Paso 1.

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—Querido botón dorado —canturreó moviéndose de un lado a otro. Cerró sus ojos y meneó su cabeza— No, suena muy serio...—aclaró su garganta y pensó con claridad— ¡Querido botón dorado! —exclamó con fuerza— ¡Parece que le estás gritando! —se regañó así misma.

Soltó un gruñido y se tiró en el diván de su habitación, hundiendo su cabeza en la almohada.

Los pequeños kwamis que llevaban observándola desde hace rato, se miraron entre ellos. Desde el incidente en la sesión fotográfica, su guardiana no había dejado de practicar una y otra vez aquella absurda confesión de amor.

—Deberíamos hacer que se calme —propuso Wayzz— Esto le hará daño.

—Hay que hacerla dormir —dijo Longg— Seguro le da el tiempo para no pensar por un buen rato.

—¿Cómo hacemos eso? —preguntó Roar.

—¡Golpeemos su cabeza y que caiga desmayada! —chilló Xuppu moviéndose en el aire.

—¡No! —exclamaron todos.

Marinette se puso de pie al escucharlos, todos estaban en fila fingiendo una sonrisa. Ella los examinó con la mirada colocando sus brazos en jarra.

—¿De que están hablando? —cuestionó acercando su rostro para intentar marcar su autoridad.

Todos se miraron y bajaron la cabeza. Realmente tenían permitido hacer y deshacer mientras respetaran la privacidad de su dueña, y eso involucraba sus líos amorosos. Ella había sido muy clara, no deseaba que mencionaran a ninguno de los chicos que tuvieran un pedazo de su corazón.

Ellos aún recuerdan con lástima las noches en que Marinette lloró por su ruptura con Luka, y es que es cierto, quizás su amor por él nunca sería tan fuerte como el que siente por Adrien, pero era lo suficiente para ellos dos, para su relación y para su unión.

Pese a ello, Marinette vivía con la esperanza de que con el pasar de los días, lograría ceder completamente ante Luka, pues estando con él, el nombre Adrien desaparecía de su mente, pero ella debió terminar con él.

Porque es una superheroína antes de ser su propia persona.

—Solo queremos saber...—Tikki se acercó con cautela—, si te encuentras bien.

Parpadeó con lentitud y frunció los labios, dejando que el dolor de sus hombros se deslizara a través de un suspiro lamentero.

—Lo estoy —mintió, como siempre lo hacía— Deben dormir, es tarde.

—Pero...

—Por favor —suplicó— Obedezcan.

Los pequeños seres asintieron resignados, lentamente volaron y se acomodaron en los distintos puntos de la habitación, en donde ya tenían apropiados su espacio. Tikki miró a su dueña por última vez, y así mismo se alejó.

¿Por qué practicaba esa confesión cuando la que salió con Chat noir había sido más natural?

Esa era su gran confusión, se sentía mareada de los chicos, la insistencia de Luka respecto a Chat noir debió bloquearle la mente por unos segundos mientras estaba en la compañía de Adrien. Y es que ella juraba que era Chat noir quien recibía esos besos, y eso era todavía más preocupante.

Quizás era momento de confesar su amor por Adrien de una vez por todas, así dejaría de confundirse ella misma.

El sonido de un mensaje llamó su atención. Bastó ver por la pantalla de notificaciones el mensaje de su amigo guitarrista.

Luka <33

Hey, ¿Todo bien?

A mi no me engañas,
estás leyéndome a través de la pantalla.

You with the &quot;always&quot; included [MLB]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora