veintidós | atardecer

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veintidós | atardecer.

–Lo siento, de verdad, perdí el control por culpa del estrés y... –la mujer le acarició la cabeza a Yuu, quien estaba inclinada ante ella.

–No te disculpes, igual, perdón por presionarte de más. –Yuu se enderezó sonrojada y avergonzada. –Todo está bien, ¿de acuerdo? –la chica asintió, la doctora borró su sonrisa, tomó a Yuu de los brazos y la sacudió levemente. – ¿Cómo reaccionó Sanji-san luego de darle tu respuesta?

–No quiero hablar sobre eso ahora. –admitió triste, la doctora asintió estando de acuerdo con su decisión, se acercó a ella y la abrazó.

–Lamento todo lo que está ocurriendo, aunque no pueda evitarlo estoy aquí para apoyarte. –Yuu correspondió a su abrazo y sonrió de lado.

–Muchas gracias.

–No hay de qué. –se separaron, Yuu se giró a mirar a la puerta donde Zeff miraba la escena cruzado de brazos. –Zeff-san, ¿cómo se encuentra Sanji-kun?

–Parece que no lo tomó tan mal, ahora se encuentra trabajando, aunque no lo hace tan bien como siempre, tendré que regañarle para que lo haga bien o lo mandaré a descansar por hoy.

–No sea tan duro con él, por favor. –pidió Yuu preocupada, Zeff negó con la cabeza.

– ¿Cuándo te irás? –Yuu evitó su mirada y comenzó a jugar con sus dedos.

–Ryo y Kai vendrán en los siguientes días, no estoy segura. –el jefe la mandó fuera de la habitación tras eso diciendo que tenía algunos temas que tratar con la doctora; Yuu salió dirigiéndose a la cocina.

–Me siento realmente mal por lo que está pasando, sé que Yuu-san no podía hacerlos felices a todos, sólo espero que puedan superarlo pronto o...no lo sé. –se encogió en hombros, Zeff se giró a mirar por la ventana y negó con la cabeza.

–Sanji ha madurado mucho durante el año en que estuvo con ella, le hizo bien y sé que no se arrepiente de haberla conocido, es fuerte, sabrá continuar sin ella.

– ¿Pero qué hay de ella? –Zeff no contestó. – ¿La marina no puede hacer nada contra ese dictador?

–Parece que tienen otras cosas más importantes de las qué preocuparse. –la doctora decepcionada asintió.

–Ojalá liberen a esa gente de la vida que llevan ahí.

***

Yuu se ató el cabello rápidamente sólo para que este no le estorbara en la cara, al ser bastante corto no le llegaba a molestar estando atado. Bajó las escaleras ágilmente y llegó a la cocina en un segundo, entró pero sorpresivamente no había nadie ahí.

– ¿Pero qué...? –susurró sorprendida.

Salió de la cocina y se dirigió a la sala de descanso, tampoco había nadie. Como última idea bajó al restaurant, a paso apresurado y saltándose escalones llegó a la primera cubierta, donde sólo poner un pie escuchó algo que la sorprendió.

– ¡Sorpresa! –los gritos de sus compañeros no tardaron en sonar, Yuu abrió los ojos sorprendida, todos estaban ahí, vistiendo como siempre pero con la diferencia de que no estaban trabajando.

En una de las mesas había un gran pastel con el nombre de la peli-azul, decorado de una forma muy linda, las mesas estaban arregladas y preparadas para comer, había globos y serpentinas, parecía una verdadera fiesta.

De entre todos salió Sanji, puso una sonrisa tímida y extendió los brazos hacia Yuu, ella se acercó y lo abrazó.

–Los idiotas y yo queríamos hacer algo por ti, para que no te olvides de nosotros. –admitió él, Yuu lo abrazó más fuerte.

lovely | sanjiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora