TITANIC

Capítulo 13

13. Rescate.

El ascensor bajaba lentamente hacia la cubierta E. Draco se encontraba impaciente y con mucha adrenalina que no podía quitar de su cuerpo. Recordó las indicaciones de Severus por quinta vez hasta llegar a su destino, donde el agua helada los recibía llenando el ascensor sorpresivamente, provocando que los presentes retrocedieran al sentir el fuerte golpe en sus piernas.

- ¡Voy a subir!- indico él ascensorista acercándose a la palanca.

- ¡No!- Draco se lo impidió saliendo del ascensor con dificultad a causa del agua.

- Joven... Lo siento tengo que subir- con miedo subió la palanca dejando a Draco solo.

El movimiento sobre el agua era complicado por el peso de la ropa y a vista ciega por dónde pisabas. Aún así Draco continúo hasta la puerta del corredor leyendo el letrero dorado Tripulación. Avanzo con dificultad por la presión del agua por todo el pasillo y en cada intersección que llegaba, recordaba las indicaciones al pie de la letra hasta toparse con las escaleras. Ahí vio el corredor largo entre cada extremo dejándolo intrincado por no saber a qué dirección ir.

- ¡Harry!- grito mientras avanzaba a la izquierda con la esperanza de que lo escuchará- ¡Harry!

- ¡Draco!

Se detuvo al escuchar la voz de Harry. Volteó por dónde venía el grito topando varias puertas que conectaban a habitaciones o corredores sin saber de donde provenía la voz.

- ¡Estoy aquí!- Harry se ayudó con el golpeteo de las esposas contra el tubo para guiar a Draco hacia él. Una gran alegría emergió dentro de él al escuchar la hermosa voz del rubio. Olvidando por un segundo en la situación en la que se encontraba.

- ¡Harry!- se abrió la puerta, mostrando a un Draco lacrimoso y con una sonrisa de alegría al ver a Harry sano y salvo.- Perdóname, perdóname.

Quitó de su camino los muebles que flotaban y rápidamente se acercó a Harry brindándole un beso cargado de culpa, sin embargo, Harry no tenía la menor intención de alejarlo o recriminarle por lo ocurrido. Solo podía pensar en la felicidad que le daba en qué él estuviera ahí para salvarlo, eso quitaba toda duda de que el corazón de Draco correspondía al suyo.

- Tom lo puso en mi bolsillo- dijo Harry dejando de besarlo para explicar su inocencia.

- Lo sé, lo sé- Draco lo abrazo hundiendo la cabeza de Harry en su hombro.

- Escucha Draco. Tienes que buscar la llave de las esposas.

Draco asintió moviéndose hacia el organizador de llaves buscando una llave pequeña y plateado que Harry le describió, pero al no encontrar nada siguió su búsqueda en el escritorio sacando uno de los cajones.

- Draco- el nombrado fijo su atención al moreno.- ¿Cómo averiguaste que no fui yo?

- No lo hice, sólo me di cuenta de que lo sabía- respondió, engrandeciendo más la felicidad de Harry. Pero la sonrisa no tuvo lugar cuando Draco no encontró la llave por ningún lado y el agua subía cada segundo dejándolos sin opciones.

- Draco escucha. Tienes que ir a pedir ayuda- Draco no parecía convencido de dejar a Harry por lo que esté incluyo.- Estaré bien.

Sin necesidad de hablar más, el rubio se acercó a él dándole un beso antes de dejar la habitación y decirle a Harry que volvería pronto.

Avanzo por el pasillo mirando por diferentes direcciones como el agua ascendía, complicando el avancé. Miro las escaleras que llevaban a la cubierta D y subió comenzando a gritar y correr en respuesta de que alguien lo escuchará. Pasó varios pasillos como si fuera un laberinto hasta que vio a un hombre correr en la misma dirección que iba.- Gracias a Dios, escuché necesito ayuda...- pero el hombre parecía no entender lo que decía y trato de alejarse de él con total pánico.- Por favor hay un hombre atrapado en la...- pero el hombre corrió despavorido abandonando a Draco a su suerte. Nuevamente solo, el chico estaba afligido al saber que posiblemente no habría nadie que lo ayudara. La luz empezó apagarse reteniéndolo contra la pared como un pequeño cachorro asustado. Estaba solo en una situación donde la vida de alguien dependía de él, eso le aterraba más que ser ahogado junto al barco, pero no podía rendirse ahora que estaba con Harry, no podía abandonarlo.