Issei El Emperador de los Dragones

Capitulo 3 "Un Espiritu Familiar"

-Inframundo/cementerio-

En el cementerio más grande del inframundo se construyó un panteón gigante en honor al sekiryuutei, resguardada con una reja con hechizos mágicos para que nadie entre, excepto por una entrada la cual tenía un candado mágico el cual solo se podía abrir con una especie de llave; llave la cual solo la tenían pocas personas como los padres de Issei, sus amigos y sus chicas, pero todos lo dejaron de ver ya sea por falta de tiempo, porque ya no podían o porque se habían olvidado de él, pero esto no fue el caso de algunas personas las cuales lo visitaban a menudo como unas 2 a 3 veces por semana ya que estas aunque habían seguido con su vida, no querían abandonarlo o dejar de confiar en su palabra, ya que no podían, porque era imposible para ellas seguir con sus vidas sin pensar en el amor de su vida, el cual se sacrificó para que ellas hoy en día pudieran ver el resplandeciente sol que sale todas las mañanas, su pilar para seguir de pie, él era para ellas lo que no es para los otros, alguien a quien admirar y cuando está al lado suyo sentirse amadas y protegidas.(aquí pondré una chica, las demas las tendrán que comentar para ver si es correcto, son pocas personas las que lo visitan ¬.¬)

La puerta de las rejas del panteón, se abrió e ingreso alguien a su interior con un ramo de flores, camino unos segundos para estar al frente de la puerta la cual en su interior se almacenaba el ataúd de la persona al que rendían homenaje, abrió la puerta para entrar y cuando entro la cerro detrás de ella para que el clima del ambiente no entrara, esta persona al principio no se podía distinguir ya que traía puesta una capucha pero cuando se la quitó se podía apreciar el hermoso cabello azul con un solo mechón verde que caía por su frente, exacto era Xenovia una de las personas que venía diariamente a la tumba del castaño, ya que según ella siempre quería hablar con él aunque no esté en esta tierra, donde sea que este, quería que escuchara su voz diciéndole lo mucho que lo ama todavía.

Hola Issei- dijo está dirigiéndose al ataúd al frente de ella, con una sonrisa en su rostro-

Lo único que se podía oír era el viento de afuera que hacía que la puerta temblara, adentro había un silencio sepulcral pero Xenovia ya se había acostumbrado a que no le contestaran.

Hace un clima fatal allá afuera, por poco me congelo- dijo la peliazul abrazándose ella misma-

Como desharía que estuvieras aquí para poder abrazarte y sentir tu calor- dijo dando unos pasos hasta estar a unos centímetros del ataúd-

Mira, te traje algunas flores, sé que eres una de esas personas a las cuales prefieren regalar que recibir, pero me tome la molestia de elegirlas por ti- dijo la guerrera dejando el ramo de flores sobre el ataúd, Xenovia en su cara tenía una expresión triste-

Lo siento por venir sola, pero es que las demás no pudieron venir gracias a su trabajo o por algún que otro asunto delas facciones, ya tu sabes cómo son esos asuntos, siempre quieren que gastes tu tiempo jaja-a la peliazul le salió una pequeña risa acompañada con una sonrisa-

Perdónalas por favor, sé que dijimos que vendríamos todos los días a visitarte pero a veces un acontecimiento surge y no podemos decir que no- dijo la peliazul bajando la mirada hacia el suelo y después se podían ver lagrimas correr por sus mejillas, lagrimas las cuales rápidamente fueron secadas por ella misma-

Bueno, dejemos las cosas tristes a un lado-dijo Xenovia levantando la mirada y poner una pequeña sonrisa en su rostro-

En unos pocos días tenemos una fiesta, la organizo Yasaka por una tradición de su cultura o algo así- dijo dirigiendo su mano a su barbilla y comenzando a pensar en el ¿Por qué? de la fiesta-

Bueno no importa porque pero quería informarte que estaré ahí- dijo la peliazul restándole importancia-

Sabías que la hija de akeno ya va a cumplir 9 dentro de poco, como ha crecido esa niña, se parece mucho a su madre, ha pasado mucho tiempo desde que nació y es muy alta para su tamaño jaja, diez años desde ese día- Xenovia se puso a pensar en los acontecimientos de ese día y pudo recordar la promesa que les hizo el castaño antes de irse-