-Territorio de los ángeles caídos/Casa de Akeno Himejina-
Ambos individuos en la parte del jardín trasero de la casa donde vivía la hija de Baraquiel, Akeno, se encontraban en un profundo silencio, Issei el cual era una de ella empezaba a volver lentamente a la normalidad sus colmillos volvían a su estado original, sus alas se iban desapareciendo y su mirada llena de odio se convertía en la de siempre, pero con la ligera diferencia que estaban algo rojos y cristalinos, sus labios no podían argumentar palabras coherentes y sus pies empezaban a moverse hacia adelante los cuales estaban siendo arrastrados por la poco fuerza que tenia el castaño.
La pelinegra estaba inmóvil, no sabia lo que estaba pasando, no sabia si era una broma de mal gusto o un sueño que parecía muy real, miles de conclusiones daban vueltas por su mente pero ninguna era la verdadera, hace tiempo se había resignado a ver aquella persona otra vez y aunque estuviera desarreglado, sucio, casi irreconocible para muchos, para los ojos de ella seguía siendo el mismo, no entendía como lo podía reconocer, era él, su corazón empezaba latir con mucha mas fuerza y el moverse ahora se le dificultaba bastante.
Akeno... Por favor... Dime... Dime que eres tu...-Se le hacia muy difícil el articular palabras, tenia la voz ronca y algo de sangre entre los dientes, extendía las manos hacia adelante para llegar hasta donde estaba la contraria y sin preguntar, pedir permiso, nada, le toco las mejillas, acción que provoco que sus lagrimas desbordaran sus lagrimales y sostener sus mejillas con algo de fuerza teniendo el motivo de no querer que se apartase-
Issei...-Ese solo nombre, ese nombre pronunciado por la voz de la pelinegra, una voz que no había oído en muchos años atrás, por fin podía escucharla otra vez, no tardo mucho para que el castaño tuviera una cara totalmente triste y sin poder mas empezó a caer en el llanto, la quiso abrazar por el cuello apoyándose en el cuerpo en ella y asi caer de rodillas en el suelo, la pelinegra lo acompaño cayendo también, el castaño sentia una fuerte presión en el pecho sin saber si era por el sentimiento de verla otra vez o era su estado de salud el que había traído ese dolor a su cuerpo-
Aflojo el abrazo que le tenia agarrándola o al menos tratando de tomarla por los hombros como tambien al mismo tiempo tratar de respirar gracias a la presión en su pecho y el llanto que había invadido el rostro del castaño, no sabia si en verdad aquellas lagrimas eran por volver a ver otro rostro conocido o por la historia y lo que había pasado con Akeno, lo que le habían contado de cada una de sus chicas, que ya tenían novio, pareja, prometidos, todos los sinonimos que significaban que ya tenían otra persona en sus corazones, no tenia las ganas ni las fuerzas de mirarla a los ojos, el tener su presencia cerca le daba motivos de hacer una locura, la rabia que había sentido antes se estaba acumulando otra vez, esa neblina le había aumentado las ganas de pelear y destruir todo a su paso, le hervía la sangre y empezaba a ponerse caliente en todo su cuerpo apretando los dientes con mucha fuerza hasta el punto de que podía partirse uno de ellos si seguía asi.
Pero todo esa ira, impotencia, rabia, todos esos sentimientos de odios los cuales se estaban acumulando en el ahora frágil cuerpo del castaño no eran nada para las delicadas manos de la pelinegra la cual con ambas las cuales llevo a las mejillas del castaño para levantar su mirar y poder verse frente a frente pudiendo observar como la femina tenia una sonrisa un poco nerviosa que parecía a punto de partirse en llanto pero trataba de mantener la compostura ante él, pudo analizarla en unos instantes por el temblor de sus labios y el ver que le costaba bastando el articular palabras.
Isse... Iss... Issei...-Le tomo un par de intentos poder pronunciar correctamente el nombre del castaño, tenia un nudo en la garganta le que hacia que su voz se escuchase un poco mas aguda de lo que era usualmente, sus lagrimas caian lentamente por sus mejillas queriendo decir mas palabras pero no le era fácil, con mucho esfuerzo pudo pronunciar aquel nombre el cual ya tenia un motivo para decirlo y era poder verlo otra vez en frente de ella, sentir sus manos, mirar sus ojos, escuchar su voz, todo eso la hacia ver que esto no era un sueño, tenia a su castaño en frente de ella y esta vez no era una ilusión, no era un juego de su imaginación la cual quería jugar con ella, esta vez era real, podía tocarlo y este no se desaparecería o lo atravesaría-
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Issei El Emperador de los Dragones
FanfictionCuando eres feliz, cuando crees que nada malo va a pasar y te encuentras con personas que te quieren, la vida es la encargada de arruinar toda esa paz y amor, cuando llego la batalla contra la bestia del apocalipsis los lideres se encerraron con ell...