Veo a lo lejos la tormenta que se desata en el pueblo y sé que en nada llegará a la playa. Remo con todas mis fuerzas para llegar a la última ola. Me impulso hacia arriba e intento no perder el equilibrio cuando la lluvia empieza a caer aquí también. Ya en la orilla me dejo el traje a medio poner y termino de limpiar la tabla en una de las muchas duchas que están a lo largo de la playa.
Estoy saliendo cuando algo me detiene, bueno, algo no, alguien:
—¡Nora!
Dani corre a hundirse en la arena y veo que su hermana Dana entra en una cafetería justo cuando se separan. Aún recuerdo como me miró cuando salí de su casa hace varias horas, con esa desconfianza, como si fuera una desconocida después de todo.
Pero de todas formas no me muevo. Hundo la tabla en la arena y me cruzo de brazos esperando a que llegue a mi altura. Nos merecemos esta conversación, no porque vaya a solucionar nada, yo sé muy bien que cada vez que lo miré a los ojos veré los de su madre, y no voy a permitirme eso.
Pero tampoco voy a seguir como si no nos conociéramos de nada, él me ha ayudado mucho y esas cosas no se olvidan. Así que, aunque no vaya a cambiar de opinión, me merezco esta última charla.
Llega y aunque su pelo negro cae sobre su frente por culpa de la lluvia, esos ojos hipnóticos no son fáciles de obviar.
—¿Podemos hablar?
Yo solo me encojo de hombros, no me sale decir nada más.
»Supongo que ahora me toca a mí pedirte disculpas —empieza—, no he actuado bien, y no es que no te creyera, es que no he sabido reaccionar.
Tengo que preguntarlo —: ¿Sabías lo que había hecho tu madre?
Dani niega y agacha la mirada a la arena, él lleva unas zapatilla pero mis pies siguen descalzos, no me importa, ahora mismo no soy capaz de centrarme en el frío.
—Yo sabía que había hecho algo malo, mi padre me advirtió, pero no sabía el qué. Si lo hubiera sabido...
—Si lo hubieras sabido, ¿qué? —mi tono cortante nos sorprende a ambos—¿Habrías evitado conocerme? ¿Lo habrías hecho igual? —lágrimas empiezan a caer por mis mejillas de nuevo. No sé ni cómo me quedan después de todo.
—Nora, no me arrepiento de nada, de absolutamente nada. Pero habría hecho las cosas distintas, habría... no sé, intentado ahorrarte el mal rato o... —la desesperación en su voz se escucha a kilómetros intentando hacerme entenderlo.
Tampoco es que eso vaya a cambiar nada.
—¡No! Si es que la tonta soy yo —le doy la espalda y fijo mi vista en el frente, en el mar—. Debería haberme dado cuenta... ¡Joder, Dani! Sé que no tienes la culpa de nada, ¿vale? No tenías nada que ver, es solo que... pensé que no teníamos nada en común, no imaginé que algo podría pasar cuando empezamos a hablar.
—Si sabes que no estoy relacionado con eso, ¡que más da! Podemos intentarlo, como hasta ahora.
—Pero no será así, Dani —digo en un susurro—, no lo será. Te miro y solo —mi voz se rompe— solo la veo a ella, a tu madre, a la mía. A mi hermana. Es... no eres tú pero yo no podría con eso.
—¿Entonces qué? A partir de ahora simplemente... —cuando me giro veo tristeza en sus ojos— ¿olvidamos todo? ¿Como si no hubiera pasado? Así, sin más...
Nos miramos y cuanto más pasa el tiempo más indecisa me siento sobre la decisión que tomé desde un principio.
El viento helado y la lluvia que cae del cielo me envuelve y de un momento a otro vuelvo a sentirme tan sola como esos últimos días de verano antes de volver a el instituto. Como si el temporal quisiera darme una probada de lo que se me viene encima.
—N-no —me abrazo—, pero ya no va a ser como antes. No en mucho tiempo, al menos.
Unos segundos después de analizar mis palabras, vuelve a hablar —: Hay quienes creen que el tiempo cura las heridas y otros que dicen que el tiempo solo ayuda a vivir con ellas —dice de repente—, sabes que estarás bien, ¿no? Con el tiempo todo será más fácil.
—Yo creo que toda herida puede ser curada, Dani, pero que hay muchas que siempre van a dejar marca. Lo siento mucho.
—Igual más adelante —dice con esperanza.
Veo como se acerca a mí hasta que solo centímetros nos separan. Sus ojos se quedan fijos en los míos pero por el rabillo del ojo noto como se quita el anillo. El anillo de Diana, mi hermana.
Bajo la mirada y veo como lo deja en la palma de mi mano. Me lo pongo en uno de mis dedos y levanto los ojos para volver a enlazarlos con los suyos. Tanto de su mirada gris como de mis ojos verdes salen lágrimas pero ninguno de los dos las aparta.
Nos quedamos así hasta que de un momento a otro él junta sus labios con los míos.
Y yo no lo rechazo. Porque sé que va a ser el último.
Sus manos ahora están alrededor de mi cabeza, enredadas en mi pelo mojado y yo subo una de ellas a su muñeca, y la otra la meto debajo de su camiseta. Intensifica el beso y yo no me aparto, quiero disfrutarlo.
Él ha sido, a pesar de todo, quien en poco tiempo me ha hecho sentir algo que no había sentido nunca. Me he enamorado de él hasta las trancas y no sé si esto me va a comer o voy a seguir como hasta ahora; sola y apagada.
Pero no es momento de pensar en eso ahora. Dani separa nuestras bocas pero no se aleja.
—Quizá no somos tan distintos.
—No —digo con un suspiro—, para nada.
Nos quedamos en silencio, como si eso pudiera parar el tiempo, como si no movernos fuera a convertir este momento en uno cualquiera, porque sabríamos que van a haber muchos más.
Pero no los va a haber. Aquí acaba esta corta historia.
—¿Te puedo pedir un cosa? —pregunta.
—Claro.
—Prométeme una cosa... Recuérdame. A mí. No a el resto, no a mi familia. Recuerda lo que yo te he hecho sentir. Nada más.
—Las primeras veces no se olvidan, ¿no?
Dani sonríe.
—Ha sido un gusto conocerte, Nora. De verdad, tienes mucho que dar, que no se te olvide nunca. Puedes con esto y con mucho más, eso lo sé. Vas a llegar muy lejos.
—Te amo, Dani —confieso.
—Y yo a ti, Nonie. ¿Mantendremos el contacto?
—Claro —digo en un susurro.
Y esta vez, soy yo quien lo ve marcharse a través de la lluvia y no corre tras él.
***
El viernes el epílogo.
Muchísimas gracias a quien haya llegado hasta aquí.
:)
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Quizá No Tan Distintos ✔️
Novela Juvenil[TERMINADA] Nora y Dani parecen polos opuestos, pero cuando les toca conocerse se darán cuenta de que no son tan diferentes como creían. No solo tendrán un presente común, sino también un... ¿pasado? Pasaron cosas que marcaron la vida de ambos. Una...