"El reflejo de tu cuerpo frente al espejo no sale de mi mente, y no saldrá nunca..."
>Contenido +18
>Personajes le pertenecen a Hajime Isayama.
-Krystal🗡
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•Eren•
Sentado en el sofá de la casa de Mikasa, sin camisa y con una cerveza en la mano estaba yo sintiéndome miserable. Sobre todo, enojado conmigo mismo.
Levante la mirada y vi a Mikasa en ropa interior salir de la habitación con un rostro de pocos amigos, y la entendía perfectamente.
- Siempre fue ella, ¿verdad?- preguntó de pronto y suspire.- Por su culpa no puedes amarme.
- Yo no amo a nadie.- respondí dándome cuenta que está no había sido la mejor idea.
Había ido hasta casa de Mikasa para descargar mi furia con ella, pero todo había dado un giro cuando la tenía bajo de mi y solo podía pensar en el rostro de T/N.
- Solo... Admite que siempre pensabas en ella cuando estabas conmigo.- susurró Mikasa a punto de las lágrimas. Yo me puse de pie y camine hasta ella dándole un abrazo que levemente correspondió.
- Lo siento, eres una mujer estupenda y me odio, no sabes cuanto, por no darte lo que te mereces.- dije de manera sincera. Mikasa era una mujer demasiado apasionada y hermosa, pero yo no podía darle mi amor. Un amor que ni siquiera sabía que podía compartir.
- Yo...- susurro y después guardo silencio mirándome a los ojos.- En el viaje entendí muchas cosas, aún tenía esperanzas, pero ahora me doy cuenta de que tú y yo no estamos destinados a estar juntos.- sonrió y yo hice lo mismo acariciando su cabello corto.- Sigamos siendo amigos.
- Si estas bien con eso, por mi no hay problema.- sonreí mientras la abrazaba y ella lloraba un poco en mi pecho.
- Prométeme una cosa Eren.- dijo alejándose y colocándose una blusa.- Prométeme que al menos vas a pelear.
No entendí su punto así que fruncí el ceño. Ella soltó una carcajada y se limpió las lágrimas.
- T/N.- mencionó y automáticamente guarde silencio. Su nombre me cayó como un balde de agua fría.
- Ella debe estar muy ocupada ahora con Jean.- respondí y me enoje por recordármelo a mi mismo. Lo más seguro Jean la tenga entre sus brazos haciendo lo que yo muero por hacerle cada que la veo.
- No.- Mikasa se dio la vuelta y me enseñó mi celular. Antes se había descargado y lo había dejado cargando en la sala. Lo tome y tenía muchos mensajes de Sasha y de Connie, también llamadas perdidas de ambos.- Parece que ocurrió algo.
La preocupación me invadió y un leve dolor en el pecho me hizo llamar a Sasha de inmediato.
~ ¿Bueno?- hablo Sasha rápido que contestó el teléfono, ni siquiera me dejó preguntar cuando empezó a gritar.- ¡¿Para qué demonios tienen celular T/N y tú?! ¡Si nunca lo contestan!
- Lo siento, estaba descargado.- dije tratando de calmarla y que me dijera qué pasó.- ¿Qué pasó?
~ Ya nada.- escuché un murmullo y la voz de reproche de Sasha.- Olvídalo.
