10. El Renault rojo
Harry frotaba sus manos para mantener el calor que su propio cuerpo le trasmitía. Calentando el restó con el abrigo que había tomado en la cubierta.
— Hace frío— Draco asintió con una sonrisa, pero se borro al instante al escuchar pasos por la puerta principal.
— ¿Señor Malfoy?— era Pettigrew. Draco inmediatamente tomo la mano de Harry corriendo a otra puerta justo cuando Peter entraba a la habitación. Pasaron a otra parte de la recámara a pasos sigiloso haciendo el menor ruido posible para no ser escuchados, lo cual no había resultado.
La pareja salió disimuladamente de la recámara a grandes zancadas para no ser vistos por el valet, pero cuando iban a mitad del pasillo, Peter salió de la habitación apresuradamente viendo como se alejaban. Draco volteo y cuando vio al hombre seguir sus pasos, hizo que ambos aceleran el paso para perderse entre los pasillos, pero Peter no se desaparecía con facilidad. Draco al saber que nunca lo perderían caminando le gritó a Harry con un gran sonrisa de burla.
— ¡Corre!
Harry al escucharlo tomo gran velocidad para correr y perder de vista al horrendo valet de Tom. La gente que pasaba por los pasillos estrechos, eran empujados hacia la pared por los dos chicos. Corrían directo al ascensor impidiendo el paso a unas damas y un caballero, para entrar cerrando la reja justo en las narices de Peter. Draco no contuvo la emoción y le señaló con el dedo medio en cuando el ascensor descendía.
Al bajar los dos corrieron por la cubierta E, escabulléndose por unas escaleras al nivel bajo del barco pasando por una puerta doble con ventanas, ahí se dieron el tiempo para respira.
— Para ser viejo… Es resistente el hombre. Parece policía— dijo Harry viendo como Draco dibujaba una sonrisa irónica.
— Creo que lo era. Él padre de Tom lo contrato para que su niño no se metiera en problemas y regresara al hotel con su billetera, después de sus aventuras en barrios de mala reputación— declaró recordando cuando Tom volvía a casa aún cuando le había pedido su mano, oliendo a alcohol y perfume de alguien con quién se había revolcado. Ese recuerdo dejo un mal sabor amargo el pequeño rubio siendo detectado por el de ojos verdes. Harry lo tomo de las manos como distracción para mantenerlo alejado de sus tormentosos recuerdos.
— Podría decirse como lo que estamos haciendo— tomo su barbilla para besarlo, pero a través de la pequeña ventana de la puerta, vio a Peter bajar de las escaleras yendo directo hacia ellos— Maldición.
Tomo a Draco de la mano, guiándolo a un pasillo desértico sin poder librarse del valet de Tom. Doblaron a la izquierda donde quedaron atrapados al estar rodeados de tres paredes, Harry rápidamente vio una puerta y sin pensar a dónde dirigía la abrió sin soltar la mano de Draco. El fuerte ruido y el calor de las calderas no detenían a la pareja, quienes corrían a través de la línea de obreros y el vapor que salía de las calderas.
— ¡Continúen. No nos presten atención, están haciendo un excelente trabajo!— grito Harry con un ánimo divertido. Los hombres confundidos no los dio tiempo de reprender a la pareja por estar en ese lugar peligroso. Los dos atravesaron un espacio entre una caldera y otra y fue donde Harry detuvo a Draco antes de salir del pequeño camino.
Draco respiro con energía mirando a Harry, quién sin previo aviso tomo a Draco de la nuca, uniendo sus labios con tanta pasión sin importarle que alguien los viera. Lo único que deseaba era tener los labios del rubio contra los suyos todo el tiempo, tener su cuerpo pegado al suyo y poder explorar cada parte de él con sus manos. Y Draco accedía a esas caricias, después de todo, nunca se había sentido tan feliz y amado que ni todo el dinero podrían remplazar.
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TITANIC
FanfictionHarry, un joven artista donde en una partida de cartas, gana un pasaje para América en el Titanic, el trasatlántico más grande y seguro jamás construído. A bordo conoce a Draco, un joven de una buena familia, contraído a un matrimonio por convenienc...