Chat Blanc and Princess Justice.

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Sus ojos se abrieron con mucho cuidado, sentía su cabeza dar vueltas, así como una increíble sensación de mareo.

Marinette identificó una oscuridad vacía y tuvo que parpadear varias veces para poder analizar un poco más el lugar e intentar recordar lo que había pasado antes de que perdiera la conciencia.

Cuando su memoria voló a aquel chico tomándola en contra de su voluntad intentó moverse para salir lo más rápido que pudiera de donde sea que estuviera, recibiendo solo así un fuerte dolor en las muñecas.

Estaba atada a unas herrerías extrañas, parecían viejas y tenían partes color cobre, seguramente por la humedad del agua que estaba debajo de ella.

El aire parecía más pesado ahí abajo, el olor era horrible y tuvo que hacer esfuerzo para no alterarse. Tenía miedo de hacer ruido y llamar la atención de quién fuera que estuviera ahí.

Observó lo que parecía ser un elevador y eso le indicó que se encontraba en la parte baja de un lugar, era como si fuera un sótano, pero demasiado bien cuidado. Ella estaba en el camino que guiaba hacia el otro lado del lugar donde parecía haber plantas y en medio de todo... un ataúd.

—No, no, no —susurró desesperada forzando sus manos— Tikki, Tikki.

Pero su pequeña kwami nunca apareció.

Sus aretes.

Intentó mirar sus orejas sabiendo que sería imposible hacerlo, pero con el pasar de los minutos podía sentir perfectamente que no portaba sus usuales accesorios.

El elevador comenzó a sonar y con eso Marinette intentó forzarse más para poder soltarse, pero se detuvo al ver por completo a las personas que iban hacia ella con una sonrisa marcada en sus labios.

—No... por favor, no.

Hawk Moth había unido su miraculous y el de Ladybug.

—Ya despertaste —le dijo— ¿Cómo estás, Ladybug?

Marinette comenzó a buscar el aire que le faltaba y el que solo le provocaba asco por el olor del lugar. Negó con su cabeza intentando despertar de lo que ella veía como una pesadilla, porque no era posible que eso fuera verdad, no era posible que le hayan ganado de una forma tan estúpida.

—Debo admitir que de todas las chicas de París, jamás se cruzó por mi cabeza la idea de que tú fueras Ladybug —dijo mientras jugaba con su bastón— Marinette Dupain Cheng, una chica bastante normal y algo... extraña, supongo que hiciste un buen trabajo ocultando tu identidad, bueno, no tan buen trabajo dada las condiciones en las que estás, pero te doy el mérito por el tiempo que me tomó encontrarte.

Sus ojos comenzaron a lagrimear, deseando desde el fondo de su pecho que todo se tratara de una pesadilla, que Chat Noir llegara y la rescatara, que su madre la abrazara y la protegiera.

—¿No dices nada? —preguntó el hombre acercándose a ella— Te he dejado sin palabras, eh, bueno, no puedo hacer nada contra eso, pero sí puedo agradecerte porque ahora que te tengo aquí, no hay nada que pueda evitar conseguir mi deseo. Conseguir el Miraculous de Chat Noir será pan comido.

La mención del héroe fue lo que le dio la fortaleza para poder reaccionar.

—No te atrevas a hacerle daño —gruñó en voz baja— Él me encontrará.

Gabriel sonrió ante la voz de la chica.

—Oh, claro que lo hará, yo me encargaré de que eso pase —dijo con malicia— Y cuando eso ocurra su Miraculous será mío, pediré mi deseo y ya no podrás hacer nada al respecto. Jaque Mate, Ladybug.

You with the "always" included [MLB]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora