You with the "always" included [MLB]

Dos Graham, una Rossi y una Dupain-Cheng.

Solo la luz de la luna entraba por la ventana de aquel pequeño escondite. Uno tan privado, que a ningún parisino podría pasarle por la cabeza que ahí los héroes de París se encontraban lado a lado, con las respiraciones casi congeladas, esperando por el movimiento que el guardián celestial estaría haciendo.

Su-Han movió sus manos pronunciando unas palabras mágicas que pareció una clase de conjuro, las cuáles al segundo Ladybug imitó, logrando a la perfección una clase de protección para Chat Noir y los golpes que Su-Han le daba comprobaba que sí funcionaba.

—¡Lo hice perfecto! —exclamó la heroína— ¡¿Verdad, Su-Han?! ¡Soy una excelente guardiana!

—¡Bueno, pero basta de golpearme! —exclamó Chat Noir, quien aún protegido por esa extraña aura color rojiza, miraba a Su-Han soltando golpes por donde fuera, intentando romper esa barrera— Se nota que tienes ganas de desquitar tu estrés con alguien.

El hombre soltó una pequeña risa, y al instante en que el aura desapareció, se dirigió a la guardiana de los miraculous.

—Debo admitir que es momento de reconocer tu esfuerzo en esto, Ladybug —dijo, haciendo que la chica diera un pequeño brinco, aplaudiendo emocionada— Pero aún te falta práctica, no podemos dar nada por sentado. Shadow Moth solo está esperando un fallo tuyo, un fallo que no podemos darnos el lujo de cometer.

—Cuenta con ello.

—Ahora... —susurró mirando al héroe de traje negro, quien se movía de lado a lado, parpadeando inocentemente, esperando a que fuera su turno— Supongo que toca que Chat Noir practique.

—¡Sí!

Su voz salió un tanto chillona, que avergonzado cubrió sus labios con sus manos. Labybug —ignorando que sus mejillas se cubrieron de rojo al ver esa actitud— soltó una risa mientras caminaba hacia el otro lado de su guarida y se sentaba en el suelo, esperando a ver que tanto es lo que Chat Noir podría hacer.

—Tu poder es más complicado que el de Ladybug —comenzó a explicar el guardián celestial— No porque sea difícil activarlo, al contrario, lo difícil aquí es que puedas controlarlo, y tus emociones podrían influir en esto.

Él héroe asintió.

—Usualmente al usar tu cataclismo, lo haces con adrenalina en tu ser —explicó— Y justo como le dije a Ladybug, ustedes son los únicos que se ponen las barreras. Los únicos que tienen el poder de poner límites son ustedes mismos, si te contara cuántas veces, los anteriores Chat Noir del pasado tuvieron problemas con...

Pero no pudo terminar la frase, puesto que el héroe ya estaba con su mano izquierda uno de los libros que el guardián llevó, y con la otra intentando hacer una clase de conjuro.

—¡Súper catalis... ! —Su voz quedó al aire cuando Su-Han cerró el libro y lo empujó hacia atrás— ¡Hey!

—No debes ser tan imprudente, Chat Noir —lo regañó— Tu poder es de los más fuertes y poderosos. ¡Podrías destruir una ciudad entera!

Ladybug dio un respingo en su lugar.

—No lo haré, sé que lograré controlar mis poderes —aseguró— Pero si no me ayuda, entonces, ¿Cómo espera que pueda luchar en batalla? ¡Soy igual de importante que Ladybug!

—Nadie dijo lo contrario, Chat —susurró la heroína.

—No, pero a veces me hacen sentir así —confesó— Solo... muéstreme lo que crea prudente dentro de su margen de ordenes de perfectos guardianes.

Su-Han pudo sentirse ofendido, y quizás pasó por su mente replicar por esa actitud tan grosera, pero una parte de él, prefirió guardarse todo, al final de cuentas, no dejaban de ser niños puestos bajo una presión inmensa.