta que estábamos en casa con Perth viéndome fijamente.

- ¿Cuánto tiempo llevamos aquí? ¿Por qué no me despertaste?

- Alrededor de 15 minutos y lo que sucede es que te ves muy tierno cuando duermes.

Todo mi rostro ardía por lo avergonzado que me sentí en ese momento, por eso me bajé y salí corriendo. Aunque Perth me siguió, me agarró de la mano y me dijo que desde hoy mientras estemos juntos nuestras manos también lo estarán.

Fiscal Tanapon "PerthMark"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora