You with the "always" included [MLB]

Dibujos del alma.

Chat Noir entró a su habitación por la ventana que siempre dejaba abierta; estaba exhausto. Junto a Ladybug habían continuado con sus típicos entrenamientos que el guardián celestial le había puesto, uno más pesado que el anterior, pero siempre aprendía algo nuevo.

Desde que comenzó con ese tipo de clases, la forma en la que veía sus poderes había cambiado, ahora ya parecía más asombrosos, intrigantes, poderosos, pero más que nada... peligrosos.

—Garras fuera.

Estiró su cuerpo mientras Plagg volaba a devorar uno de sus tantos quesos que llevaba reservando desde hacía tiempo.

Adrien lo escuchó quejarse como siempre acerca de ese tipo de entrenamientos, porque parecía robarle más energía de la que usaba con normalidad al vencer a un villano, y aunque le doliera y agotara, tanto él como Ladybug habían estado experimentado nuevos cambios cuando se trataba de luchar contra algún akumatizado.

Cuando se cambió a su pijama y se tiró a su cama, soltó un suspiro tan fuerte que llamó la atención de su kwami.

—También te cansas, ¿verdad? —preguntó con altanería— ¡Solo tú que andas queriendo hacerle caso a Su-Han! Nos haces sufrir a los dos, sobre todo cuando tus emociones andan más alborotadas que un panal de abejas. No creas que no lo siento, ¿qué te trae tan estresado?

—Muchas cosas, Plagg —susurró— No puedo sacarme de la cabeza que Luka esté engañando a Marinette... ¡Marinette es perfecta! ¿Cómo se atreve siquiera a engañarla? ¡Y con Kagami! La está engañando con una de las amigas más cercanas de Marinette, probablemente Kagami tampoco esté enterada de esto, y es que no sé que hacer.

—¿No has pensado que quizás malinterpretaste las cosas? —cuestionó el kwami, antes de dar un último mordisco a su queso y volar hacia su portador— Es que... Marinette nunca te confirmó que Luka fuera el chico al que ama.

—¡Pero es tan obvio! ¡Botón dorado es él!

—Ajá, pero, ¿en serio piensas que ese chico engañaría a Marinette? Yo lo veía muy enamorado...

—Pues ya ves que las personas no son lo que aparentan —bufó—, pero tengo esto en mi cabeza que me dice que debo contarle a Marinette, pero ella no sabe que yo sé que su novio con quien tiene la famosa relación privada es Luka, no tendría mucho sentido que Chat Noir lo supiera, y se supone que Adrien no tiene ni idea de la existencia de botón dorado... ¡que lío!

Tomó su celular y comenzó a revisar los mensajes que le habían llegado; le contestó a Nino y a su maestro de esgrima, pero sus ojos se posaron sobre la foto de perfil de Marinette, aquella en donde sonreía de la forma más pura posible.

Cada vez era más difícil negarlo.

Cada vez era más difícil esconderlo.

Y no es que no quisiera admitir el amor que comenzaba a nacer en él, probablemente era un amor que siempre estuvo ahí pero se encontraba dormido, porque... ¿cuál era el caso de confesarle su amor a Marinette si ella estaba enamorada de alguien más?

—De alguien que no la valora —susurró, antes de apagar su teléfono y lanzarlo a su almohada.

Le parecía frustrante que mientras más intentaba no pensar en eso, la risa de Marinette aparecía más en su mente. Los recuerdos de ellos juntos, tanto en su versión heroica como en su civil, siempre estaba ella.

Cada vez que estaba a su lado, sentía una calurosa necesidad de tomarla entre sus brazos y besarla. Tenía muchas ganas de besarla y era tan difícil retener ese sentimiento; no era parecido a lo que sentía con Ladybug, era una euforia retenida que llevaba ocultando y que ya no soportaba más tiempo en su cajita de cristal.