"El reflejo de tu cuerpo frente al espejo no sale de mi mente, y no saldrá nunca..."
>Contenido +18
>Personajes le pertenecen a Hajime Isayama.
-Krystal🗡
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•T/N•
Mis manos estaban atadas a mi espalda mientras veía como Eren se quitaba casi toda la ropa. Me miraba ansioso, como si estuviera loco por devorar lo que estaba frente a él. Ósea yo.
Al verlo de ese modo comencé a sentir un calor intenso recorrer toda mi piel. Con solo la mirada él podía dominar mi cuerpo y mi mente a su antojo.
Pasó sus manos por mis piernas, suavemente, torturando mi piel con sus fuertes manos. Sus dedos dibujaban pequeñas figuras en mis muslos y en mis rodillas, burlando las sogas que apretaban mi piel.
Entonces metió su dedo en mi intimidad sin avisar, un solo dedo me hizo estrujarme inquieta sobre la cama. No tenía de que sujetarme, solo podía gemir descontroladamente.
- ¿Sabes lo qué pasa cuando una persona intenta reprimir tus sonidos de placer?- preguntó de pronto mientras acariciaba mis senos con la punta de sus dedos.
Negué a su pregunta, en realidad estaba más enfocada en los tortuosos movimientos de sus dedos dentro de mi y por toda mi piel.
- Te lo dire...- susurro en mi oído. Saco su dedo y se lo metió a la boca sonriendo mientras lo hacía.- Cuando no te permiten expresar a viva voz tu...- me miro de arriba a bajo y yo me sonrojé.- excitación... Suele ser más placentero, ¿lo sabías?
Fruncí el ceño, no lo sabía. En realidad no sabía muchas cosas, siempre fui muy cerrada a expresar mis gustos durante las relaciones sexuales así que por ese motivo reprimía mis fantasías.
- Ahora lo sabrás.- dijo y se puso entre mis piernas, sacó la lengua y me regaló la primera lamida. Solté un gemido ahogado.- Primera regla.- se separó de mi.
Metió esta vez dos dedos dentro de mi con fuerza haciendo que arqueara mi espalda y las sogas apretaran mi pecho.
- Si haces un gemido, por más pequeño que sea, me detendré.- dijo mientras seguía metiendo y sacando sus dedos. No entendía bien su punto, pero asentí mientras trataba de no gemir.- Buena chica.
Volvió a bajar hasta quedar frente de mi intimidad, comenzó a lamer, succionar a la misma vez que metía y sacaba sus dedos. Sentía que iba a explotar en cualquier momento, sus dedos y su lengua podían llegar a hacer maravillas.
- Mmm...- estuve a punto de gemir, sus dedos trazaban círculos dentro de mi lo que me hacía olvidar la regla.
- ¿Escuché un sonido?- se detuvo y sacó sus dedos demasiado rápido, mis fluidos se deslizaban hasta llegar a la cama y mi respiración estaba muy agitada.- Creo que tengo que subir el nivel de dificultad.
Entonces abrió mis piernas, aún seguían atadas, pero Eren soltó el nudo que las mantenía unidas. Entonces se puso un condón y entro de una sola estocada, sentí como me lleno por completo y casi me tengo que morder la lengua para no gemir. Si lo hacía, se detendría y eso era lo que menos quería.
