Fiscal Tanapon "PerthMark"

Capítulo 13

Narra Mark:

Perth no me permitió decirle nada después de lo que me pidió, solo nos acostamos y me abrazó fuerte durante más de dos horas. Permanecimos tan juntos, que no se podría decir donde terminaba la piel de uno y empezaba la del otro, como si fuéramos uno solo.

Estábamos hechos un nudo en la cama, envueltos en nuestro amor, y en sus brazos pensé, que yo tampoco podría vivir sin él. Pronto siento su respiración relajarse, sus lágrimas se detuvieron y su sueño finalmente volvió a mi Perth, le di un beso fugaz y salí de la habitación.

- Niño Mark, ¿qué está haciendo?

- Nana... Le pedí a Perth el divorcio; pero no era cierto, solo lo dije en un momento de ira.

- Está preocupado por el señor Tanapon, puedo verlo.

- Ni siquiera hemos cenado... Tengo miedo Nana, perder a Perth, significaría morir en vida.

- Les prepararé algo para cenar y no se separe de él, demuéstrele que lo ama.

Tal cual lo dijo Nana, preparó la cena y me ayudó a llevarla hasta la puerta de la habitación, donde Perth estaba sentado a la orilla de la cama. Otra vez estuvo llorando, así que fui hasta él, me subí a horcajadas y lo abracé, por mucho, muchísimo tiempo, le ayudé a cenar y volví a abrazarlo siempre en la misma posición para demostrarle mi amor.

- ¿Seguirás sin decirme nada?

- Te amo Mark... ¡Te entrego todo de mí hoy, a cambio de que te quedes conmigo!

🔞🔞🔞⚠️Advertencia⚠️🔞🔞🔞

Me hice hacia atrás suplicando por sus labios en un beso sumamente demandante, porque quiero ahogarme en la lujuria de su boca. Nos ha costado tanto demostrar nuestro amor, todo estuvo mal desde el principio, pero estamos juntos y no pienso darme por vencido.

- Mark, tengo miedo de hacerte el amor y que en la mañana ya no estés.

- Y yo tengo miedo de que no me hagas el amor.

- Pero...

- Shh...

Sin despegar nuestra mirada, me bajé de su regazo y lentamente me acosté sobre la cama, agarrando su mano para traerlo conmigo. Cuando se inclinó, abrí un poco mi boca esperando un beso, pero solo succionó mi labio inferior y luego besó mi cuello como si quisiera comerme.

Podía sentir cómo se dedicó a marcar mi piel, demostrando que soy suyo, y me encantó saber que el peso sobre mí, era el de su cuerpo. Me quitó la camisa con suavidad, dejando mi torso descubierto para él y después de acariciar mi piel con sus manos, lo hizo con sus labios.

- Aahhh... Perth... - Sollocé su nombre mientras agarré su cabello.

- Te amo Mark...

Desde esta tarde en su oficina he escuchado esas tres palabras al menos unas cien veces, y ahora estoy seguro de su amor. Finalmente nos quitamos la ropa, seguimos con nuestros besos y caricias mientras suplicamos por envolvernos más en esta asombrosa lujuria.

Por primera vez, no quiero que Perth sea suave conmigo; quiero que me muestre al animal salvaje que lleva dentro. Deseo que en lugar de suplicarle por más, me haga gritar de placer y suplicar su misericordia, quiero que me haga tocar el éxtasis de placer y masoquismo.

- Por favor... Perth...

- Por favor ¿qué? - Dijo sentí cuando le pedí que me metiera un tercer dedo.