Paso 2.

1.3K 86 112
                                    


¿Desde cuando no se sentía de esa forma?

Aquel extraño cosquilleo que se extendía desde su pecho hasta las puntas de sus dedos, el aleteo de las mariposas en su estómago tirándole hacia abajo haciendo que sus piernas se debilitaran, y la piel que le quemaba al recordar específicos momentos.

Marinette se tiró nuevamente en la cama, sintiéndose sumamente agotada.

La noche anterior con mucho trabajo pudo cerrar sus ojos después de tener el rostro de Chat Noir tan cerca y sus acariciando su cabello, el cuál, por pura casualidad el día de hoy también decidió dejárselo suelto.

—Está divagando —susurró Xuppu—, de nuevo.

—¿Habrá pasado algo con Adrien o Luka? —preguntó Wayzz.

—De hecho, con Chat Noir —dijo Tikki—, y esto no me pinta nada bueno...

La pequeña kwami voló hacia su portadora, quien en un movimiento escondió aquella fotografía del héroe de París debajo de su almohada.

Sabía que podía ser completamente libre junto a Tikki, pero algo dentro de ella le decía que tampoco era correcto, pues después de todo, existía ese recuerdo de un villano blanco que le susurraba que tuviera cuidado, o cuando menos se lo esperara aparecería... y eso no sería una pesadilla.

—Marinette.

—Que lindo día, ¿verdad? —susurró ella, agitando las manos, como si nada hubiera pasado— Creo que ya debo dormir.

—Marinette —repitió la kwami, esta vez con un tono más fuerte— Necesito que hablemos.

La azabache abrazó sus piernas, hundiendo sus dedos en la suave tela de su pijama.

—No hay de qué hablar...

—¿No? —inquirió, cruzándose de bracitos— Literalmente desde anoche, lo único que has hecho es soñar despierta, murmurar cosas incomprensibles y permanecer con tu rostro más rojo que yo... ¡Y eso es bastante!

Bajó su cabeza.

—¿Estás enamorada de Chat Noir?

—¿Q-Qué?

—Pese a todo, no has mencionado a Adrien como otras veces, solo recuerdas tus patrullas con Chat Noir y después de las prácticas con el guardián Su-Han, solo hablas y hablas de lo maravilloso que ha sido Chat Noir entrenando.

—Yo... —Abrió sus ojos, captando cada palabra— ¿En serio he hecho eso?

—Incluso susurraste su nombre cuando lograste pescar el sueño.

—Oh, Dios... —Hundió su cabeza entre sus piernas, con su rostro encendido hasta las orejas— ¿Qué está pasándome? No puedo, no... debo. Supongo que ha sido por todo este tiempo juntos entrenando, y él ha estado distante conmigo... con mi otra yo, me refiero.

—Mejor, ¿no?

Marinette suspiró y se acostó boca arriba.

Repasó sus días con el héroe, los pequeños momentos que se almacenaban en su cabeza, como si hubiera una carpeta con su nombre completo que cuidara de la imagen, perfil y voz de Chat Noir, para que nunca se le olvidara.

Pero mientras había una carpeta de Chat Noir en su mente, había un virus de Chat Blanc que siempre entraba a borrar recuerdos y enfocar sus pensamientos, pues debía poner esa barrera entre ellos.

Y claro, en otro momento ella habría dicho que estaba más que perfecto que ahora Chat Noir fuera quien colocara esa barrera entre ellos, pero... no lo sentía así. ¿Desde cuándo era tan frío con ella? ¿Desde cuándo no la miraba a los ojos sonriente? ¿Desde cuándo no le daba una rosa o la llamaba por esos motes tan ridículos pero lindos que en el fondo adoraba?

You with the "always" included [MLB]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora