Fiscal Tanapon "PerthMark"

Capítulo 4

Narra Perth:

Estaba furioso pero no con Mark si no conmigo por creer en lo que dice la arpía de Pineare, le di la importancia que no se merece. Cuando vi que se iba con ese chico Fluke, mi corazón me gritaba que fuera a detenerlo, que hablara con él y lo resolviéramos; pero mi orgullo no me lo permitió.

Intentó acercarse a mí; sin embargo, me sentía demasiado avergonzado para mirarlo si quiera, fue más fácil alejarme. Tres días después, él ya no vino a mí y eso comenzó a desesperarme, era como volver al pasado, lo estaba perdiendo todo, yo me sentía perdido, hasta que...

- Hola, ¿te llamas Perth verdad? ¡Mi primo me habló mucho sobre ti!

- ¿Tu primo? ¿De qué hablas Fluke?

- ¡Mark Siwat! Él es mi primo.

Con expresión estupefacta escucho su historia, donde me explica que siempre han sido ellos dos contra el mundo. Luego se detiene un poco, suspira y empieza a decirme que la única razón por la que me está diciendo esto, es porque no le gusta ver a su primo triste.

- ¿Mark está triste? ¿Por mi culpa?

- No sé lo que mi primo siente por ti, pero desde que pelearon llora después de clases.

- Perdóname, yo no sabía nada de esto.

- Me parece que le estás pidiendo perdón a la persona equivocada.

Se levanta y se va, dejándome ahí con todas las ganas de ir donde Mark, abrazarlo y decirle de una vez lo que siento por él. Pero, ¿qué es lo que siento por Mark? ¡El dolor de mi pasado y mi miedo por el incierto futuro me hace actuar de forma equivocada con este chico que no lo merece!

Pienso detenidamente en mis acciones y todo lo que veo es una opción, no decirle a Mark lo que siento para ya no salir lastimado. Pero aún así lo busqué para poder hablar y aclarar todo este malentendido, tal vez cuando esté seguro de todo, pueda decirle cómo me siento respecto a él.

- ¿Quieres sentarte? - Dice con expresión triste.

- Sí gracias.

- Di lo que quieras, te escucho.

- Fluke, tu primo habló conmigo, ¿estuviste llorando por mi mala conducta?

- Eso ya no importa, olvídalo.

- Silencio, dije que yo hablaría primero... Y quiero empezar por una pregunta: ¿qué gano yo si me caso contigo?

- ¿Por qué siempre tienes que salir ganando algo?

- Porque siento que alguien te está presionando para casarte conmigo; y si tú ganas, yo también debo lucrarme de esto.

- Nadie me está presionando, no sé de qué hablas; pero pídeme lo que quieras.

Por el bien de nuestro matrimonio espero que Mark no me esté mintiendo, porque lo que le pediré no será gran cosa. Me refiero a que, necesito la ayuda de alguien para tener el valor de cerrar mi pasado y así crear un futuro a su lado; solo espero que sea verdad eso de que nadie lo está forzando.

- ¿Qué quieres a cambio de casarte conmigo?

- Quiero que me ayudes a cerrar mi pasado.

- ¿Por qué eso es indispensable para ti?

- Mi pasado tiene una herida abierta y creo que no podré continuar a menos que la cierre.

- Bien, ¿adónde vamos?

Mark le pidió las llaves del auto a su chofer, eso fue asombroso, jamás me imaginé que él pudiera conducir sin ayuda. Me llevó casi dos horas de camino para regresar a la universidad y poder hablar con Saint; ya que él es mi pasado con esa herida abierta.

Llegamos al lugar indicado y veo a Saint, está jugando con Max y Tul; pronto veo que ellos se van por ahí, dejándolo solo. Entonces dije que era mi turno para hablar; pero lo vi sonreír con esos ojos brillantes que me gustaron en un principio y siendo honesto, metí la pata.

Narra Mark:

Me quedé petrificado cuando Perth me preguntó si alguien me estaba presionando para casarme con él, y no pude decirlo. Francamente, creo que si llegara a saberlo jamás volvería a acercarse a mí, pensará que lo veo como un trofeo que ganaré en una apuesta y no quiero que se aleje de mí.

Lo llevé hasta la universidad donde estudiaba antes, después de aceptar su condición y veo a quien parece ser su ex. No puedo creerlo, si el chico parece un ángel caído del cielo, y de pronto aparece otro chico que por su ropa, puedo asumir que es un Nerd.

Veo una pequeña conmoción, no supe con exactitud lo qué pasó; pero se besaron delante de todos y se fueron dejando a Perth solo. Lo vi tan triste, que salí del auto, caminé hacia él y puse mi mano en su hombro para que se sintiera al menos un poco reconfortado.

- Perth, lo lamento mucho.

- ¡Tiene novio! ¡Saint tiene novio!

Sus ojos se llenaron de lágrimas, entonces comprendo que él aún podría estar enamorado de su ex y siendo así, no tengo oportunidad. Ahora sí estoy dispuesto a dejarlo ir, pero no porque no lo ame, si no porque me siento utilizado, Perth solo me usó para volver y tener el valor de enamorar a su ex.

- Tenemos que volver.

- Sí, vámonos; muchas gracias por traerme.

Me quedé en silencio mientras regresábamos, él tampoco parecía querer hablar conmigo después de lo qué pasó. Finalmente llegamos a su casa y prefiero cortar con esto de una vez, antes de que salga herido por aferrarme a un amor no correspondido.

- Retiro mi petición; ya no quiero que te cases conmigo.

- ¿Qué dices? ¿Por qué te retractas?

- Aún amas a tu ex y si puedes recuperarlo, te recomiendo que vayas con él.

- ¿Te volviste loco? ¡Ya no amo a Saint!

- Bájate de mi auto Tanapon; ya es tarde y debo regresar a casa.

Ni siquiera podía verlo porque si lo hacía lloraría; Perth acabó bajándose del auto sin protestar y me dolió que no dijera nada más. Llegué a mi casa donde Fluke me esperaba con una gran sonrisa y me gritaba que le contara cómo estuvo mi cita con Perth, pero no hay nada de contar.

- ¡Cuéntame con lujo de detalles! ¿Ya son novios?

- Lamento decepcionarte Fluke, pero a Perth yo no le intereso.

- ¿Qué dices? ¡Sí hoy mientras le contaba nuestra historia él tenía una sonrisa radiante!

- Tal ves el Perth que tú conoces, no sea el mimo que yo conozco.

Anduve cinco días más con ese dolor en mi corazón, y el otro problema que tenía, es que ya habían pasado veinte días. Me quedaba un mes y diez días para casarme con Perth o volver con Pineare para que ella no arruine mi imagen ni destruya a mi familia.

- Hola Pineare. - La saludé decepcionado.

- Hola amorcito, ¿te diste cuenta de que no puedes vivir sin mí?

- Pineare yo...

- Tú y yo tenemos un asunto importante de que hablar... ¡Inmediatamente!

Perth aparece de la nada agarrándome de la mano para llevarme al baño; pero mi sorpresa es que en lugar de hablar, este loco me empezó a besar...