—...older i get.
Cuando termino de cantar la ultima estrofa, toda la clase rompe en aplausos y yo miro a Dani que tiene una sonrisa en la cara.
Estamos en el auditorio. Ya ha pasado un mes desde que nos anunciaron lo del concurso y hoy tocaba presentarlo ante la clase. Dani y yo llevamos quedando todos los viernes después de clases y vamos al mismo árbol del principio a pasar la tarde entera.
Ha habido un poco de... ¿tensión? extraña desde hace unos días. No de la mala. No se como describirlo, me siento muy buen cuando estamos los dos. Siento que me entiende y que no me juzga como el resto. Me siento tan cómoda como no lo hacía hace un tiempo, incluso más que con Claudia, con la cual he hablado unas tres veces -contadas- desde la fiesta de principios de curso.
Me gusta pero me asusta, ¿sabes? Nunca me he sentido así, y me da miedo. Parece ridículo, pero todo el tiempo tengo la sensación de que el tiempo es efímero. De que en seguida ocurrirá algo y no podré evitarlo, y esta burbuja en la que ambos nos hemos metido, se romperá y yo volveré a ser la soltaría de la clase y él el chico guapo que gusta a todas.
Durante un tiempo pensaba que la soledad en la que me encontraba encerrada era la "mejor" sensación del mundo. Que no necesitaba a nadie para estar bien porque conmigo misma bastaba.
Ignorante. Cobarde. Yo era ambas. No sabia lo que era estar con alguien que me entendiera y me apoyara al cien por cien, así que me escudaba bajo la excusa de que "estoy bien sola".
Bajamos del escenario los dos juntos y nos sentamos en una de las butacas más apartadas del resto. Mantuvimos silencio mientras escuchábamos al resto de nuestros compañeros representar la canción que habían elegido.
Una pareja esta tocando human de Christina Perri cuando siento una mano en mi rodilla. Miro en esa dirección y veo la mano de Dani trazando círculos en ella con el dedo en el que lleva el anillo. Levanto la mirada para mirarlo a él y le veo con una casi imperceptible sonrisa, pero sin mirar en mi dirección.
Devuelvo la mirada a mi rodilla y al acercar mi mano a la suya no puedo evitar fijarme, otra vez, en lo similares que son nuestros anillos. A el mio se le ha ido bastante el brillo de tanto usarlo, pero el dibujo, la forma, el material, son prácticamente los mismos. Acerco mi mano a la suya y trazo la forma de la sencilla joya.
—¿Pasa algo? —escucho en susurro de Dani en mi oido y un escalofrío me recorre la espalda.
—¿No te da la sensación de que son iguales? —le pregunto, aun con mi mano sobre la suya.
— ¿Los anillos? —asiento— No me había fijado —levanta mi mano hasta la altura de sus ojos y ahora sí lo miro a él—. Se parecen bastante, ¿de dónde lo has sacado?
—Herencia. Mi tía me lo regaló.
—Será cosa del destino —dice para después besar mi mano y reírse ligeramente. Levanta la mirada y la enlaza con la mía. La sonrisa se me borra y vuelvo a quedarme atrapada en su tormenta.
Dani, aún manteniéndome la mirada, baja muestras manos y entrelaza sus dedos con los míos. Encuentro mi voz antes de que el profesor nos interrumpa:
—¿Acaso crees en el destino?
...
—Nora y Dani nos representareis al pueblo entero en el próximo concurso. Quiero que elijáis una nueva canción y quiero que la hagáis vuestra.
»Tiene que ser una que sintáis como si la hubierais escrito vosotros mismos. Me da igual si lo habéis vivido o no, porque eso no os lo van a preguntar, pero tenéis que hacerles creer que sí lo habéis hecho.
Estamos en nuestra aula de música de siempre, pero con el detalle de que no hay nadie más que nosotros. El profesor nos esta dando una charla sobre lo que tenemos que hacer en el concurso:
—Que se os note compenetrados. Un duo de música no sirve de nada si uno de ellos no demuestra el mismo nivel de sentimiento que el otro. Ya sabéis que si ganáis podréis iros a estudiar seriamente a un conservatorio lejos de aquí así que esforzaros al máximo —no iba a ser menos—. Podréis faltar a las clases las próximas semanas y tendréis el auditorio para preparar vuestra presentación. Eso es todo.
Nos levantamos, Dani va a por su guitarra y luego me sigue hacia la salida.
—Y yo que pensaba que este año también me libraría del concurso —digo cuando ya estamos los dos fuera.
—Espero que estes de coña.
Me doy la vuelta y empiezo a andar hacia atrás a la vez que contesto, irónica: —Pues no se que decirte la verdad... mi sueño siempre a sido quedarme en este pueblucho el resto de mi vida.
Nos quedamos quietos antes de estallar en carcajadas.
—Vamos, que estas deseando irte lejos —me levanta una ceja.
—Tan lejos y tan pronto como me sea posible.
—¿Puedo preguntar por que? —se muerde el labio de abajo, me he dado cuenta de que es algo que hace constantemente.
Me lo pienso un momento antes de tomar aire y contestar: —Este sitio me trae demasiados recuerdos —digo ya mas seria—. Dicen que para pasar pagina hay que deshacerse de los recuerdos malos, ¿no? Mi intención es irme para no volver.
Sin darnos cuenta ya nos estamos dirigiendo a la campa de detrás del ayuntamiento. Siempre a el mismo sitio. A este paso acabará teniendo nuestro nombre y todo.
Después de eso ultimo, nos quedamos en silencio hasta que llegamos al árbol de siempre. Nos sentamos y nos apoyamos en el y ambos fijamos la vista en el pequeño pueblo en el que vivimos.
Y pienso en todo. En como estas últimas semanas parece que haya cambiado tanto y tan poco a la vez. Cualquiera diría que sigo siendo la misma amargada de siempre, pero yo siento un cambio. Es como cuando llevas una racha muy mala y de repente empiezan a pasarte cosas buenas.
Después de lo que paso aquel día realmente creía que no volvería a ser la misma. Que no volvería a sonreír de la misma manera o a tener la misma ilusión de cantar como hace seis meses.
Y tenía razón. Cosas como esas no se superan. Es mentira eso de que el tiempo sana las heridas. Nos venden ese cuento para que no nos rindamos cuando la única verdad es que hay cosas que se quedan para siempre. Momentos o personas que no "se olvidan con el tiempo", pero aprendes a vivir con su ausencia, su recuerdo.
Él ha sido mi detonante, la persona que ha conseguido sacarme del pozo.
No va a sustituir a mi madre , ni mucho menos a mi hermana. Pero ellas no tienen ni tendrán sustituto.
No creo en el destino porque ellas no merecían lo que les hicieron. Tampoco en Dios porque si nos amara a todos no les habría hecho pasar por lo que pasaron. Pero si algo o alguien a puesto a Dani en mi camino para ayudarme a pasar página, lo recibiré con los brazos abiertos.
***
hoy doble actualización :)
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Quizá No Tan Distintos ✔️
Teen Fiction[TERMINADA] Nora y Dani parecen polos opuestos, pero cuando les toca conocerse se darán cuenta de que no son tan diferentes como creían. No solo tendrán un presente común, sino también un... ¿pasado? Pasaron cosas que marcaron la vida de ambos. Una...