25. Lolamil

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Se demoran en llegar más de lo que presupuesté, así que me imagino que hubo algo de debate para abordar la situación.

Estoy acostado en una de las sillas de playa que bordean la piscina del hotel, mirando el cielo estrellado de esta perfecta noche porteña cuando oigo sus pasos.

Isa se quita el sombrero y lo deja en la mesa junto a mi silla mientras Martin tira de otra silla y se sube en ella sin decir nada. Simón se aclara la garganta para llamar mi atención.

Cuando lo miro, esperando al menos un discurso, todo lo que hace es tenderme una botella.

Whiskey. Blue Label.

Se me llenan los ojos de lágrimas.

- ¿Qué pasó cuando me fui? – Me atrevo a preguntar

- Dio las gracias, hizo dos chistes acerca de tener tantas cuentas pendientes que las canciones no iban a alcanzar, se bajó del escenario y se fue – Responde Simón.

Le quita la tapa a la botella y me la ofrece de nuevo, esta vez abierta.

Tomo un sorbo con agradecimiento, pero rápidamente ese sabor me bombardea con recuerdos de haber probado ese whiskey en sus labios la primera noche.

- ¿Alguno habló con ella? – Pregunto

- Si – Responde Martin

Y ya. No agrega nada más.

Levanto una ceja.

- ¿Y? – Exijo. Se encoge de hombros

- ¿Qué necesita saber, Villa? No estaba bien, si le sirve de algo saber eso – Responde él.

Por lo general, es la persona más suave y dulce del mundo, excepto cuando algo no le gusta.

Y está acá, prestándome su apoyo, aunque me doy cuenta de que claramente preferiría pegarme una patada en los huevos. Isaza y Simón están tan antinaturalmente callados que me dan ganas de esconderme.

Tomo otro trago.

- ¿Sabía de esto? – Le pregunto a Martin

- Si, pero no me enteré por ella. Les pidió ayuda a las chicas del fandom, y seguí el hilo de mensajes hasta que adiviné la mayor parte del plan – Me contesta sin mirarme. Se recuesta en el respaldo de la silla y mira al cielo

- ¿Me va a decir lo que me quiere decir, o va a estar pasivo agresivo el resto de la gira?

- Eso. Lo segundo – Indica Martin

Isaza y Simón se miran.

- No vinimos aquí a opinar – Interviene Simón, y creo que eso va más dirigido a su hermano que a mí – Solo queríamos acompañarlo, porque nos imaginamos que no iba a estar muy bien

- Gracias – Susurro

- No vinimos aquí a opinar – Reitera Isa – Pero...si quiere culpe al escritor dentro de mí, que me exige entender la historia. ¿Por qué se fue? Pensé que esto era justo lo que quería

Suspiro.

Es algo difícil de explicar, pero estos 3 tipos son mis hermanos, e incluso si es claro que Martin está enojado e Isa y Simón están confundidos, el hecho de que estén acá vale oro.

Supongo que, si tiene sentido hablar de esto con alguien, es con ellos.

- Yo... – Hago una pausa y me paso las manos por el pelo – No soy ajeno al hecho de que ella siente algo por mí. No se puede fingir todo lo que vivimos, ni se puede basar solamente en tensión sexual. Sé que ella me quiere, y que eso la confunde, pero que me quiera no es lo que necesito, porque uno también quiere una guitarra o un CD viejo de Sabina. Quiero que ella me ame, que me elija, que se quede. Y no va a hacer eso hasta que no suelte a su esposo, que es a quien ama, eligió y con quien se habría quedado. No puedo luchar contra eso, perros. No es justo conmigo, ni con ella, ni con la memoria del man

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