8 Muñeca de porcelana

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Muñeca de porcelana
Talvez ya estés rota

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Chris

Observar, solo desde lejos te muestra la capa más superficial de una mente subjetiva.

La simpleza del lugar en el que estaba me atraía, pero esos detalles, esos pequeños detalles que, a simple vista, observando desde lejos nunca encontraría me lo mostraron.

Demostraron perfectamente lo que esperaba, en aquel lugar con rosas marchitas se veían historias trágicas ocultas en la inocencia.

- ¿Qué haces aquí? - pregunto simplemente al verme. En sus ojos vi con perfección que ella sabía la respuesta de aquella pregunta.

Buscando una excusa que no delatara la verdad y la mayoría de mis intenciones en aquel lugar, extendí la mano. Heike la miro durante unos segundos entendiendo perfectamente a lo que me refería.

- Quiero recuperar mis pertenencias - hable y Heike suspiro con resignación.

- Quiero recuperar mi privacidad - se defendió.La única manera de entrar en una mente complicada era observando desde cerca, calculando cada pensamiento, cada rama de aquella interesante personalidad que se había creado de recuerdos extraños.

Suspire, me acerque un poco al borde de aquel techo, un extraño lugar para desaparecer de los demás, pero efectivo.

- Esencia de limón - analicé el olor que acariciaba mi nariz - todo este lugar huele a ti.

Esencia de limón, un olor dulce pero equilibrado. Aquel olor que cada vez que lo sentía a mi alrededor también la sentía a ella.

- En la situación en la que estamos eso suena enfermizo.

- No soy un acosador - mis palabras mentían, pero en ese momento no entendía.

- Yo tampoco - también se equivocaba.

A diferencia de mi situación, en ese momento ella si lograba entender la gravedad de sus acciones o al menos la mayoría de aquellas. Heike conocía las consecuencias próximas o al menos se las esperaba, pero nunca temió por un castigo.

A pesar de que ninguna de nuestras acciones fue justificable como creíamos, ningún arrepentimiento me envolvió. Muertes, desastres, sacrificios, era lo que se había convertido mi vida los últimos años, pero ningún pensamiento de culpa aparecía.

- No pienso parar de hacer esto, es lo único que me aferra a este orfanato - mis palabras volvían a mentir, aunque se mezclaban con verdades algo transformadas.

Algo bastante más grande me aferraba a Linder Malegrant, talvez el director, las circunstancias o la facilidad de no tener que dar respuestas ya que a nadie le importaba lo que nos ocurriera.

- ¿Y si me cansó? de que me persigas, me espíes y luego te alejes - nunca me alejaba, solamente me gustaba tomar un respiro.

- No me importa un carajo lo que digas, te alejaras, volverás y seguirás con mi juego - nuestro juego.

- Podría abandonarlo- Heike no esperaba que le creyera.

- Todo iba perfectamente bien antes de que lo intentaras la anterior vez.

- No hablaremos de la anterior vez, salió mal porque...

- ¿Porque se rompió tu capa de porcelana? Primera vez que dejas de fingir tu empatía y lo único que te importa es... - esa vez ella interrumpió mis palabras con una sonrisa incrédula.

- empatía - repitió - sientes envidia de que yo si logré fingirla. Que me observaras no era suficiente, no es suficiente; necesitaba algo de que... - se quedó en silencio al darse cuenta la palabra que iba a utilizar.

- ¿Obsesionarte? Lo lograste.

-Crees que todo en esa época fe perfecto - se acercó lo suficientemente a mi hasta que sus palabras se convirtieron en un susurro, sus labios con una corta distancia en los míos - necesitaba algo que me salvara de ser como tú. Tu nunca me salvaras del mismo demonio que nos rodea a los dos.

Yo nunca podía salvarla del demonio que ella era.

- Todo lo que iniciaste ese día no lo logras controlar, que finjas una vida para ocultar eso no lo envidio ni lo deseo.

- ¿Dónde estabas cuando ocurrió? Nunca estuviste involucrado en esto.

- Siempre estuve involucrado contigo, me alejé porque me di cuenta que en realidad no sabía cómo descifrarte

- ¿Descifrarme? - calculo mis palabras - ¿Ya lo lograste? - quedamos en una posición en la que yo estaba de espaldas al borde del techo con un paso de diferencia al precipicio - siempre estuviste involucrado conmigo, ¿Por qué conmigo?

- ¿Porque seguiste aquí? Al inicio solamente me parecías interesante y hasta hace cinco meses lo único que hacía era observarte como cualquier otra persona - no podía decirle la verdadera razón del porque me atraía - y luego alimentaste esa curiosidad que tenía hacia ti, porque yo no fui el único que investigo, no fui el único que intento meterse con la vida del otro.

- ¿Necesitas saber cómo descifrarme? - nuestras voces se convirtieron en susurros debido a la cercanía que teníamos, la cercanía que aumento ya que ella coloco sus manos en mis hombros con un fin bastante inservible - quieres saber si es conveniente involucrarte más conmigo, quieres saber cuál lado me predomina - con un movimiento sutil me movió un poco haciéndome quedar aún más cerca la caída.
Durante aquellos segundos no me moví, no respire, solo mantuve fija la mirada y después de un momento de gran tensión sonreí.

- No importa lo que sentiste en ese momento no quieres repetirlo - una carcajada salió cruelmente de mí aunque la expresión de soberbia continuo en su rostro a pesar del recuerdo - esto no volvió a iniciar cuando me robaste este anillo, esto no inicio cuando te obsesionaste con la rutina que teníamos.

- El inició fue cuando me convertí en la otra asesina de este orfanato - sonrió alejándose de mí.

Observar desde lejos te hace ver la capa más superficial de una mente, la capa de porcelana.

Aquella capa de porcelana que se había roto hace tres meses.

En el momento en que llego al orfanato me intereso e hice lo posible para investigarla, se alejó de aquello, pero no entendía porque, luego de un tiempo encontré el anillo.

Talvez el inicio de nosotros no comienzo desde lo contado, pero esa mirada, esa primera mirada que determinaba el verdadero inicio de nuestra historia me aclaro lo que buscaba.

Muñeca de porcelana, ella nunca fue una muñequita de porcelana, ella no se alejó por miedo, angustia o porque le diera ansiedad que la observara y talvez siempre tuve ese miedo de que creyera que la acosaba mientras solo quería conocerla.

Muñeca de porcelana, aquel día que se rompió aquella capa de porcelana en ella me dejo ver lo que en realidad ocurría en su mente. Heike, Heike, Heike, te atraía esto también, te gustaba y lo querías.

Muñeca de porcelana, sus peores demonios salieron el día que se rompió, ya no le importo ocultar lo que pasaba y al ver que yo ya no la buscaba, decidió utilizar mis anteriores métodos que tanto la atraían, ahora contra mí.

Inicio con el anillo, lo robo porque quería algo de mí, me investigo porque quería ver cómo funcionaba mi mente y lo oculto porque pedazos fragmentados de porcelana aún quedaban hay.

Una mirada significaba todo eso, tan solo en una mirada vi la mentira en tus ojos.

Mentira que se había creado el día en que su capa de porcelana se rompió, el día que se convirtió en la asesina que faltaba, porque somos los demonios de esta pesadilla.

Una Mentira En Tus OjosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora