Capitulo 18 "Cuarto corcel y una persona inesperada"

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-Inframundo/Territorio del lago de las almas-

El cielo era tan oscuro tanto de día como de noche en ese lugar, sinceramente no se sabia si de verdad era de día, aunque primeramente debías querer estar en un lugar como este, esta zona parecida a un bosque muy espeso no era un sitio del cual se le podía decir que es agradable, el viento que chocaba con todo aquello que se le atravesara tenía un sonido de voces en depresión y en pena, como si fuesen suplicas y tormentos los cuales eran señales de las almas de advertirles a todo aquel que quisiese entrar diera media vuelta y escapase cuando pudiese de ese sitio.

Los troncos de los árboles tenían rostros los cuales parecían tallados pero estos se movían a voluntad expresando sonidos de lamentos cada segundo que pasaba, todo era deprimente, vacio, oscuro como también muy macabro, este era un lugar donde las almas sin cuerpo exactos son llevadas para que posean todo lo que se encuentre a su paso y asi expresando toda su melancolia, su arrepentimiento y su tristeza por toda la eternidad hasta el ultimo de sus días de sufrimiento, un lugar tan horrible el cual le podía causar pesadillas a cualquiera.

Pero a una nueva forastera no se parecía estar afectada de todo lo malo y deprimente que había a su alrededor, parecía como alguien que iba de comprar a un lugar conocido o como una persona caminando por su casa, se encontraba tan tranquila que todas las caras visibles en los troncos de los arboles, en las hojas secas, en las piedras se quedaban mirando a la nueva visitante mientras pasaba a un paso constante encima de un caballo el cual se camuflaba muy bien con el ambiente sino fuese por las moscas, ojos verdes como también el brillo del mismo color que emanaba en diferentes partes del cuerpo de la bestia.

Su jinete era nada mas y nada menos que la hermana mayor de todos los jinetes del apocalipsis "Muerte" era como se hacia llamar y como sus hermanos se dirigían a ella, su rostro tenia una sonrisa tranquila mientras galopaba por un camino un tanto difícil para el caballo de transitar pero nada tan problemático para una bestia de su prestigio, pronto llegarían a su destino, les había costado mucho el llegar hasta aquí y sobre todo sola, aunque fuese la mas fuerte de todos sus hermanos, siempre se cuidaban entre sí, aunque también era algo contradictorio ya que no los soportaba en la mayoría del tiempo, lo que le recordaba que había dejado a su hermano menor a su merced en aquel desierto, no sabia que su hermano se tomase tantas molestias en ocultar su caballo y como parecía al igual que las demás bestias, no le hacia caso a su amo como a los otros 2, cosa que resulto muy diferente en su caso, no le había costado nada el ocultar a su bestia. Tenia muy buena relación entre ama y animal.

Al momento de ocultarse por la eternidad, le ordeno que se escondiera en un lugar muy difícil de acceder pero también muy cómodo para la bestia misma y no había ningun otro lugar mejor que el lago de las almas en pena, un hermoso sitio para pasar la eternidad, sin ninguna visita y el cálido entorno a desesperación y llanto el cual le causaba una ligera pisca de tranquilidad a la jinete, despues de todo ese era su elemento, lidiar con la muerte valga la redundancia.

Mi caballo al parecer quiere que lo sigamos buscando... De seguro esta a las orillas del lago, vamos...-dio un movimiento un tanto rápido a las riendas del caballo para que empezara a galopar un poco rápido por aquel camino lleno de pasos en falsos del cual era un poco difícil de transitar, pero para ninguno de los 2 tanto animal como jinete no les importaba eso ya que, estaban mucho mas que acostumbrados-

Se escuchaba a la lejania unos gritos de angustia, miedo y al final llanto, demostrándole a la jinete que estaba cerca de su destino, redujo la velocidad mirando como entre los arboles los cuales se le iba facilitando cada vez mas su visibilidad a donde ella quería mirando a la lejania una luz celeste, como si fuese una especie de resplandor que venia desde el suelo emanando hacia arriba. Sonreía sabiendo que estaba a unos pocos metros de su destino final, despues de muchos milenios encerrada en las profundidades del mundo sobrenatural, al fin pudo volver a las tierras que había conocido poco antes de que la encerrasen, era como volver a casa, se sentia una energia en el ambiente que solo ella le complacia presenciar y no le daba ninguna pisca de miedo nada de esa zona.

Issei El Emperador de los DragonesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora