TN la heredera de un negocio familiar muy interesante.
Cabe recalcar que en esta historia TN es rica, una genio y suele pensar más en si misma que en los demás porque así fue criada. Pero eso va cambiando tras irse enamorando de los chic@s de su Har...
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Seguiste corriendo a lo largo de la calle, no sabias cuales eran las intenciones de esas personas que te seguían pero preferías mantenerte en un terreno más seguro. Miraste hacia el cielo que había empezado a cubrirse con nubes de lluvia, solo pedías que Mikey pudiera cuidar de Kazutora, Inui y Koko.
En cuanto doblaste la calle un golpe fuerte en el estómago te hizo caer de rodillas.
—Esto es una advertencia— habló un tipo de cabello azabache que sostenía un bate en su mano izquierda.
—Metete tu advertencia por el culo— chillaste dándole una patada que lo hizo estamparse contra la pared.
—Ya entiendo porque me mandaron a verte, no eres nada linda— desabotonó su chaqueta para estirar sus extremidades y su cuello. Escuchaste sus articulaciones crujir causándote escalofríos. Tenía unos ojos bastante seguros lo que te hizo saber que no jugaba.
—Mierda— soltaste entre dientes, la situación se tornaba peor de lo que imaginabas.
—¿Tienes miedo?
Saltaste en el aire para poder patearlo y él detuvo tu golpe con su brazo que en ese mismo instante lució amoratado —¿Debería?, en lo único que estoy pensando es que quiero matarte— no estabas segura de esas palabras, podías sentir de inmediato que él era más fuerte que tú.
Te sujeto con fuerza lanzando tu cuerpo al suelo, sentiste como caías y te levantabas rebotando por el impacto. Tu cabeza dolía y la sangre brotaba escurriendo por tu cabello.
—Si te mandaron advertirme deberías de cuidar mi cabeza, de lo contrario no serviría la advertencia, idiota— te levantaste poco a poco un tanto mareada.
—A Ruka no le importará si te llevo en condiciones deportables, aún si tu cabeza ya no funciona lo harán tus agujeros— lanzó a ti un puñetazo que apenas y lograste esquivar.
Tras sus palabras no entendías aquello, tu padre no te usaría como moneda de cambio, así que quien se encontrara detrás de ti no era él —¿Quien te mando? Y no me digas que Ruka, ella es una perra insípida que nunca va al frente de nada.
—Eso no le importa señorita— dió un golpe más que no pudiste esquivar, trataste detenerlo pero no bastó pues saliste volando hacia la protección de una barda causando una cortada significativa en tu brazo izquierdo de la cual de inmediato brotó sangre.
Te paraste intentando correr, esa ya no era solo una amenaza.
—¿Vas a correr?— cuestionó gracioso yendo tras de ti.
—¿No era una advertencia? Ya me advertiste gorila subdesarrollado— volviste a saltar acertando una patada en su cabeza que lo hizo caer de rodillas.
Se levantó y corrió hacia ti con una velocidad sobrehumana. Te sujeto del cabello dando un golpe en tu estómago que te dejó escupiendo sangre en el acto.
