4.1- Sacred Tools

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Capítulo 4: Elecciones y promesas.

Parte 1: Sacred Tools.

Situado a un costado de la prestigiosa Academia Randack se localizaba el distintivo y reconocido Centro de Armamento Espiritual (CAE), lugar dónde los estudiantes tienen permitido probar diferentes tipos de Sacred Tools para revisar cual se adapta mejor a su estilo de combate.

Durante generaciones las tres Academias han estado librando una carrera por ver quien consigue desarrollar el mejor armamento, tampoco es como que dejen de apoyarse entre ellas, existen ocasiones donde comparten conocimiento.

Las Sacred Tools fueron hechas en base a los antiguos modelos de las armas existentes antes de que la magia se convirtiera en el principal medio de destrucción mínima, moderada y masiva.

La guerra Humano-Demonio obligó a los humanos a evolucionar y a adaptarse más rápido si querían sobrevivir, con la extinción en la mesa, todos ellos dejaron de lado sus diferencias para unirse y compartir todo el armamento disponible.

No obstante, para cuando la guerra conoció su final, todo el armamento se dejó en un segundo plano, prácticamente inservibles. Esto fue con la intención de ser reemplazados por hechizos y las armas otorgadas por los espíritus, con el tiempo y el descubrimiento de un nuevo material, los humanos reanudaron la producción en masa del anterior armamento con grandes mejoras.

En la actualidad, las famosas Sacred Tools están fabricadas de un mineral llamado Mithril, descubierto por ahí del año 2123. Dicho material es el único registrado sobre la faz de la tierra que es compatible con la magia, y es capaz de soportar la adición de la nanotecnología.

— ¿Qué tanto hace? Ya debería haber llegado.

Exclamó la directora mientras revisaba su reloj en la entrada del CAE, claro, antes de volver a dejarle otros cinco mensajes en el buzón del joven Drako.

— Por esta razón no tuve hijos y ahora tengo que encargarme de dos que ni míos son. ¡Ay, Ashlee!, A veces eras insoportable, pero no puedo creer que ya no estés entre nosotros.

En la distancia se aproximaba un joven corriendo y jadeando con todas sus fuerzas, mientras más se acercaba, más lento avanzaba, dicho joven se detuvo en frente de la directora antes de dejarse caer sobre sus rodillas a tomar aire.

— Y bien, ¿Cuál es tu excusa?

El miedo creció al escuchar el tono tan serio recubierto de un enojo floreciente, apenas reprimido. Una mirada perforante desde arriba, evitando el contacto visual y con un claro cuerpo temblante ante la amenaza, el joven tartamudeo:

— Nngh... B-Bueno... Es que ya sabes... Soy nuevo y eso...

— Levanta la cabeza y ponte de pie, ya perdimos mucho tiempo.

Drako acató la orden, avergonzado, siguiéndola adentro de las instalaciones.

— A todo esto, ¿Cómo te fue en tu primer día?

— Bien, no creía encontrarme con una cara conocida, hubo un chico llamado Dylan que me ayudó bastante, me presentó toda la escuela en lugar de dejarme en la entrada y que yo investigará por mi cuenta como cierta persona.

A Eryx le llegó un vivo recuerdo de su juventud, de cuando ella formaba parte de la Guardia Espiritual en compañía de Ashlee, varias veces recibió quejas por parte de ella debido a que muchas veces las dejó a su suerte, tal y como hizo con Drako.

— Eres igual de quejón que tu madre.

En medio de su plática llegaron hasta el lobby donde pasaron por un filtro en donde ambos mostraron su identificación. Para luego seguir en dirección del campo de tiro, pasando por grandes vitrinas de exhibición en las cuales descansaban diferentes tipos de armas; cuerpo a cuerpo, distancia y algunas herramientas.

La oscuridad del dragónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora